Esperanzas para los millones de alemanes que padecen periodontitis Sólo en Alemania hay doce millones de personas que sufren periodontitis, una inflamación que puede acabar provocando la pérdida de dientes si no se trata adecuadamente. Esta inflamación se produce en los tejidos que rodean a los dientes y los sostienen y suele caracterizarse p... Sólo en Alemania hay doce millones de personas que sufren periodontitis, una inflamación que puede acabar provocando la pérdida de dientes si no se trata adecuadamente. Esta inflamación se produce en los tejidos que rodean a los dientes y los sostienen y suele caracterizarse por el sangrado de encías al cepillarse o al morder, por ejemplo, una manzana. La placa bacteriana de la dentadura ataca el hueso subyacente, a raíz de lo cual los dientes afectados pueden soltarse con el tiempo y, en el peor caso, desprenderse, al quedar desprovistos de unos cimientos sólidos que los retengan. Además, la periodontitis crea una vía de acceso por la que las bacterias causantes pueden propagarse por todo el organismo. Estas bacterias pueden ser agresivas y, en caso de alcanzar el torrente sanguíneo, causar daños en otro punto. Los expertos en la materia sospechan que existe un vínculo entre los patógenos causantes de la periodontitis y ciertos daños cardiovasculares capaces de provocar infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Con el fin de sanar el origen de la inflamación, en estos casos los dentistas eliminan los depósitos y cálculos formados en la superficie de los dientes, pero esto puede ser insuficiente para eliminar las bacterias más agresivas, que podrían requerir antibióticos. Se calcula que en la cavidad bucal se hallan setecientas especies de bacterias y se sabe que once de ellas provocan en concreto la enfermedad periodontal descrita, algunas de las cuales se consideran altamente patógenas. Si los biomarcadores correspondientes se encuentran en el surco gingival (el diminuto hueco que existe en torno a la base del diente), el paciente se encuentra expuesto a un riesgo elevado de sufrir una forma grave de periodontitis. La única forma de determinarlo es llevar a cabo un análisis bacteriano. El inconveniente radica en que los métodos que se emplean actualmente para identificar los patógenos son lentos y deben realizarse en laboratorios externos asociados. El análisis bacteriano convencional, basado en el cultivo microbiano, comporta el riesgo de que las bacterias mueran al entrar en contacto con oxígeno. Ahora un grupo de científicos alemanes ha desarrollado una innovadora plataforma de diagnóstico portátil que puede emplearse en una consulta odontológica para analizar ADN extraído de la dentadura e identificar los once patógenos más relevantes para la periodontitis en menos de treinta minutos, un tiempo muy inferior a lo habitual hasta ahora. Científicos del Instituto Fraunhofer de Terapia Celular e Inmunología (IZI) de Leipzig han colaborado con dos empresas, BECIT GmbH y ERT-Optik, para desarrollar un módulo «lab-on-a-chip», o «laboratorio en un chip», que han dado en llamar ParoChip. Próximamente este instrumento permitirá que dentistas y laboratorios microbiológicos preparen y analicen las muestras de bacterias con rapidez. Todas las etapas del proceso en cuestión -la multiplicación de las secuencias de ADN y su detección- se realizan directamente en la plataforma, que consiste en una tarjeta microfluídica en forma de disco cuyo diámetro es de unos seis centímetros. «Hasta ahora el análisis se prolongaba entre cuatro y seis horas. ParoChip lo hace en menos de treinta minutos. De este modo es posible analizar un número elevado de muestras en poco tiempo», aseguró el Dr. Dirk Kuhlmeier, científico del IZI. Las muestras de bacterias se extraen del lugar afectado con puntas de papel estériles (una especie de bastoncillos), y su ADN se aísla e inyecta en cámaras de reacción que contienen reactivos secos. Cada tarjeta está dotada de once cámaras de esta clase, en cada una de las cuales hay un reactivo específico para los once patógenos periodontales. El número total de bacterias se determina en una cámara adicional por reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Esta técnica permite obtener millones de copias de secuencias de ADN de patógenos, por escasas que éstas sean. Para poder provocar los cambios de temperatura extremadamente rápidos que se necesitan para la PCR, el chip de plástico con forma de disco se encuentra acoplado a un bloque térmico metálico con tres zonas térmicas diferenciadas y se hace girar mediante un mecanismo para que pase sobre dichas zonas. Así se genera una señal fluorescente que es medida por un dispositivo óptico conectado al sistema que cuenta con una sonda fluorescente, un fotodetector y un diodo láser. Una ventaja trascendental es que la señal posibilita no sólo cuantificar cada tipo de bacteria y, en consecuencia, determinar la gravedad de la inflamación, sino también establecer el número total de bacterias. Esta característica permite al médico ajustar el tratamiento antibiótico como corresponda. «Como el sistema de medición óptica conectado nos permite contar las bacterias, ParoChip también es apto para identificar otras causas bacterianas de infecciones, por ejemplo patógenos alimentarios o causantes de sepsis», señaló Kuhlmeier, quien además destacó otras ventajas de esta compacta plataforma de diagnóstico: «ParoChip permite saltarse muchos de los pasos manuales que son necesarios en los análisis bacterianos al uso. Los discos sintéticos son baratos de producir y se desechan una vez utilizados igual que los guantes de un uso.» Ya se dispone de un prototipo de ParoChip, el cual en principio está pensado para laboratorios clínicos, aunque también podría ser utilizado por dentistas, para realizar análisis de muestras tomadas de pacientes en su propia consulta.Para más información, consulte: Instituto Fraunhofer de Terapia Celular e Inmunología (IZI): http://www.izi.fraunhofer.de/fraunhofer-izi.html?&L=1 Países Alemania
