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Un informe aborda los derechos de reproducción relacionados con la conservación digital

Un informe del grupo de expertos de alto nivel de la UE sobre las bibliotecas digitales ha hecho un llamamiento a los Estados miembros para que establezcan mecanismos voluntarios para facilitar la digitalización y ofrezcan acceso a obras de ediciones agotadas o cuyo titular de...

Un informe del grupo de expertos de alto nivel de la UE sobre las bibliotecas digitales ha hecho un llamamiento a los Estados miembros para que establezcan mecanismos voluntarios para facilitar la digitalización y ofrezcan acceso a obras de ediciones agotadas o cuyo titular de los derechos de reproducción se desconozca. En 2005, la Comisión Europea creó la Biblioteca Digital Europea, una iniciativa que pretende animar a los Estados miembros a que digitalicen, conserven y pongan su patrimonio cultural a disposición de todos. Se estima que para 2008 se podrá acceder a través de la Biblioteca Digital Europea a dos millones de libros, películas, fotografías, manuscritos y otros documentos culturales. Se espera que esta cifra aumente hasta al menos seis millones para 2010, momento en el que probablemente cada biblioteca, archivo y museo de Europa podrá conectar su contenido digital a la Biblioteca Digital Europea. Sin embargo, hacer que los recursos de las bibliotecas y los archivos europeos estén disponibles en Internet no es un proceso fácil. El informe publicado el 18 de abril por el grupo de expertos recomienda a los Estados miembros que actúen especialmente en dos ámbitos concretos. El primero está relacionado con obras en las que no se puede identificar o localizar a los titulares de los derechos de reproducción («obras huérfanas»). Tanto los materiales de texto físico como los audiovisuales incluyen una gran cantidad de obras cuyos derechos de reproducción no están claros. A menudo esto ha acarreado problemas a las bibliotecas, museos y archivos a la hora de cumplir sus deberes de conservación y difusión. En el caso de las «obras huérfanas», los autores del informe sugieren que los Estados miembros deberían establecer mecanismos que permitan la utilización de estas obras para propósitos no comerciales. Estos mecanismos deberían cubrir todo tipo de obras huérfanas y pedir a los usuarios que realicen una búsqueda de buena fe de los titulares de los derechos de reproducción antes de utilizar el material. También se debería animar a los Estados miembros a reconocer mecanismos ya existentes en otras partes de la UE con el fin de asegurar la continuidad transfronteriza. El material que se pueda utilizar legalmente en un Estado miembro también debería ser legal en cualquier parte. El segundo ámbito que aborda el informe es el material de ediciones agotadas. Se propone un modelo de licencia destinado principalmente a las bibliotecas, diseñado de tal modo que pueda adaptarse a diferentes modelos y regímenes jurídicos de toda la UE. Con la licencia se otorga a las bibliotecas el derecho no exclusivo e intransferible de digitalizar materiales y ponerlos a disposición de los usuarios en redes cerradas. Sin embargo, el autor o editor mantiene los derechos de reproducción de la obra y puede revocar la licencia en cualquier momento. En el caso de que se extraiga más del 10% del material con licencia, la biblioteca tiene derecho a pedir un reembolso de sus costes. Los autores del informe apelaron a la Comisión para que corra la voz acerca del modelo de licencia y anime a los Estados miembros a que lo adopten. La Comisaria de la Sociedad de la Información y los Medios de Comunicación, Viviane Reding, comentó sobre el informe la importancia de resolver las cuestiones de derechos de reproducción que se destacaban en aquél para hacer realidad el objetivo de la Biblioteca Digital Europea. «Por tanto, seguiré con gran interés las recomendaciones realizadas por el grupo de alto nivel para ver la mejor forma de que las apliquen la Comisión Europea, los Estados miembros y las partes interesadas. Tras los debates mantenidos hasta ahora, para mí un enfoque basado en acuerdos generales entre bibliotecas y titulares de derechos de reproducción parece muy prometedor, si es capaz de convertir los intereses del usuario en una prioridad.»