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BIOengineered grafts for Cartilage Healing In Patients (BIO-CHIP)

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«De la nariz a la rodilla»: una forma novedosa de reparar las articulaciones de rodilla

El cartílago de la nariz resulta sorprendentemente útil para reparar lesiones en la rodilla y puede ser más eficaz que los métodos tradicionales.

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Los daños en el cartílago de la rodilla pueden causar dolor e incapacidad. Un grupo de científicos del proyecto BIO-CHIP ha desarrollado una técnica «de la nariz a la rodilla» que utiliza cartílago extraído de la zona situada entre los orificios nasales para reparar lesiones en el cartílago de la rodilla. «Realizamos una pequeña biopsia en el tabique nasal con anestesia local», explica Anke Wixmerten, coordinador de este proyecto financiado con fondos europeos. «Aislamos las células obtenidas a partir de esa biopsia y las cultivamos en el laboratorio. Una vez que hemos cultivado una cantidad suficiente de células, generamos un gran injerto de cartílago que puede ser implantado en la rodilla». Wixmerten, responsable de garantía de calidad y asuntos normativos del Departamento de Biomedicina de la Universidad de Basilea (Suiza), añade: «Actualmente están disponibles diversos tratamientos basados en células para la reparación del cartílago, pero estos tejidos no pueden compararse con el cartílago nasal».

Reparación de microfracturas

Nuestro método presenta otra ventaja. «Se demostró en el laboratorio que las células del cartílago nasal son más eficientes en cuanto a la proliferación que las células de la articulación, y producen cartílago de buena calidad», afirma Wixmerten. «Sus propiedades son más reproducibles y, por consiguiente, la calidad del cartílago es menos variable». El proceso permite crear tejido de hasta doce centímetros cuadrados y tratar un defecto de hasta ocho centímetros cuadrados. Estas grandes áreas de daños no pueden tratarse de manera exitosa mediante el procedimiento habitual conocido como «microfractura», en el cual se realizan pequeñas perforaciones en la superficie ósea de la articulación para atraer células madre de la médula ósea que reparen el cartílago. La microfractura funciona bien a corto plazo, pero el cartílago reparado es de baja calidad y habitualmente vuelve a manifestarse dolor con el paso del tiempo. «Hay que fijarse en los resultados a largo plazo (hasta cinco años o más) para ver si el tejido realmente mejora», señala Wixmerten. Y añade: «La microfractura funciona mejor en pacientes jóvenes con defectos pequeños, de hasta unos 2 a 4 centímetros cuadrados. Sin embargo, los defectos de mayor tamaño y las reintervenciones en los pacientes cuyo tratamiento quirúrgico ha fracasado constituyen todavía un reto». Se inscribió a más de cien pacientes en el ensayo clínico de fase II del Hospital Universitario de Basilea y otros cuatro centros clínicos. De ellos, noventa y ocho recibieron el tratamiento «de la nariz a la rodilla». Se está evaluando a los pacientes uno y dos años después del tratamiento.

Vídeos de voleibol

«Hasta el momento hemos visto que el procedimiento es seguro y que la mayoría de los pacientes se benefician considerablemente del tratamiento», explica Wixmerten. Las puntuaciones clínicas de la movilidad posterior a la intervención autoevaluada por los pacientes aumentaron significativamente y estos pudieron volver a practicar sus deportes favoritos. «Nuestros pacientes nos han enviado vídeos e imágenes en los que se les veía practicando snowboarding, esquiando, jugando al voleibol o corriendo solo un año después de la intervención», añade. Por motivos normativos, solamente se incluyó en el ensayo clínico a pacientes más jóvenes de hasta 65 años. «Esperamos que, con la reparación de las lesiones del cartílago, se pueda reducir o posponer el riesgo de desarrollar artrosis», explica Wixmerten. Ahora el equipo tiene una autorización temporal en Suiza para incluir a pacientes con artrosis patelofemoral, producida por un desgaste del cartílago de detrás de la rótula, y para usar el procedimiento en otras articulaciones como el codo o el hombro. La artrosis es un trastorno complicado porque habitualmente viene acompañado de inflamación. «Sabemos que el tejido producido en el laboratorio a partir de cartílago nasal puede resistir la inflamación mejor que el cartílago producido artificialmente a partir de las articulaciones, al menos en entornos experimentales. Por ello, creemos que podría funcionar para la artrosis», concluye Wixmerten.

Palabras clave

BIO-CHIP, nariz, rodilla, rótula, artrosis, cartílago, lesión, microfractura

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