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Se descubre una relación entre el tejido denso y la edad y la recurrencia del cáncer de mama

La edad y el tejido que compone el pecho desempeñan una función importante en la recurrencia del cáncer de mama, según se indica en una nueva investigación sueca. Científicos del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) han descubierto que la probabilidad de que una paciente...

La edad y el tejido que compone el pecho desempeñan una función importante en la recurrencia del cáncer de mama, según se indica en una nueva investigación sueca. Científicos del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) han descubierto que la probabilidad de que una paciente de cáncer de mama vuelva a padecer la enfermedad es mayor en mujeres de 50 años de edad o más y un porcentaje elevado de tejido denso. Los resultados del estudio aclaran en gran medida la relación entre la densidad, las características de un tumor y el pronóstico del mismo. Se trata del primer estudio que ha logrado establecer dicha relación y sus descubrimientos se presentaron el 21 de marzo en Viena (Austria) en el EBCC-8 («VIII Congreso europeo sobre el cáncer de mama»). Los investigadores, dirigidos por la Dra. Louise Eriksson del Instituto Karolinska, descubrieron que existe un 50 % más de riesgo de que se produzca una recurrencia del cáncer en el mismo pecho o en los nodos linfáticos adyacentes de las mujeres con una mayor proporción de tejido denso en el pecho en comparación con aquellas con tejido menos denso. El equipo considera que los médicos han de tener en cuenta la densidad del pecho a la hora de determinar el tratamiento y el seguimiento más adecuados para las pacientes. Según informan los autores, los escáneres generados mediante mamografía muestran zonas blancas y negras de tejido mamario. Las zonas blancas son densas y contienen el epitelio y los estromas, mientras que las negras están compuestas de tejido graso no denso. Las mediciones empleadas para determinar el porcentaje de densidad del tejido mamario se calcularon dividiendo el área densa entre el área completa del pecho, que incluía el tejido denso y el graso. De este modo descubrieron que la densidad disminuye con la edad. «La densidad puede variar mucho incluso entre mujeres que han superado la menopausia», afirmó la Dra. Eriksson. «En el grupo de mujeres estudiado, aquellas con un porcentaje de densidad menor poseían pechos con un 1 % menos de densidad, mientras que en aquellas con un porcentaje de densidad mayor esta se elevaba a hasta entre el 75 % y el 80 %. La media se situó en el 18 %, pero la densidad disminuye con la edad a un ritmo cercano al 2 % anual. El mayor descenso se produce durante la menopausia y se cuantifica cercano al 10 %.» En el estudio se incluyeron 1 774 mujeres postmenopáusicas de edades comprendidas entre los 50 y los 74 años que formaban parte de un estudio sueco de mayor tamaño en el que se consideraron todas las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama entre 1993 y 1995. «Descubrimos que si se detecta un porcentaje de densidad de un 25 % o superior, prácticamente se dobla el riesgo de recurrencia local en el pecho y en los nódulos linfáticos adyacentes en comparación con mujeres con un porcentaje de densidad menor al 25 %», explicó la Dra. Eriksson. «No obstante, la densidad no aumenta el riesgo de metástasis distante y no influye en la supervivencia. También observamos que aunque la densidad mamográfica es uno de los mayores factores de riesgo de cáncer de mama, no parece influir en el desarrollo de tumores de forma específica. Por ejemplo, la asociación no es mayor con los tumores con receptor de estrógenos positivo que con negativo, pero parece ejercer de estimulador general del desarrollo tumoral.» Añadió que la densidad del pecho antes o durante el diagnóstico debe tenerse en cuenta incluso después del diagnóstico. Los científicos sugirieron que probablemente convenga realizar un seguimiento más prolongado de las pacientes con pechos densos. «En relación a los programas de detección, ya se sabe que la densidad del pecho es un factor de riesgo de cáncer de mama y que reduce la sensibilidad de las mamografías», indicó la Dra. Eriksson. «Nuestro estudio confirma la importancia de tener en cuenta la densidad del pecho en las labores de detección. Los resultados de nuestro estudio nos hacen sospechar que la densidad mamográfica crea un entorno adecuado para que las células epiteliales se transformen en cancerosas de forma semejante a la necesidad que posee una semilla de contar con un suelo fértil en nutrientes para crecer y desarrollarse.» El profesor David Cameron de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) y presidente de EBCC-8 comentó en relación a los resultados que: «El estudio plantea cuestiones sobre la forma y la razón por la que el tejido mamario normal que se muestra en una mamografía podría influir en la probabilidad de que se produzca una recurrencia local del cáncer de mama. Por todo ello, sus consecuencias invitan más a la reflexión que a la modificación de prácticas, pues no queda claro qué debe hacer una paciente o su médico en el caso de que se descubra una mayor densidad en el tejido mamario normal. Existen diversos factores que influyen en la densidad del pecho mostrado en una mamografía, pero es necesario averiguar cuál de todos es la causa de esta importante observación.»Para más información, consulte: Instituto Karolinska: http://ki.se/ki/jsp/polopoly.jsp;jsessionid=a6RGZMiFS5ac0Wn03y?l=en&d=130 EBCC-8: http://www.ecco-org.eu/Conferences/Conferences/EBCC.aspx ECCO: http://www.ecco-org.eu/

Países

Austria, Suecia, Reino Unido

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