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Carabids as biocontrol agents for slugs in Oregon and Ireland - a novel and interdisciplinary approach to determine key malacophagous species and beneficial management options

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Evaluación de los escarabajos de la familia «Carabidae» como agentes de control biológico de babosas y otras plagas

El control biológico por conservación, que aprovecha la depredación natural para controlar plagas agrícolas, es respetuoso con el medio ambiente, a diferencia de los plaguicidas tóxicos. En el proyecto CaraSlug se investiga el empleo de coleópteros carábidos para el control de babosas.

Alimentos y recursos naturales icon Alimentos y recursos naturales

Las babosas ponen en peligro especies vegetales de cultivo como la patata, el trigo, las brasicáceas, las fresas y la soja en todo el mundo. Estas plagas provocan un daño económico considerable, sobre todo en países con climas templados y húmedos. Las medidas de control actuales son caras, tóxicas para los organismos no objetivo y el medio ambiente en general, inviables para áreas grandes o solo tienen éxito contra especies concretas. Además, dado que las babosas se encuentran frecuentemente en el suelo, lo que las protege de los agentes de control, las aplicaciones únicas no suele ser eficaces. En el proyecto CaraSlug, que contó con el respaldo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, se investigó si los carábidos, uno de los depredadores naturales de las babosas, podrían emplearse como agentes de control biológico. «Si bien la tasa de depredación de los coleópteros carábidos sobre las babosas fue decepcionantemente baja, los resultados fueron más prometedores para otras plagas, como las orugas y las larvas de tipúlidos», comenta Inga Reich, beneficiaria de una beca individual de investigación Marie Skłodowska-Curie en la Universidad Nacional de Irlanda en Galway, la entidad anfitriona del proyecto. Ya se ha publicado un artículo científico en la revista «Insects», y se está trabajando en otros tres, en los que se incluye la observación de la depredación de carábidos sobre presas alternativas, como colémbolos o lombrices de tierra.

Evaluación de las características de los escarabajos

El proyecto CaraSlug seleccionó los carábidos no solo porque son los enemigos naturales de las babosas, sino también porque a menudo son abundantes en los agroecosistemas y porque distintas especies están activas en diferentes épocas del año, lo cual es muy beneficioso dado que las babosas pueden provocar daños durante todo el año. En el proyecto CaraSlug se analizaron comunidades de carábidos en Oregón (los Estados Unidos), en diez campos de cultivo de semillas de gramíneas gestionados de manera diferente: con o sin labranza y con márgenes del cultivo con o sin vegetación. Esto permitió al equipo determinar qué opciones de gestión funcionaban mejor para las especies de carábidos que se alimentan de babosa, o de orugas y larvas de tipúlidos, que también se investigaron. El muestreo se llevó a cabo cada dos semanas durante quince meses. Los escarabajos se capturaron empleando trampas de caída, dispuestas en dos filas por campo, una cerca del margen y otra a setenta metros dentro del campo. Cada fila incluía cinco puntos de muestreo, cada uno con cuatro trampas de caída y una trampa de refugio para determinar la prevalencia de plagas. Tras el muestreo, los escarabajos se sacrificaron empleando hielo seco y, a continuación, se identificaron en el laboratorio. Se extrajo ADN del intestino de los escarabajos y se analizó mediante una reacción en cadena de la polimerasa cuantitativa (PCRq) para detectar material genético de babosas y otras plagas. También se llevó a cabo una secuenciación de nueva generación del ADN extraído para obtener información sobre la dieta general de los escarabajos. En este sentido, se detectó la existencia de depredación de plagas, pero a una tasa más baja de lo predicho. Los ensayos de alimentación se llevaron a cabo con la especie de coleóptero carábido más común, «Nebria brevicollis», que fue responsable de la mayor parte de la depredación de babosas según los datos de PCRq. Los escarabajos fueron privados de alimento durante siete días antes de presentarles juveniles y huevos de babosa, luego se les dejó durante cuatro días. Ni las babosas ni sus huevos fueron devorados, lo que sugiere que los resultados positivos para la PCRq se debían posiblemente más al carroñeo que a la depredación. «Descubrimos que “Nebria brevicollis” se alimentaba de otras plagas, orugas y larvas de tipúlidos durante su emergencia otoñal. Dado que la emergencia coincide con el momento de la siembra de semillas de gramíneas, esta podría ayudar a retrasar el crecimiento poblacional de estas plagas hasta que el cultivo sea menos susceptible a los daños», explica Reich.

Un sector agroalimentario sostenible

Los plaguicidas son perjudiciales para el medio ambiente y la salud humana. CaraSlug se propone promover el objetivo de la Unión Europea de crear un sector agroalimentario sostenible y desarrollar un método alternativo de control de plagas. El equipo evaluará adicionalmente el efecto de «N. brevicollis» sobre la fauna invertebrada autóctona de los campos de cultivo de semillas de gramínea de Oregón. Además, se completarán los resultados del trabajo llevado a cabo en Irlanda para determinar la influencia de la intensidad del sistema de producción agrícola en babosas y carábidos. Este trabajo, centrado en las larvas, se retrasó por la pandemia de coronavirus.

Palabras clave

CaraSlug, babosa, carábido, escarabajo, plagas, conservación, especies vegetales de cultivo, depredación, control biológico, orugas, larvas de tipúlidos, semillas de gramíneas, ADN, PCRq

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