Un software nuevo ayudará a ensayar la materia condensada blanda
Los productos de materia condensada blanda, como pueden ser los champús que gastamos y algunos alimentos que comemos, son muy presentes en nuestras vidas. En la fase de producción previa a la comercialización, es imprescindible ensayar sus reacciones, propiedades electrostáticas, efectos de superficie y demás. Antes, las pruebas consistían en complicados y costosos programas de análisis moleculares o a macroescala de dichas sustancias. Ahora bien, se ha hecho cada vez más patente que como mejor se comprueban las propiedades de la materia condensada blanda, ni es a escala microscópica ni es a escala macroscópica. Como mejor se determinan sus estructuras es a lo que se da en llamar "mesoescala", del orden de entre 10 y 1000 nanómetros, esto es, entre las magnitudes analizables únicamente con ayuda de un microscopio y las visibles inmediatamente para el ojo humano. El recién desarrollado software, denominado MESODYN, ayudará a acortar distancias mediante predicciones del tamaño de las estructuras en esta zona intermedia, tras lo cual plasmará matemáticamente la información obtenida y programará el ordenador para que efectúe las tareas más arduas. Para obtener este resultado a un coste razonable se emplearon nuevas y potentes técnicas computacionales, que entre todas contribuirán a que MESODYN se presente muy pronto como una herramienta de sumo interés para las industrias química y farmacéutica, como mecanismo de precisión, rápido y económico, en materia de pruebas con productos de materia condensada blanda.