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Tendencias científicas: El alunizaje histórico de un vehículo espacial chino en la cara oculta de la Luna

Un vehículo lunar alcanzó con éxito el cráter más grande de la Luna, una parte del satélite que ningún otro país ha explorado antes desde su superficie.

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El 3 de enero a las 10.26 h, hora de Pekín (2.26 GMT), la agencia de noticias estatal china Xinhua anunció que «la sonda Chang’e-4 tocó tierra en la cara oculta de la Luna […], convirtiéndose en el primer vehículo espacial que aterriza en el lado inexplorado de la Luna que nunca es visible desde la Tierra». Según la Administración Espacial Nacional China (ANEC), la sonda espacial no tripulada alunizó con éxito en la zona de aterrizaje preseleccionada. Un pequeño paso para China y un gran paso para la exploración espacial Ye Quanzhi, astrónomo del Instituto Tecnológico de California, declaró a la BBC: «Esta era la primera vez que China intentaba algo que otras potencias espaciales no habían intentado antes». La ANEC y los medios de comunicación del país están aclamando el acontecimiento como un hito importante para la exploración espacial, y con razón. Hasta la fecha, todas las misiones lunares han aterrizado en la cara visible de la Luna. Este alunizaje supone la primera vez que una nave consigue aterrizar en la cara lejana, inexplorada y escarpada que siempre mira al otro lado de la Tierra. Su rival, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio estadounidense (NASA), reconoció el mérito. «Enhorabuena al equipo chino de Chang'e-4 por lo que parece ser un aterrizaje exitoso en el lado oculto de la Luna. Es primordial para la humanidad y un logro impresionante», tuiteó el administrador de la NASA, Jim Brindestine. La sonda Chang’e-4 explorará el cráter Von Kármán ubicado en la cuenca Aitken del Polo Sur lunar. En declaraciones a la BBC, Andrew Coates, profesor de Física en el Laboratorio de Ciencia Espacial Mullard del University College de Londres, comentó: «Esta enorme estructura tiene más de 2 500 km […] de diámetro y 13 km de profundidad, uno de los mayores cráteres de impacto del sistema solar y la cuenca más grande, profunda y antigua de la Luna». Se trata de un lugar perfecto para investigar el medio ambiente y las fulguraciones solares, así como para explorar los confines del universo. Chang'e-4 lleva consigo instrumentos para examinar la geología de la cara oculta y llevar a cabo experimentos biológicos. El equipo incluye una cámara panorámica, un radar para explorar por debajo de la superficie lunar y un espectrómetro para la obtención de imágenes para identificar minerales. A fin de intentar formar una minibiosfera y observar si las plantas crecerán en el entorno de baja gravedad, también incluye un contenedor con seis especies vivas: algodón, colza, patatas, «Arabidopsis» (una angioesperma), moscas de la fruta y levaduras. La Arabidopsis podría producir la primera flor en la Luna. Las primeras fotos marcan el comienzo de un nuevo capítulo de la exploración lunar La nave espacial está formada por un módulo de aterrizaje y un róver robótico. El róver se separó del módulo de aterrizaje en la superficie lunar unas horas después del alunizaje y ahora ha iniciado su misión. Xinhua informó de que la Chang’e-4 ya ha transmitido la primera imagen de cerca de la cara oculta. El mayor desafío para una misión de este tipo son las comunicaciones, ya que no hay forma de establecer un enlace de radio directo. Debido a que desde el área donde la Chang'e-4 aterrizó no puede verse la Tierra, no es posible comunicarse directamente con el centro de control terrestre. China eliminó este obstáculo en 2018, al lanzar un satélite dedicado que orbita alrededor de la Luna y que podrá transmitir información desde de la Chang’e-4 hacia la Tierra. En un artículo de la ANEC se indica que la misión proporcionará a los «científicos más oportunidades para explorar el universo y solo la exploración sobre el terreno puede revelar los secretos» de la cara oculta de la corteza lunar.

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China