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Reportaje - Una red para marcar el futuro de la computación

La Ley de Moore, formulada por el cofundador de Intel, Gordon E. Moore, que afirma que el número de transistores en un chip se dobla aproximadamente cada dos años, se viene cumpliendo desde hace medio siglo. Por esta razón, en la actualidad cualquiera lleva en el bolsillo un teléfono móvil cuya potencia de procesamiento, en la década de los sesenta, sólo era posible en un ordenador del tamaño de una casa. No obstante, la Ley de Moore empezará a aproximarse a su límite en torno a 2020: las leyes físicas acabarán por poner freno a una densidad mayor de transistores y otros factores como la temperatura, el consumo de energía y el coste reducirán incluso antes esta progresión en el rendimiento.

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Al mismo tiempo se está produciendo una explosión de información en la que humanos y máquinas generan, almacenan, comparten y utilizan cantidades cada vez mayores de datos en formatos diversos y mediante múltiples dispositivos que precisan procesadores cada vez más potentes y eficientes desde el punto de vista energético. Cabe preguntarse, por tanto, de qué modo atenderán los sistemas informáticos esta demanda creciente ante la posibilidad de que se alcance el límite previsto por Moore. Sin duda se trata de una cuestión sin una solución clara pero en la que trabaja intensamente un equipo de investigadores europeos gracias en gran medida a Hipeac (1), una «Red de excelencia» compuesta por agentes académicos e industriales que desde 2004 contribuye a dirigir la investigación europea sobre sistemas informáticos. La red, en la actualidad en su tercera materialización y financiada con 3,8 millones de euros por la Comisión Europea, se ha situado como la más notoria y transcendente de Europa dedicada a los sistemas informáticos. «Hipeac se creó con tres objetivos fundamentales: reunir al entorno académico y a la industria, aunar a desarrolladores de hardware y de software y crear una comunidad real y visible para quienes se dedican a los sistemas informáticos en Europa. En estos y muchos otros frentes sin duda hemos logrado lo que nos propusimos», afirmó Koen De Bosschere, profesor del Laboratorio de Sistemas Informáticos de la Universidad de Gante (Bélgica) y coordinador de la red Hipeac. A los congresos y eventos de esta red dedicados a la creación de redes acuden centenares de investigadores académicos y representantes industriales de dentro y fuera de Europa. Sus escuelas de verano, talleres y becas de intercambio entre universidades contribuyen a formar a investigadores en ámbitos nuevos y emergentes de la teoría y la tecnología de los sistemas informáticos. Además, el plan de acción bianual de la red se ha convertido en una directriz que sirve de patrón para la canalización de inversiones tanto en el sector público como en el privado. «Ya contamos con entre treinta y cuarenta proyectos sobre sistemas informáticos con los que colaboramos. Los investigadores participantes acuden a nuestros eventos, los cuales se han situado entre los acontecimientos más importantes del sector, para entablar contactos e incluso han surgido varios proyectos a partir de la comunicación entre asistentes a nuestros congresos», manifestó el profesor De Bosschere. Como ejemplo de ello se refirió al proyecto Eurocloud, que comenzó en 2010 con una financiación de 3,3 millones de euros aportados por la Comisión Europea. Bajo la coordinación del diseñador de microprocesadores ARM del Reino Unido, este proyecto desarrolla servidores en un chip que emplean un sistema de varios núcleos ARM e integran DRAM 3D con el fin de reducir el consumo y el coste energético de los centros de datos hasta en un 90 %. La idea para el proyecto surgió en un congreso de Hipeac celebrado en 2009 en Chipre, según el profesor De Bosschere. «Está quedando de manifiesto la gran utilidad de este tipo de oportunidades para entablar contactos por lo que se refiere a estimular la colaboración y la innovación.» Un plan de acción con retos y oportunidades para Europa Al mismo tiempo, el plan de acción de Hipeac, del que se publicará una nueva versión este año, se ha convertido en un manual extraoficial sobre el futuro de la investigación sobre sistemas informáticos en Europa. «No se planteó con esta función, pero llegó a manos de la Comisión, ésta lo consultó con la industria, consideró que los retos identificados eran correctos y comenzó a aplicarlo para enfocar la financiación científica», explicó el coordinador de Hipeac. «Desde la primera edición del texto en 2008 la financiación europea al sector prácticamente se ha triplicado, hasta el punto de que en la próxima convocatoria contará con cerca de 70 millones de euros.» En la última edición del informe de Hipeac se concluye que a corto y medio plazo la especialización de los dispositivos informáticos es la ruta más prometedora, aunque también la más complicada, de cara a mejorar drásticamente el rendimiento de los sistemas informáticos futuros. A la luz de esta afirmación, Hipeac ha fijado siete objetivos científicos concretos, desde la eficiencia energética hasta la fiabilidad y complejidad de los sistemas, relacionados con el diseño y el aprovechamiento de los sistemas heterogéneos especializados. A más largo plazo, los investigadores de Hipeac afirman que será fundamental seguir vías científicas que se separen de los sistemas clásicos y de sus límites tradicionales entre hardware y software mediante la investigación de dispositivos y paradigmas de computación nuevos como los sistemas inspirados en la biología, la computación estocástica y la computación en enjambre. «Las tendencias y los métodos actuales imponen ciertos límites, pero a largo plazo ambicionaremos y necesitaremos una capacidad de procesamiento mayor y más fiable que consuma menos energía, genere menos calor y quepa en dispositivos de menor tamaño. Una capacidad de procesamiento mayor implica acceder a aplicaciones innovadoras y mercados completamente nuevos. Buen ejemplo de ello es la evolución de los teléfonos inteligentes y las tabletas durante el último lustro», destacó el profesor De Bosschere. «Para la industria supone que hoy en día cada persona tenga no sólo un ordenador de sobremesa o un portátil sino tres o cuatro dispositivos.» De cara al futuro prevé dispositivos incluso más potentes capaces de realizar tareas que hoy en día son imposibles o inimaginables: redes neuronales inspiradas en la biología que permitan aplicaciones de minería de datos con un 1 % del consumo de los centros de datos actuales, por ejemplo, o teléfonos inteligentes capaces de analizar una muestra de sangre, secuenciar ADN y detectar virus en minutos en lugar de las jornadas enteras que necesitan los sistemas informáticos de los laboratorios actuales. «Las aplicaciones posibles de la tecnología informática en casi cualquier aspecto de la vida son prácticamente infinitas; sólo es necesario contar con la capacidad de procesamiento necesaria para ejecutarlas», concluyó. La investigación de Hipeac fue subvencionada por el Séptimo Programa Marco (7PM) de la Unión Europea. Enlace a la página web del proyecto: - Hipeac Enlaces útiles: - página web de la Agenda Digital de la Comisión Europea Enlaces a archivos de imagen y sonido relacionados: - «La ambición de Hipeac: buscar la simplicidad para los humanos y dejar el trabajo duro para los ordenadores» Enlaces a noticias relacionadas: - Reportaje - Ecología por las nubes