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La dieta y su relación con las discusiones de pareja

No cabe duda de que la dieta influye en la salud y los niveles de energía, pero también podría afectar a las relaciones. Un estudio reciente publicado esta semana sugiere que un nivel bajo de glucosa en la sangre podría aumentar la agresividad y las discusiones entre cónyuges....

No cabe duda de que la dieta influye en la salud y los niveles de energía, pero también podría afectar a las relaciones. Un estudio reciente publicado esta semana sugiere que un nivel bajo de glucosa en la sangre podría aumentar la agresividad y las discusiones entre cónyuges. Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus, la Universidad de Kentucky y la Universidad de Carolina del Norte (todas en Estados Unidos) contaron con ciento siete parejas casadas a las que suministraron medidores de glucosa en sangre, muñecos de vudú en representación de su cónyuge y cincuenta y un alfileres con el fin de registrar tanto sus niveles de glucosa como su ira durante un periodo determinado de tiempo. Según se informa en un artículo de la revista Science, las parejas midieron durante veintiún días su concentración de glucosa en sangre por la mañana antes de cada desayuno y por la noche antes de acostarse. Además evaluaron su nivel de enfado con su pareja al final de cada día registrando cuántos alfileres de los cincuenta y uno suministrados habían clavado en su muñeco de vudú antes de ir a la cama. Tras los veintiún días del experimento, se midieron sus niveles de agresividad en un entorno de laboratorio. En Live Science se muestra con más detalle las actividades llevadas a cabo en este entorno. «En la segunda fase del experimento, los participantes se enfrentaron a sus parejas y aquel que pulsara el botón antes tras encenderse un cuadrado rojo en la pantalla de un ordenador ganaba. Cada victoria otorgaba el derecho de someter a su pareja a ruidos a través de unos auriculares». Los sonidos desagradables eran unas uñas arañando una pizarra, sirenas de ambulancias y un torno dental. El estudio permitió descubrir que, tanto en el hogar como en el laboratorio, aquellos con menos glucosa en sangre mostraban más agresividad e ira hacia su cónyuge. De hecho, tal y como se indica en Live Science, los participantes en el estudio que presentaban menos glucosa en sangre clavaron más del doble de alfileres en el muñeco que los que tenían las mayores concentraciones de glucosa. La razón de este comportamiento, según el resumen del estudio, publicado en Internet en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), es la siguiente: «Los impulsos agresivos precisan energía, y la mayor parte de esta energía se extrae de la glucosa sintetizada a partir de los alimentos que se consumen». No obstante, este descubrimiento no resulta en exceso sorprendente para gran parte de la comunidad científica. Investigaciones anteriores habían identificado esta relación entre una concentración baja de glucosa y un autocontrol deficiente. La revista Science cita al psicólogo David Benton de la Universidad de Swansea (Reino Unido), quien explica que el descubrimiento «no resulta especialmente sorprendente. La obtención de una única medición de una respuesta dinámica en distintos momentos en distintos individuos aporta poca información». Sorprendente o no, el autor del estudio, Brad Bushman, resume su investigación en un consejo matrimonial fundamental para los lectores de Live Science: «Asegúrese de no tener hambre antes de mantener una conversación comprometida con su pareja, pues aquellos con más hambre suelen mostrar también más ira».Para más información, consulte: Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) http://www.pnas.org/content/early/2014/04/09/1400619111