Recursos hídricos para zonas semiáridas Las regiones semiáridas del planeta podrían disfrutar de métodos nuevos capaces de dar con fuentes de agua alternativas que complementen a los ya existentes y abastezcan a las comunidades allí establecidas de un muy necesitado suministro hídrico. Cambio climático y medio ambiente © Thinkstock La tecnología de última generación podría resultar indispensable para dar con este tipo de fuentes en más zonas áridas del planeta y así respaldar a sus habitantes, su agricultura y en general a su economía. El proyecto financiado con fondos europeos Gabardine aprovechó tecnologías integradas avanzadas y sistemas de gestión para lograr este objetivo tan ambicioso. El proyecto estudió formas de ampliar los recursos hídricos existentes en regiones secas mediante el empleo de un método integrado de gestión de recursos hídricos. En él se estudió la viabilidad de utilizar los acuíferos para almacenar agua de fuentes alternativas y se definieron técnicas para lograr este propósito como el control de la calidad del agua y su purificación. Además, las herramientas de modelización y de elaboración de mapas de riesgos empleadas por Gabardine permitieron investigar en qué medida podrían influir distintos factores como el cambio climático, la salinidad y las variaciones en la calidad del agua en el conjunto de los recursos hídricos. Tras finalizar esta fase del proyecto se redactaron medidas destinadas a prevenir el impacto de estos y otros factores. Tras crear las herramientas de modelización de última generación, Gabardine realizó pruebas y evaluó fuentes hídricas alternativas en varias zonas concretas. El equipo logró así crear una base de datos en la que se incluyeron todos los resultados importantes del proyecto y que servirá para que dichos resultados puedan aprovecharse con más eficacia por los usuarios finales y la comunidad científica. Estos resultados contribuirán sin duda a la labor de todos los agentes interesados, entre los que se incluyen responsables políticos y ciudadanos, permitirán cumplir con distintos objetivos de gestión globales y locales y supondrán un alivio para las regiones semiáridas.
