European Commission logo
español español
CORDIS - Resultados de investigaciones de la UE
CORDIS

Article Category

Article available in the following languages:

Se acabaron los chatbots, llegan los «deadbots»

En un estudio de la Universidad de Cambridge se advierte sobre las consecuencias de los chatbots con inteligencia artificial que permiten hablar con los muertos.

Sociedad icon Sociedad

Desde crear un poema hasta contar un chiste, ya conocemos las infinitas posibilidades de los chatbots con inteligencia artificial (IA). Pero ¿y resucitar digitalmente a los muertos? Resucitar a los abuelos es espeluznante, ¿verdad? Los chatbots con IA conocidos como «deadbots» (bots muertos) o «griefbots» (bots del duelo) que simulan a personas muertas ya están aquí. Esto es posible gracias a la IA, que imita el lenguaje y la personalidad basándose en la conocida como «huella digital» de un ser querido fallecido. Los especialistas en ética de la Universidad de Cambridge expresan su preocupación. En un artículo publicado en la revista «Philosophy & Technology» se sostiene que la floreciente industria digital de la vida después de la muerte podría causar daños psicológicos a largo plazo.

El más allá digital

«Los rápidos avances de la IA generativa permiten que casi cualquier persona con acceso a internet y algunos conocimientos básicos pueda revivir a un ser querido fallecido —declaró a «The Guardian» Katarzyna Nowaczyk-Basińska, coautora del estudio e investigadora del Centro Leverhulme para el Futuro de la Inteligencia (LCFI, por sus siglas en inglés) de Cambridge—. Este ámbito de la IA es un campo de minas ético. Es importante dar prioridad a la dignidad del fallecido y garantizar que no se vea invadida por motivos económicos de servicios digitales para después de la muerte, por ejemplo». ¿Y si alguien compra un «deadbot» y lo ofrece como regalo para la posteridad? «Una persona puede dejar una simulación de IA como regalo de despedida a sus seres queridos que no estén preparados para procesar su duelo —afirmó Nowaczyk-Basińska en una nota de prensa de la Universidad de Cambridge—. Deben salvaguardarse por igual los derechos tanto de los donantes de datos como de quienes interactúan con los servicios para después de la muerte por IA».

Vivir como un fantasma digital

¿Pueden los destinatarios excluirse o desactivar el «deadbot»? «Las personas podrían desarrollar fuertes vínculos emocionales con tales simulaciones, lo que las haría especialmente vulnerables a la manipulación —explica el coautor, Tomasz Hollanek, también del LCFI—. Habría que estudiar métodos e incluso rituales para jubilar a los “deadbots” de forma digna. Esto puede significar un tipo de funeral digital, por ejemplo, u otras ceremonias dependiendo del contexto social». En el estudio se pide a los equipos de diseño que den prioridad a los protocolos de exclusión voluntaria. «Recomendamos protocolos de diseño que impidan que los “deadbots” se utilicen de forma irrespetuosa, como para hacer publicidad o tener una presencia activa en las redes sociales. Es vital que los servicios digitales para después de la muerte tengan en cuenta los derechos y el consentimiento no solo de quienes recrean, sino de quienes tendrán que interactuar con las simulaciones —añadió Hollanek—. Estos servicios corren el riesgo de causar una enorme angustia a las personas si se ven sometidas a persecuciones digitales no deseadas por parte de recreaciones de IA alarmantemente precisas de las personas que han perdido. El posible efecto psicológico, sobre todo en un momento ya difícil, podría ser devastador». Tal y como advirtió Nowaczyk-Basińska: «Tenemos que empezar a pensar ya en cómo mitigar los riesgos sociales y psicológicos de la inmortalidad digital, porque la tecnología ya está aquí».

Palabras clave

IA, chatbot, deadbot, fallecido, después de la muerte, más allá digital, difuntos, griefbot, duelo, funeral