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Reaching the effects of gastric bypass on diabetes and obesity without surgery

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Diabetes: aumentar la producción hormonal podría ser tan bueno como el tratamiento quirúrgico

La derivación gástrica es una intervención quirúrgica ayuda a controlar la diabetes. Nuevos hallazgos revelan que se puede estimular con fármacos la hormona detrás del éxito de esta operación.

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La derivación gástrica, una operación que consiste en crear una vía desde el esófago (por donde entra al estómago) hasta el intestino delgado, conlleva una pérdida enorme de peso y la remisión de la diabetes. En Estados Unidos se realizan unas doscientas cincuenta mil operaciones de este tipo al año. En Europa la frecuencia varía de uno a nueve de cada diez mil personas, debido a las diferentes actitudes públicas ante este tipo de tratamiento en los distintos países, siendo más frecuente en Francia y Suecia. «Los datos muestran que la operación lleva aparejada una pérdida de peso del 25-30 % y, lo que es más interesante, si hay diabetes, a la remisión de esta afección en el 80 % de los casos durante los primeros años tras la operación», comenta Jens Holst, catedrático de Fisiología Médica en la Universidad de Copenhague y coordinador del proyecto BYPASSWITHOUTSURGERY. Holst, cuyo proyecto contó con el apoyo del Consejo Europeo de Investigación, cree que existen mecanismos en el organismo que pueden curar la diabetes y la obesidad. «Dilucidar la naturaleza de estos mecanismos podría dar lugar a nuevos tratamientos rentables, igualmente eficaces y atraumáticos para estas afecciones», explica Holst. A lo que añade: «En mi opinión, quizá estos nuevos agentes superen a la intervención quirúrgica como tratamiento de la obesidad y la diabetes».

Una mejor comprensión del papel de la GLP-1

Los resultados del proyecto revelan que la pérdida de peso tras la operación se debe a la regulación del apetito y la consiguiente reducción del consumo de alimentos. Tras la operación, los nutrientes llegan a una parte concreta del intestino delgado, donde estimulan las células L, un tipo de células endocrinas. «Las células L producen dos hormonas que son unos potentes inhibidores del apetito», puntualiza Holst. Uno de ellas, la GLP-1, estimula asimismo la secreción de insulina y, de este modo, contribuye a normalizar la glucemia. Entonces, ¿hay alguna forma de aumentar la secreción de estas hormonas sin recurrir a una intervención quirúrgica? Para responder a esta pregunta, el equipo del proyecto utilizó una preparación de intestino delgado perfundido que había creado con anterioridad. En el laboratorio, Holst y sus colaboradores prepararon quirúrgicamente un segmento del intestino delgado para que quedara totalmente aislado del animal donante (ratas, ratones), y lo mantuvieron vivo con soluciones artificiales. Con este procedimiento, se mantienen prácticamente todas las funciones que tenía antes de la operación, incluida la secreción de hormonas intestinales. El equipo empleó esta preparación para delinear la mayoría de los mecanismos implicados en las respuestas a los nutrientes observadas en los pacientes tras la operación de derivación gástrica. «Ahora podemos explicar la hipersecreción con precisión molecular y, además, hemos logrado identificar los nutrientes que desempeñan un papel más prominente en ello. Irónicamente, se ha descubierto que la glucosa es el factor nutricional más eficaz», apunta Holst.

Un tratamiento de la diabetes que puede eludir la intervención quirúrgica

El éxito del planteamiento del proyecto quedó demostrado en 2023, cuando se comprobó que los análogos del GLP-1 provocaban pérdidas de peso de hasta el 25 %, así como la remisión de la diabetes. «Sin embargo, lo que quizá también es interesante —añade Holst— es que hemos identificado un sistema muy importante para la secreción de las células L. La somatostatina, una hormona liberada por las células circundantes, inhibe esta secreción. Si la bloqueamos, podemos estimular sobremanera la producción de la GLP-1». Holst estudia ahora otras formas de estimular la producción hormonal mediante la toma de medicamentos, en forma de comprimidos que contengan, por ejemplo, ácidos biliares o aminoácidos.

Pero Holst y su equipo tienen otras preguntas en mente.

«Nuestro trabajo aún no ha concluido. Todavía trabajamos en pos de comprender mejor los efectos de otro procedimiento bariátrico, la gastrectomía en manga. En este sentido, queremos comprender el papel del péptido gástrico grelina, que estimula el apetito y la ingesta de alimentos. Es posible que se haya subestimado el papel de esta hormona», concluye Holst.

Palabras clave

BYPASSWITHOUTSURGERY, derivación gástrica, diabetes, péptido, GLP-1, hormonas intestinales, regulación del apetito

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