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Ciencia en beneficio de todos

El Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU) ha publicado un folleto que trata sobre las responsabilidades sociales de la comunidad científica mundial y los valores por los que se deberían regir las actividades de los científicos. Desde su fundación en 1931, con frecuenci...

El Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU) ha publicado un folleto que trata sobre las responsabilidades sociales de la comunidad científica mundial y los valores por los que se deberían regir las actividades de los científicos. Desde su fundación en 1931, con frecuencia se ha pedido al ICSU que se pronunciara en nombre de la comunidad científica acerca de cuestiones relacionadas con todas las vertientes de la ciencia. El nuevo folleto, que lleva por título «Freedom, Responsibility and the Universality of Science» («La libertad, la responsabilidad y la universalidad de la ciencia»), se publica tras algunos casos de falta de ética científica que tuvieron gran repercusión. En este folleto se explica el «principio de la universalidad de la ciencia», que se fundamenta en la no discriminación y la equidad. En opinión del ICSU, la universalidad ha sido un concepto crucial para el progreso de la ciencia. Significa que todos los científicos, con independencia de su origen, deben tener la oportunidad de participar en actividades científicas legítimas en pie de igualdad. Este concepto engloba también las nociones de libertad de movimiento, asociación, expresión y comunicación para los científicos, así como un acceso equitativo a los datos, la información y los materiales de investigaciones. Además de reafirmar la universalidad de la ciencia, en el folleto se definen el deber y las responsabilidades de todo científico. Para John Sulston, miembro del Comité del ICSU y ganador del Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 2002, esta definición de las responsabilidades era un elemento importante. «Es indispensable proteger las libertades de los científicos, pero también tenemos nuestras responsabilidades, para con nuestros colegas y la sociedad en general», afirmó. «Debemos asumir plenamente estas responsabilidades, para conservar la confianza de la sociedad en la ciencia y para aprovechar al máximo el potencial de ésta a fin de acometer los principales retos mundiales que afronta la sociedad.» Uno de los motivos de tratar la cuestión de la responsabilidad de la comunidad científica es que ésta misma reconoce la necesidad de mejorar su relación con las distintas partes interesadas de la sociedad, explicando, desarrollando y aplicando la agenda de la investigación. Dicha comunidad reconoce que, si bien ha obtenido numerosos logros beneficiosos a lo largo de la historia, como por ejemplo prolongar la esperanza de vida del ser humano, algunas de las tecnologías que están en proceso de desarrollo podrían tener efectos perjudiciales involuntarios en la gente y el medio ambiente. «En cierta manera, lo que se afirma en el folleto es simple, pero en realidad llegar a un consenso en torno a estos puntos resultó asombrosamente complicado», manifestó Bengt Gustafsson, presidente del «Comité para la Libertad y la Responsabilidad en la Práctica de la Ciencia» (CFRS) del ICSU, que produjo el susodicho folleto. «Esperemos que ahora ya contemos con un punto de partida para que los diversos sectores de la comunidad científica puedan establecer sus propias directrices, códigos deontológicos y prácticas con más especificidad, donde no los haya aún.» Con el paso de los años, el ICSU se ha destacado por defender a científicos víctimas de persecuciones. Por ejemplo, en la década de los ochenta apoyó a Andrei Sajarov cuando fue perseguido por las autoridades de la antigua URSS, por denunciar la falta de responsabilidad científica en aquella nación. Un grupo similar de organizaciones comprometidas se movilizaron en defensa de la Premio Nobel Wangari Maathai cuando fue encarcelada por criticar las prácticas medioambientales del gobierno de Kenia. Más recientemente, el ICSU respaldó al ingeniero ambiental ruso Alexander Nikitin, quien escribió por medio de una organización ambiental noruega sobre los peligros que planteaban los vertederos y submarinos nucleares de la Flota del Norte rusa.

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