Gen de una planta que elimina células cancerígenas
El material genético de una planta se ha transferido a un virus, posibilitándole eliminar células cancerígenas, en una investigación financiada en los últimos siete años por programas de investigación, desarrollo tecnológico y demostración (IDT) de la Unión Europea. La mandioca es una de las muchas plantas que contienen cianogénesis -fabricación de cianuro para disuadir a los animales en busca de pasto. La planta logra esto produciendo una sustancia química llamada linamarina, que al ser descompuesta por la linamarasa, una enzima también producida por la planta, libera cianuro de hidrógeno. Al transferir material genético de la mandioca a un virus e introducirlo en células cancerígenas impregnadas con linamarina, extraída de la mandioca, se pueden liberar cantidades letales de cianuro de hidrógeno dentro de las células objetivo. La técnica se deriva del trabajo de la catedrática Monica Hughes, especialista en genética de la Universidad de Newcastle, cuyos estudios de la mandioca le han permitido clonar algunos de los genes encargados de producir la cianogénesis. Su objetivo es reducir la toxicidad de la planta, que es un alimento básico para 500 millones de personas en África, Asia y Sudamérica. Miles de personas han quedado lisiadas debido al envenenamiento crónico de cianuro como resultado del procesamiento indebido de la planta. Ya que la mandioca se cultiva o consume raramente en los países desarrollados, se le considera una cosecha huérfana y ha sido objeto de muy pocas investigaciones genéticas. Un grupo de investigación conjunta de Madrid modificó un gen de mandioca aislado en Newcastle y lo transfirió a un retrovirus, otorgándole la capacidad de fabricar linamarasa. El equipo de Madrid logró erradicar el tumor cerebral de una rata, después de una semana de tratamiento mediante la liberación local constante de pequeñas dosis de cianuro provocadas por la descomposición de la linamarina por la linamarasa. El equipo constató que el tratamiento resultaba más eficaz a través de un amplio efecto espectador - la liberación de cianuro en una célula solía destruir a las células vecinas. Algunos ensayos realizados con muestras de tejidos humanos también parecen ser prometedores para ciertos tipos de tumores. Las investigaciones realizadas por la catedrática Hughes han sido financiadas en los últimos siete años por programas de IDT de la Unión Europea. Esta fuente de financiación ha concluido recientemente y la investigadora necesita una nueva financiación para llevar adelante el proyecto. "Mi próximo paso sería modificar el material genético con vistas a que el tratamiento sea más eficaz a la hora de aplicarlo a células de mamíferos. Creo, por ejemplo, que sería posible obtener mayores rendimientos de linamarasa activa," afirmó la catedrática Hughes.