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Reciclaje de CO2 en combustible

Un estudio pionero, financiado en el ámbito del VI Programa Marco de la Comisión Europea (VIPM), ha descubierto una forma de transformar el dióxido de carbono (CO2) residual en combustible útil. El Proyecto específico de investigación focalizado (STREP), ELCAT, es una empres...

Un estudio pionero, financiado en el ámbito del VI Programa Marco de la Comisión Europea (VIPM), ha descubierto una forma de transformar el dióxido de carbono (CO2) residual en combustible útil. El Proyecto específico de investigación focalizado (STREP), ELCAT, es una empresa conjunta entre el Instituto Max Planck en Alemania, la Universidad Louis Pasteur en Francia y la Universidad de Patras en Grecia, coordinada por investigadores de la Universidad de Mesina en Italia. El proyecto está financiado en el ámbito del programa Ciencia y Tecnologías Nuevas y Emergentes (NEST) del VIPM. El proyecto analizó formas de aprovechar el carbono "perdido" en el CO2, el residuo más común que proviene de la combustión de combustibles fósiles y el gas de efecto invernadero más importante, responsable en gran parte del calentamiento global. Aunque el CO2 no es el peor gas de efecto invernadero, es hasta ahora el más abundante, y los niveles de CO2 en la atmósfera, controlados de cerca, muestran una correlación desconcertante con los aumentos en la temperatura del aire y del mar. "La conversión de CO2 en combustible no es un sueño sino una posibilidad real que requiere más investigación", declaró el investigador jefe, Gabriele Centi, profesor de la Universidad de Mesina, en una entrevista concedida a la revista New Scientist. Los resultados de este proyecto, una vez perfeccionado, podrían ayudar a dar marcha atrás y eliminar el CO2 de la atmósfera convirtiéndolo en combustible útil. Uno de los problemas del CO2 es que es un gas muy estable. Una vez producidos, los enlaces químicos en el CO2 son extremadamente difíciles de romper. La nueva técnica hace posible que catalizadores especiales rompan estos enlaces químicos y creen moléculas de carbono de cadena larga que pueden convertirse fácilmente en combustibles. La investigación puede considerarse sin duda de vanguardia. Tradicionalmente, el nivel de energía necesario para romper dichos enlaces químicos, incluso con catalizadores, es muy alto. Los investigadores emplearon un enfoque de dos etapas. En primer lugar, se utilizó luz solar con un catalizador de titanio para dividir moléculas de agua, separando "protones" libres (iones de hidrógeno), electrones y gas oxígeno. En la segunda etapa, esos electrones libres se utilizan para reducir el CO2 y unir los átomos de carbono empleando catalizadores de platino y paladio en el interior de nanotubos de carbono. Asombrosamente, la investigación es ahora lo suficientemente eficaz para producir moléculas de ocho o nueve cadenas largas de hidrocarbono con una eficacia del uno por ciento a temperatura ambiente. Esta eficacia es ya dos o tres veces mayor que la de cualquier otro proceso industrial. Si se une a las tecnologías "verdes" como el calor masivo que se genera en las torres de energía solar térmica, se pueden alcanzar mayor eficiencia. En una presentación a la Sociedad Química Americana, que tuvo lugar en San Francisco el 13 de septiembre, el profesor Centi declaró que "dentro de una década" se podría conseguir una producción viable de cadenas de hidrocarbono provenientes del CO2.

Países

Alemania, Grecia, Francia, Italia

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