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Laboratorio europeo de proyectos sobre hidrógeno: perspectiva para Islandia

Representantes de Islandia han expresado su deseo de constituir una "sociedad del hidrógeno" y han recalcado el papel que desempeñaría el país en el desarrollo y amplia aceptación de las tecnologías de pilas de combustible. El 14 de octubre, con motivo de una jornada sobre en...

Representantes de Islandia han expresado su deseo de constituir una "sociedad del hidrógeno" y han recalcado el papel que desempeñaría el país en el desarrollo y amplia aceptación de las tecnologías de pilas de combustible. El 14 de octubre, con motivo de una jornada sobre energía convocada en Bruselas por la Misión islandesa ante la Unión Europea, políticos, investigadores e industriales de la isla atlántica hicieron hincapié en el papel clave de ese país como socio en proyectos de tecnología del hidrógeno. Islandia, que ya está participando, en este ámbito, en varias actividades financiadas con fondos comunitarios, busca ampliar los vínculos de cooperación una vez se publiquen, próximamente, las convocatorias de propuestas correspondientes al VI Programa Marco. Jón Skúlason es director general de "Icelandic New Energy Ltd." (INE), socio del proyecto comunitario ECTOS, encaminado a demostrar el empleo de pilas de combustible en una flota de tres autobuses de hidrógeno en Reikiavik. Durante la manifestación hizo la siguiente declaración: "Islandia puede convertirse en el futuro laboratorio de proyectos sobre hidrógeno. Cooperando con la UE y la industria será posible crear la primera auténtica 'sociedad del hidrógeno". De hecho, la función de Islandia va mucho más allá de la mera demostración. El país ha sido elegido por la UE como la opción ideal para dar cabida a un ejercicio integral de evaluación del impacto socioeconómico de los autobuses de pilas de combustible, estudio éste que trazará el futuro de la política comunitaria en este ámbito. Los tres autobuses, de puesta en servicio prevista para la segunda mitad de 2003, totalizarán el cuatro por ciento de la flota total del país, esto es, una proporción difícil de alcanzar en otras zonas de Europa. La aceptación pública de la tecnología es incuestionable; así lo confirma una reciente encuesta social de la que se desprende que el 93 por ciento de los ciudadanos considera el hidrógeno como el combustible del futuro. Se calcula que, vista la concentración de la población en Reikiavik y en torno a la capital, sólo sería necesario convertir entre tres y seis estaciones de servicio para proporcionar a la mayoría de los consumidores el acceso diario necesario. No menos evidente es el apoyo del gobierno al liderazgo del país en las tecnologías del hidrógeno. Valgerdur Sverrisdóttir, ministra de Energía y Comercio, y ponente principal en la reunión, expresó su deseo de que la utilización de vehículos particulares con pilas de combustible se propagara en el plazo de 10 a 20 años. Tanto es el interés que ha despertado el combustible de hidrógeno que ha generado la proliferación de iniciativas nacionales e internacionales. INE, junto con sus socios industriales Shell y Norse Hydro, está midiendo la viabilidad y el impacto de la implantación de una gran infraestructura de hidrógeno en Islandia. A lo que cabe añadir otro proyecto, financiado por la UE y titulado "Fuel Cell Ship" (buque con pilas de combustible), que se encuentra actualmente estudiando la teoría del empleo de pilas de combustible en grandes buques. En un campo parecido, los responsables del ambicioso proyecto NAVIGEN confían en poder diseñar un buque pesquero propulsado por pila de combustible de hidrógeno, con el propósito último de crear la primera flota pesquera libre de emisiones del mundo. Entre varias ideas de proyectos, Islandia parece reunir todas las condiciones para materializar el objetivo de pasar a ser laboratorio de la tecnología del hidrógeno. Tal es el compromiso que suscita la producción de hidrógeno que, en realidad, ya se están llevando a cabo estudios de viabilidad para la exportación del exceso de combustible desde Islandia. Estando como está la demanda de energía "verde" en la UE, no sería de extrañar que algún día la energía proveniente de aquel enclave frío del Atlántico Norte ayudara a calentar nuestros hogares.

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