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Un proyecto comunitario desarrolla vacunas a partir de plantas transgénicas

La Comisión Europea va a aportar 12 millones de euros dentro del Sexto Programa Marco (VI PM) para un nuevo proyecto dirigido a utilizar las plantas modificadas genéticamente (MG) para desarrollar vacunas contra la rabia, la tuberculosis, la diabetes y el virus VIH. El primer...

La Comisión Europea va a aportar 12 millones de euros dentro del Sexto Programa Marco (VI PM) para un nuevo proyecto dirigido a utilizar las plantas modificadas genéticamente (MG) para desarrollar vacunas contra la rabia, la tuberculosis, la diabetes y el virus VIH. El primer proyecto internacional de este tipo, Pharma-Planta, reúne a 39 científicos de 11 países europeos y de Sudáfrica. El equipo de investigadores desarrollará el concepto a partir de una modificación vegetal y lo aplicará en ensayos clínicos. Se prevé que los ensayos en humanos con los fármacos obtenidos comiencen antes de 2009. El proyecto tratará de resolver importantes problemas sanitarios tanto en Europa como en los países en desarrollo, aunque el objetivo principal es ofrecer medicinas a los países más pobres. 'Nos enfrentamos a lo que consideramos una grave cuestión de desigualdad mundial en el campo de la salud, señaló el coordinador del proyecto científico, el Profesor Julian Ma, de la Escuela de Medicina St George Hospital, en el Reino Unido. 'La mayor carga de enfermedades está en los países en desarrollo, pero estos son los países que no tienen acceso a los medicamentos, añadió el Profesor Ma. La tecnología MG se puede utilizar para obligar al aparato molecular de una planta a producir una serie de compuestos de gran utilidad médica. Por ejemplo, la modificación genética se ha usado para generar insulina humana y una vacuna para la hepatitis B. Sin embargo, nunca se han estudiado en el marco comunitario los materiales vegetales utilizados en humanos. Este proyecto innovador pretende ayudar a los 3,3 millones de personas que mueren cada año a causa de enfermedades que se pueden evitar como la tuberculosis, la rabia o la difteria. En realidad, las plantas tienen un gran potencial para la producción de proteínas farmacéuticas recombinantes, que son versátiles y nada caras. Como explicaba el Profesor Ma, 'cultivar plantas no resulta caro, y si nos decidiéramos a manipularlas para obtener un gen para un producto farmacéutico, podrían producir grandes cantidades de fármacos o vacunas a un cote bajo.' Según el Profesor, el coste de desarrollar productos vegetales sería entre 10 y 100 veces más barato que el de la producción tradicional, que requiere mano de obra intensiva, cara y que a menudo produce cantidades relativamente pequeñas de medicamentos'. Si la técnica tiene éxito, se autorizaría gratuitamente su aplicación en los países en desarrollo, que podrían comenzar a cultivar su propia producción a un coste bajo y generar las cantidades necesarias. Aunque el proyecto aún no ha decidido qué plantas se van a utilizar, las candidatas principales son el tabaco, el maíz, las patatas y los tomates. 'La propuesta multidisciplinaria', dijo el socio del proyecto Mario Pezotti, de la Universidad de Verona (Italia), nos permitirá estudiar los diferentes aspectos asociados al uso de las plantas genéticamente modificadas, prestando especial atención a la seguridad humana y medioambiental.

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