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Si se analiza con detenimiento, el ecologismo es realmente una cuestión de justicia.
«Nuestro sistema económico, incluidas las empresas que nos suministran agua, alimentos, energía y materiales, crean injusticias ambientales y sociales que envenenan, desplazan o incluso provocan la muerte de muchas personas, animales y plantas», comenta Joan Martínez-Alier, investigador sénior del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Según Martínez-Alier, el problema es que la economía industrial no es circular, sino entrópica. «Menos del 10 % de los materiales que entran en la economía se reciclan, lo que implica que existe una búsqueda constante de nuevos materiales y fuentes de energía desde las fronteras de la extracción de materias primas», agrega el investigador.
Incluso mientras las comunidades y las personas trabajan para hacer frente a estas injusticias, Martínez-Alier aduce que las empresas continúan «cavando y vertiendo» de manera impetuosa sobre poblaciones vulnerables. «La buena noticia es que hoy día existe un movimiento internacional por la justicia ambiental que trabaja activamente para impulsar a la sociedad y a nuestra economía hacia la sostenibilidad ambiental», señala Martínez-Alier.
A través del proyecto EnvJustice, financiado con fondos europeos y respaldado por el Consejo Europeo de Investigación (CEI), Martínez-Alier forma parte de un equipo de investigadores universitarios y organizaciones que trabajan en aras de ayudar a este movimiento internacional por la justicia ambiental.
Una herramienta valiosa para los movimientos por la justicia ambiental
El Atlas de Justicia Ambiental, o EJAtlas, constituye el centro del trabajo del proyecto. «Se trata de una base de datos destinada a respaldar la investigación en ecología política estadística comparada —explica Martínez-Alier—. También es una herramienta para apoyar a los diversos movimientos internacionales por la justicia ambiental».
El EJAtlas, desarrollado originalmente por el proyecto EJOLT, financiado con fondos europeos, alberga actualmente más de tres mil cuatrocientas entradas. Este recurso interactivo, que permite realizar búsquedas por país, empresa y producto, cartografía varios conflictos de justicia ambientan a nivel mundial. El mapa se actualiza periódicamente e incluye conflictos relacionados con la energía nuclear, la gestión de residuos, la biomasa, el uso del suelo, los combustibles fósiles, la biodiversidad y el turismo, por nombrar solo algunos.
El EJAtlas incluye además mapas personalizados sobre temas candentes. Por ejemplo, un mapa titulado «Losing ground: How are India’s conservation efforts putting local communities in peril?» («Perdiendo terreno: ¿cómo amenazan los esfuerzos de conservación de la India a las comunidades locales?») ofrece contenido seleccionado sobre los conflictos y movimientos que tienen lugar en la India.
Durante el proyecto EnvJustice, los investigadores consolidaron y analizaron el EJAtlas. De este modo, se percataron de que la utilidad del atlas iba mucho más allá de la mera investigación. «Rápidamente nos dimos cuenta de que el EJAtlas es mucho más que una herramienta de investigación, ya que también se puede utilizar para la enseñanza —comenta Martínez-Alier—. Además, dado que la herramienta incluye contenido audiovisual, como canciones, pancartas de protesta, vídeos y documentales, puede servir como un recurso relevante para las artes y las humanidades ambientales».
Un trabajo galardonado
Los investigadores del proyecto han publicado varios artículos científicos a partir del análisis de la base de datos EJAtlas que cubren diferentes aspectos de los movimientos por la justicia ambiental de la India, Asia Sudoriental, China, África, Europa y el continente americano. Estos incluyen artículos sobre, por ejemplo, conflictos por la energía hidroeléctrica, conflictos por los molinos de viento, conflictos por los combustibles fósiles, los movimientos internacionales de resistencia ambiental y el asesinato de mujeres e indígenas activistas ambientales.
«En conjunto, nuestro trabajo en el EJAtlas y nuestros artículos científicos tienen como objetivo crear más concienciación sobre las injusticias ambientales y, al mismo tiempo, apoyar a quienes están en primera línea de este movimiento mundial por la justicia ambiental», concluye Martínez-Alier.
Recientemente el investigador recibió el Premio Balzan, cuyo objetivo es «fomentar la cultura, las ciencias y las iniciativas más meritorias en la causa de la humanidad, la paz y la fraternidad entre los pueblos de todo el mundo». El premio reconoce el trabajo de Martínez-Alier en el EJAtlas, al que califica como una «base de datos única y de acceso abierto sobre los principales conflictos ecológicos y sus expresiones culturales, que constituye una fuente de gran utilidad para académicos de diversas disciplinas, así como para los profesionales del sector».