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Cuando se produce una catástrofe, los servicios de emergencia son los primeros en llegar. Para hacer frente a las crisis suele ser necesario que equipos distintos —bomberos, fuerzas de seguridad y personal paramédico— cooperen con rapidez y eficacia para salvar vidas.
Con el cambio climático aumentando la frecuencia y gravedad de las catástrofes naturales, como los incendios forestales, y la amenaza siempre presente de otras provocadas por el ser humano, como los graves accidentes de tráfico, la necesidad de apoyar y proteger a estos equipos nunca ha sido mayor.
De los drones a los pulsómetros
El objetivo del proyecto ASSISTANCE, financiado con fondos europeos, era ofrecer mayor protección a los servicios de emergencia al mejorar su conocimiento de la situación en cualquier catástrofe. Para lograrlo, el equipo del proyecto desarrolló y probó varios dispositivos de recopilación de datos, como dispositivos ponibles, robots y drones.
Los sensores incorporados incluían cámaras térmicas y detectores de gas para proporcionar información al instante sobre la toxicidad de cualquier punto crítico y ayudar a encontrar posibles víctimas. Los servicios de intervención inmediata también iban equipados con GPS y seguimiento de sus constantes vitales.
Esto permitió a estos equipos trabajar en los lugares de las catástrofes. «Se desplegó un enjambre de drones con puntos de acceso wifi integrados para mejorar la cobertura de la red en zonas con mala señal», explica el coordinador del proyecto ASSISTANCE, Federico Carvajal, de la Universidad Politécnica de Valencia (España).
Además, se desarrollaron prototipos de drones para detectar en las inmediaciones la presencia de drones potencialmente hostiles, que podrían estar intentando dañar infraestructuras u obstaculizar las labores de rescate, situaciones que podrían producirse tras un atentado terrorista.
También se utilizaron sensores para ayudar a detectar zonas tan dañadas que la evacuación de emergencia podría no ser posible, así como para proporcionar orientación sobre rutas de evacuación más seguras.
Los datos de todos estos sensores —como vídeo en directo, localización de personas y objetos, identificación de rutas de evacuación viables y cobertura de redes «ad hoc»— se integraron después en una plataforma centralizada de conocimiento de la situación. Desde ella, pueden difundirse los detalles fundamentales a los distintos servicios de emergencia y así proporcionarles información pormenorizada y específica sobre cualquier situación de emergencia.
La tecnología ayuda a los servicios de intervención inmediata a coordinar sus acciones con rapidez y eficacia. «Queríamos tener en cuenta los distintos tipos de crisis que cada organización de intervención inmediata debe afrontar», añade Carvajal.
Aumentar la resiliencia del personal de emergencia
El equipo del proyecto también pretendía aumentar las capacidades de los servicios de intervención inmediata, mediante módulos de formación mejorados con realidad virtual, mixta y aumentada. «El objetivo era ofrecer un conjunto de módulos de formación adaptados a las necesidades de los servicios de intervención inmediata y basados en incidentes reales», explica Carvajal. Las organizaciones de intervención inmediata crearon y probaron una red de formación con realidad virtual.
Carvajal y su equipo confían en que la plataforma de conocimiento de la situación y la red de formación con realidad virtual del proyecto repercutan significativamente en el aumento de la resiliencia de los servicios de emergencia. «La plataforma se ha creado específicamente para aumentar la protección y la eficacia de los servicios de intervención inmediata y se basa en necesidades reales compartidas por estos usuarios finales», señala.
«Los equipos de emergencia pueden ahora trabajar juntos de forma más eficaz para mitigar las crisis y en condiciones de trabajo más seguras. De este modo, los ciudadanos perjudicados por una crisis recibirán una mejor asistencia. De hecho, las poblaciones potencialmente afectadas por catástrofes, como inundaciones e incendios forestales, estarán mejor protegidas, porque los servicios de intervención inmediata estarán mejor preparados».
Según afirma Carvajal, varias de las innovaciones tecnológicas desarrolladas y probadas en ASSISTANCE ya se están comercializando: «Las organizaciones de intervención inmediata también debaten la posibilidad de asegurar contratación precomercial y adaptar algunos de los resultados del proyecto a sus necesidades específicas».
Los prototipos creados en el marco de ASSISTANCE también se están perfeccionando, y los resultados del proyecto se están utilizando para mejorar los productos existentes e identificar nuevas posibilidades.