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Revisados los criterios para la concesión de la etiqueta ecológica europea

El pasado mes de agosto, la Comisión publicó los criterios ecológicos revisados para la concesión de la etiqueta ecológica europea al papel para copias, que ahora se propone promocionar en los Estados Miembros. Según declaraciones de uno de los portavoces de la Dirección Gener...

El pasado mes de agosto, la Comisión publicó los criterios ecológicos revisados para la concesión de la etiqueta ecológica europea al papel para copias, que ahora se propone promocionar en los Estados Miembros. Según declaraciones de uno de los portavoces de la Dirección General del Medio Ambiente En lo que se refiere a los criterios para el papel para copias y el papel de seda se ha producido un proceso de consultas muy abierto, con discusiones a nivel internacional, y en el que han participado Brasil, Canadá y Estados Unidos. Los europeos utilizamos cada año alrededor de 2,7 millones de toneladas de papel para copias, según las cifras más recientes de la Confederación Europea de Industrias del Papel (CEPI) y, a pesar de ciertas mejoras recientes en su producción, el impacto que éste tiene sobre el medio ambiente sigue siendo considerable. La etiqueta ecológica es una iniciativa puesta en marcha en 1992 por la Comisión con el objetivo de reducir los efectos negativos sobre el medio ambiente. El sistema concede un logotipo denominado Euroflor (12 pétalos dispuestos en la misma forma de las estrellas de la UE alrededor de la letra E de Europa) a productos verdes de diversos grupos tales como lavadoras, lavaplatos, neveras, acondicionadores del suelo, papel, detergentes, bombillas, ropa de cama y camisetas. La idea sobre la que se basa el sistema es la de que la etiqueta ecológica deberá servir para ayudar a los consumidores a escoger aquellos productos que tienen un menor impacto sobre el medio ambiente. El sistema es voluntario, enfoque este que la Comisión prefiere por lo que respecta a la gestión de las decisiones empresariales en materia de medio ambiente a la utilización de normativas y reglamentos que condicionan por la fuerza el comportamiento de las empresas. Los criterios de concesión de la etiqueta ecológica se revisan cada tres años para así tener en cuenta los avances científicos y tecnológicos. Según la Comisión, aunque los anteriores criterios para el papel para copias ya tenían por objeto reducir los vertidos de diversas substancias tóxicas o contaminantes en las aguas, el consumo de energía y las emisiones a la atmósfera relacionadas con el mismo, y hacían además necesario un compromiso con una gestión forestal sostenible, las últimas revisiones supondrán una protección aún mayor del medio ambiente. Los nuevos criterios abordan con mayor profundidad los problemas del recalentamiento global y la reducción de la capa de ozono, con limitaciones respecto a las emisiones de dióxido de carbono y a la utilización de productos químicos peligrosos para el medio acuático. Pero el sistema de la etiqueta ecológica ha sido objeto recientemente de críticas tanto por parte del CEPI como de algunos parlamentarios europeos que consideran que el público no está lo suficientemente familiarizado con el logotipo como para que éste llegue a tener repercusión alguna o consiga cumplir sus objetivos de fomentar el uso de aquellos productos de menor impacto ambiental y de proporcionar una mejor información a los consumidores. Un portavoz de la Comisión ha admitido que a ésta le resulta doloroso comprobar la poca repercusión que tiene la etiqueta ecológica y por ello, para conseguir un mayor éxito, la Comisión comienza a prestar una mayor atención a la comercialización del logotipo y a la puesta en marcha de una serie de iniciativas en los Estados Miembros. Los responsables comunitarios desearían ahora que existiera una mayor participación de los consumidores y grupos cívicos en el sistema, lo que le daría una mayor credibilidad y repercusión, y precisamente con ese objetivo han publicado recientemente una convocatoria sobre estrategias de comercialización y comunicación. La versión revisada de la etiqueta ecológica estará asimismo acompañada de una nota aclaratoria al lado del logotipo en la que se explicará detalladamente por qué ese producto es más respetuoso con el medio ambiente que los demás. La reglamentación de la etiqueta ecológica europea está siendo asimismo revisada en la actualidad. No obstante, la CEPI desearía sobre todo que el periodo de revisión se ampliase por encima de los tres años, pues le preocupa el hecho de que un periodo corto de revisión suponga desplazar los objetivos, penalizando con ello a los pequeños fabricantes, que no podrán invertir en nuevas tecnologías que quizá tan solo tres años más tarde no cumplan ya con los criterios de la etiqueta ecológica. Pero para la Comisión Los criterios deben tener una duración limitada. Ellos (el Parlamento Europeo y el Consejo) necesitarán revisarlos, pero no modificarlos....Si se parte de bosques sostenibles se pueden reducir las emisiones sin necesidad de emplear nuevas tecnologías.