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PHYSICAL ACTIVITY THROUGH SUSTAINABLE TRANSPORT APPROACHES

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La movilidad activa se combina con el transporte en las ciudades más saludables

La mayoría de las personas sigue sin realizar suficiente ejercicio, mientras que las ciudades siguen afrontando problemas relacionados con el transporte. El fomento de la movilidad activa constituye un modo realista de que los ciudadanos realicen suficiente ejercicio como para mantener un buen estado de salud y mejora la calidad de vida en las ciudades.

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Los gobiernos son plenamente conscientes de las crecientes amenazas para la salud pública de la obesidad y los problemas médicos asociados a ella. Las autoridades a menudo responden fomentando la actividad física a través del deporte y el ocio, pero tales enfoques han resultado ser ineficaces. No todo el mundo está dispuesto o puede realizar dichos tipos de ejercicio. La promoción de la movilidad activa (caminar, desplazarse en bicicleta únicamente o en combinación con el transporte público) es una solución alternativa para aumentar la actividad física que, además, contribuye a alcanzar los objetivos de planificación del transporte. En comparación con el deporte, la movilidad activa requiere menos tiempo y motivación, y atrae a un grupo mayor de personas; además, se puede integrar fácilmente en la vida cotidiana. La situación en Europa Las ciudades europeas por lo general se ven como lugares favorables para caminar y andar en bicicleta. No obstante, se observan diferencias considerables según la zona del continente y en algunas regiones muy pocas personas caminan o andan en bicicleta. El proyecto financiado con fondos europeos PASTA estudió medidas para fomentar la movilidad activa, así como sus beneficios para la salud y su eficacia realizando una comparación entre siete ciudades (Amberes, Barcelona, Londres, Örebro, Roma, Viena y Zúrich). El estudio también valoró los riesgos asociados, como la contaminación y el tráfico. Los resultados indicaron que, incluso en las ciudades con un alto número de personas que caminan o andan en bicicleta, la movilidad activa todavía no se implementa plenamente. Según la responsable del proyecto, Elisabeth Raser, las políticas y objetivos por sí solos no garantizan resultados. «Hemos comprobado que el cambio requiere voluntad política, valor y cooperación entre las diferentes partes interesadas», señala. Nuevas soluciones Para contribuir a mejorar la situación, el equipo hizo una encuesta entre 61 partes interesadas de las 7 ciudades y recopiló 138 propuestas de fomento de la movilidad activa. La mayoría se refería al desarrollo de la infraestructura o el entorno social. Otras categorías mencionadas fueron la política estratégica o la reglamentación y legislación. El equipo de PASTA también destacó ocho ejemplos europeos de buenas prácticas que se han implementado satisfactoriamente. Durante dos años, los investigadores realizaron un estudio longitudinal que contó con la participación de más de 10 000 personas. Llegaron a la conclusión de que la movilidad activa incrementa los niveles de actividad física y reduce las emisiones asociadas al transporte. Los efectos positivos del aumento del ejercicio, ya fuese caminando o andando en bicicleta, superaron asimismo el daño potencial provocado por la contaminación atmosférica o el riesgo de accidentes. La modelización indicó una relación entre la extensión de las redes ciclistas y la cantidad de actividad ciclista. Respecto a la salud, lo ideal sería que todas las calles dispusieran de cierta infraestructura ciclista. El equipo de PASTA descubrió que una ampliación de un 10 % en la extensión de las redes ciclistas existentes permitiría a los gobiernos alcanzar la mejor relación entre inversión y beneficios. El trabajo del proyecto mostró que quienes andan regularmente en bicicleta suelen tener un índice de masa corporal inferior a los conductores. Además, un 90 % de los ciclistas llega a los niveles recomendados de actividad física diaria, frente a tan solo un 29 % de las personas no ciclistas. Si las 167 ciudades europeas alcanzasen una tasa de ciclismo de alrededor del 25 %, se podrían evitar cada año cerca de 15 000 muertes prematuras. Por último, el equipo también aportó una revisión de la herramienta de «software» de la Organización Mundial de la Salud que evalúa los beneficios económicos y para la salud del ejercicio. Los nuevos módulos desarrollados por el equipo de PASTA se centran en la contaminación atmosférica, las colisiones y el carbono. Investigación continuada para impulsar la movilidad activa «Pudimos recopilar uno de los mayores conjuntos de datos existentes en el ámbito del transporte y la salud», señala Raser. No obstante, durante el proyecto no se pudieron analizar todos los factores. Por consiguiente, aunque el proyecto PASTA haya concluido, los miembros del equipo seguirán analizando los datos y presentando resultados del proyecto. El proyecto PASTA confirmó que la movilidad activa es un modo eficaz y popular de aumentar las tasas de ejercicio de la población. En el futuro es posible que las vías verdes y las pistas ciclistas complementen a los elementos más tradicionales de la infraestructura sanitaria.

Palabras clave

PASTA, ejercicio, salud, andar en bicicleta, caminar, actividad física, movilidad activa

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