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Un proyecto evaluará el riesgo de consumir carne de caza

Un proyecto internacional que cuenta con participación europea y que investiga el riesgo de transmisión de la caquexia crónica para humanos recibirá 3,5 millones de euros del Instituto de Investigación sobre los Priones de Alberta (APRI) de Canadá. En Europa, el Centro Alemán ...

Un proyecto internacional que cuenta con participación europea y que investiga el riesgo de transmisión de la caquexia crónica para humanos recibirá 3,5 millones de euros del Instituto de Investigación sobre los Priones de Alberta (APRI) de Canadá. En Europa, el Centro Alemán de Primates (DPZ) de Göttingen coordinará un estudio que implicará la realización de pruebas en primates, así como la elaboración de modelos alternativos. Como la ESB (Encefalopatía Espongiforme Bovina) o la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ), la caquexia crónica es una encefalopatía espongiforme transmisible (EET) que afecta a los ciervos, los alces y los alces americanos. Es causada por partículas infecciosas proteináceas (priones), agentes infecciosos compuestos tan sólo de proteína. Ya está infectado hasta el 15% de los animales de caza de Norteamérica. La carne de caza constituye un sector importante de la economía de Canadá. Por ello, los consumidores de productos de carne de caza canadienses podrían estar en riesgo de contraer la caquexia crónica, si es que los humanos son susceptibles a ésta. En el marco del proyecto titulado «Evaluación exhaustiva del riesgo de transmisión de la caquexia crónica a humanos usando primates no humanos», sus investigadores primero extraerán el prión y después probarán sus efectos en primates tras haberlo ingerido o haber sido contagiados de otras maneras. «Esta investigación es relevante porque hay varias vías de infección: bien el consumo de carne de caza infectada, bien el contacto con el agente infeccioso al matar al animal», explicó a CORDIS Noticias Michael Schwibbe, del DPZ. Además, la enfermedad podría transmitirse a otros animales que son parte de la cadena alimentaria de los humanos, como las ovejas. La coordinación general del proyecto estará en manos del Laboratorio de Lethbridge, ubicado en la Universidad de Calgary (Canadá). Otras entidades participantes son los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Hamilton (Estados Unidos) y (además del DPZ) el Instituto Robert Koch de Alemania, la Universidad Técnica de Múnich, el departamento de neuropatología del Hospital Universitario de Göttingen y la Comisión de Energía Atómica de Francia (CEA). El Dr. Schwibbe está convencido de que la Universidad de Calgary ha escogido a los socios idóneos, sobre todo en lo que se refiere al DPZ: «El DPZ es el único instituto que ha acumulado experiencia en este ámbito. Éramos la elección más lógica.» Ciertamente, el Centro Alemán de Primates ha participado en proyectos de investigación comparables financiados por la Unión Europea, por ejemplo un estudio en el que se investigó la transmisión de la ESB a través de alimentos y productos sanguíneos. Al igual que el nuevo estudio, cuyo inicio está previsto para 2008, este proyecto examina la contagiosidad de las EET (y más concretamente la forma bovina ESB) para los humanos estudiando, en una especie de primate, la dosis infecciosa en alimentos contaminados.

Países

Canadá, Alemania