La industria biotecnológica europea critica la posición de Dimas sobre nuevos tipos de maíz transgénico La Federación Europea de Biotecnología (EFB) ha expresado su inquietud respecto de los proyectos de decisiones del Comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, para rechazar la autorización para cultivar dos tipos de maíz transgénico. El 28 de noviembre de 2007, representantes ... La Federación Europea de Biotecnología (EFB) ha expresado su inquietud respecto de los proyectos de decisiones del Comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, para rechazar la autorización para cultivar dos tipos de maíz transgénico. El 28 de noviembre de 2007, representantes de dicha organización entregaron un carta abierta al gabinete del Sr. Dimas. En esta carta el EFB alega que la decisión relativa a los tipos de maíz Bt-11 y 1507, desarrollados respectivamente por la empresa suiza de biotecnología Syngenta y Pioneer Hi-bred International, «se basaba en argumentos científicos desacreditados que no han sido revisados por su propio organismo científico independiente». Asimismo, el EFB afirma que la decisión no había tomado en consideración ni las consecuencias para Europa, es decir, la marginalización de la ciencia en Europa, el descrédito de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y el hundimiento de la industria ganadera de la UE, ni «el hecho de que variedades similares se vienen cultivando durante los últimos nueve años en Europa con altos índices de aceptación, sin efectos medioambientales adversos y en coexistencia con la agricultura convencional y ecológica». «Los proyectos de decisiones de la Comisión son totalmente inaceptables, no sólo para los agricultores y los consumidores europeos, sino que también son un pésimo ejemplo para otras partes del mundo que en la actualidad están redactando directrices para el cultivo de productos transgénicos, ya que ellos toman a Europa como ejemplo», apunta en la carta el profesor Marc van Montagu, uno de los pioneros de la biotecnología de las plantas, en nombre del EFB, refiriéndose principalmente a los países en desarrollo. «Otras cepas transgénicas de maíz que están desarrollándose tendrán una mayor calidad nutritiva o tolerancia a la sequía, y hay que darles la oportunidad de que lleguen a las personas que más las necesitan.» Sin embargo, según los proyectos de decisiones, había una incertidumbre excesiva respecto de si estos cultivos serían dañinos para el medio ambiente. «Aún se desconoce la posible existencia de efectos de acción retardada o a largo plazo sobre el medio ambiente y la biodiversidad que podrían no observarse durante el período de circulación de los organismos modificados genéticamente (OMG), pero que podrían aparecer en una fase posterior», se indica en el proyecto de decisión sobre el maíz 1507. «Se ha calculado que el grado de incertidumbre respecto de los resultados de la evaluación de la información científica disponible es alto, y que los niveles de riesgo generados por el cultivo de este producto son inaceptables para el medio ambiente.» El grupo medioambiental Greenpeace acogió con agrado los proyectos de decisiones, y señaló que «la investigación reciente ha demostrado que las plantas transgénicas que producen toxinas pueden presentar una variedad de efectos inesperados, desde el daño a insectos beneficiosos hasta la contaminación de recursos hídricos y de la vida acuática.» Para reforzar su posición, los activistas de Greenpeace organizaron el miércoles último una protesta-parodia fuera del edificio Berlaymont, sede de la Comisión Europea. «Con nuestra parodia hacemos un serio llamamiento a una transparencia mayor», explicó Marco Contiero, de Greenpeace. «Estamos protestando por la influencia desproporcionada de la industria de los OMG en ciertos departamentos de la Comisión. Algunos grupos de presión de la industria, como la Federación Europea de Biotecnología (FEB) y EuropaBio, que representan los intereses de las empresas agroquímicas, tienen «excelentes relaciones de trabajo» con la Comisión. Nosotros pedimos a la Comisión Europea que deje de escuchar al poderoso grupo de presión biotecnológico y que apoye el llamamiento del Comisario Dimas a rechazar la autorización de las dos variedades de maíz transgénico que producen pesticidas. En la actualidad, el único cultivo GM aprobado para su plantación en la Unión Europea es el maíz Bt, que es resistente a la piral del maíz, una larva de mariposa que se come el tallo y la espiga, y en este proceso forma agujeros que facilitan la propagación de hongos potencialmente tóxicos. En el maíz Bt se ha modificado un genoma para incluir un gen del Bacillus thuringiensis y producir una toxina que afecta a la piral del maíz. En la actualidad ocho países europeos permiten el cultivo de la variedad de maíz Bt. Según cifras recientes publicadas por la Asociación de Industrias Europeas de Biotecnología EuropaBio, la superficie plantada con estos cultivos aumentó en nada menos que un 77% en los últimos doce meses. Se espera que en los próximos días los Comisarios Europeos voten las propuestas del Sr. Dimas.
