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Más cerca de una vacuna contra la leishmaniasis

Con el fin de detener el calentamiento global, la Unión Europea se ha comprometido a reducir su consumo energético, promover las energías renovables y aplicar el régimen de comercio de derechos de emisión. Pero el calentamiento del planeta ha planteado varios otros problemas. ...

Con el fin de detener el calentamiento global, la Unión Europea se ha comprometido a reducir su consumo energético, promover las energías renovables y aplicar el régimen de comercio de derechos de emisión. Pero el calentamiento del planeta ha planteado varios otros problemas. En 2007 se produjo en la provincia de Rávena (Italia) un brote de fiebre de chikungunya que despertó la inquietud de las autoridades sanitarias. Así, el riesgo de que penetren en Europa enfermedades exóticas de transmisión vectorial se ha convertido en un tema candente. De hecho, en todos los países meridionales de Europa se han registrado recientemente brotes de leishmaniasis, concretamente 700 casos humanos autóctonos cada año (3 950 si se incluye a Turquía). La leishmaniasis es una enfermedad transmitida por la picadura de la hembra del insecto llamado flebotomo. Los síntomas posibles de la leishmaniasis cutánea son disnea, llagas en la piel que pueden devenir en úlceras cutáneas, congestión nasal, diarrea, fiebre, vómitos y fatiga, entre otros. La enfermedad en sí no resulta mortal pero sí que puede provocar la muerte si se suma a otras infecciones concomitantes. La propagación de la enfermedad está supeditada a varios factores de riesgo, siendo el clima uno de ellos. Las estrategias de tratamiento actuales conllevan la administración de varios fármacos cuyo uso puede generar resistencia. Asimismo, los tratamientos existentes suelen resultar excesivamente caros para el nivel de renta de las naciones afectadas. Para hacer frente a este problema, un consorcio internacional de siete entidades procedentes de países con zonas donde la enfermedad es endémica pusieron en marcha el proyecto RAPSODI, que está financiado con fondos europeos a través del Séptimo Programa Marco (HEALTH-2007-2.3.4-2). Su propósito es desarrollar una vacuna eficaz y segura que active una respuesta inmunitaria de protección general contra todas o casi todas las especies del mundo de Leishmania, el microorganismo que provoca la leishmaniasis. Se pretende, pues, obtener una única vacuna que proteja frente a los distintos fenotipos clínicos, es decir, los correspondientes a las variantes visceral, cutánea y mucocutánea de este mal. Además, RAPSODI pretende planear todos los ensayos asociados necesarios para los posteriores ensayos clínicos, por ejemplo la selección de los pacientes adecuados y la evaluación de la eficacia de la vacuna. Por el momento no se dispone de una vacuna para humanos, pero el equipo del proyecto ya ha creado un protocolo común para el diagnóstico de la enfermedad, favoreciendo así la conformación de una visión común sobre el problema global de la leishmaniasis pero teniendo en cuenta las singularidades en cada región. El proyecto ha servido para reforzar la comunidad científica, a países en vías de desarrollo y las capacidades técnicas en cuanto a la investigación sobre el desarrollo de vacunas que permitan controlar la leishmaniasis.Para más información, consulte: RAPSODI: http://www.fp7-rapsodi.eu/48/