Glóbulos rojos a voluntad
El suministro de sangre para abastecer los diversos procedimientos médicos resulta cada vez más difícil y oneroso. El coste de los servicios de transfusión está aumentando, principalmente debido al riesgo de contaminación por VIH y otros agentes infecciosos tales como la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob, lo que exige que se tengan que tomar las consiguientes medidas de seguridad respecto al paciente. Para dar respuesta a estos problemas cada vez más acuciantes, los miembros del consorcio Redontap se propusieron desarrollar un biorreactor controlado en el que las células madre hematopoyéticas (HSC) se diferencian en los glóbulos rojos (eritrocitos). Para alcanzar este objetivo hacen falta, fundamentalmente, tres pasos. El primero consiste en establecer un ambiente donde se pueda conseguir la proliferación y diferenciación controlada de las HSC en eritrocitos maduros aislados y purificados. Para alcanzar los niveles de producción óptimos en el biorreactor, los científicos de Redontap manipularon los niveles de citoquinas para poder controlar la vía del desarrollo y alteraron el suministro de nutrientes celulares. Los investigadores también probaron diferentes condiciones ambientales y diferentes estromas que les permitieran definir estrategias de sustitución del estroma de apoyo. A continuación, los socios del proyecto crearon superficies bioactivas modificadas que capturan específicamente las células primitivas hematopoyéticas que se dividen asimétricamente. Además, encadenaron dos péptidos diferentes a vidrio recubierto de oro y realizaron experimentos en los que variaban la concentración de los mismos. Por último, la línea de investigación centrada en el diseño y la producción del biorreactor se tradujo en un prototipo de trabajo que está siendo sometido a pruebas adicionales. Las características del biorreactor incluyen sensores miniaturizados para pH, oxígeno disuelto, espuma y temperatura, así como la posibilidad de adaptar los modos de cultivo (discontinuo o en lotes, semidiscontinuo o en lote alimentado, continuo y en perfusión). El proyecto Redontap está programado hasta 2014 y los miembros del consorcio esperan que proporcione eritrocitos de grado clínico. Como se estima que solamente los costes de los servicios de transfusiones sanguíneas llegan a alcanzar los 30 000 millones de euros, se espera que las repercusiones de esta investigación, tanto económicas como en materia de salud, sean muy importantes.
