Clave antioxidante a la supervivencia nuclear
Hay bacterias capaces de adaptarse al estrés radiactivo. Su breve tiempo de generación les confiere el perfil idóneo para servir de objeto de estudio de los sistemas de protección celular y control genético de variabilidad que hacen posibles la resistencia y la supervivencia. En los suelos contaminados se registra una disminución generalizada del número y de la variedad de bacterias. Las bacterias responsables de la fermentación de celulosa, nitrificación y reducción del sulfato acusan una bajada vertiginosa. Mientras que Bacillus cereus es la bacteria heterotrófica dominante, las bacterias metilotróficas facultativas como Methylobacterium extorquens y Methylobacterium mesophilicum están presentes por igual en las muestras contaminadas y de control. Las cepas de Methylobacterium y Bacillus aisladas de la zona contaminada presentan altos niveles de actividad de superóxido dismutasa si se comparan con otras bacterias heterotróficas. Son bacterias muy resistentes al peróxido de hidrógeno y en las que la luz ultravioleta tiene un efecto mutagénico muy limitado. Por lo que se ha podido comprobar, las enzimas antioxidantes preservan las células de la radiación; además, podría intervenir una capacidad superior de reparación del ADN. La información recabada mediante estos organismos se trasladará al tratamiento de humanos y animales expuestos a la contaminación radiactiva.