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Grandes logros de proyectos - El «viejo mundo» y los cuidados de larga duración

El «viejo mundo» está envejeciendo, lo que pone en riesgo el futuro de millones de europeos que necesitan cuidados de larga duración. Los investigadores europeos están rastreando el continente en busca de buenas prácticas que ayuden a hacer frente a la demanda que se avecina.

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Es una búsqueda urgente. En estos precisos momentos, en torno al 80 % de los cuidados de larga duración es proporcionan de forma informal, desorganizada y en momentos puntuales. «Son en general las mujeres, los parientes o trabajadores inmigrantes los que están dispuestos a trabajar por sueldos muy bajos», explica Kai Leichsenring, coordinador del proyecto European Interlinks y investigador sénior del Centro Europeo de Políticas de Bienestar Social e Investigación. El proyecto estudia sistemas sanitarios y cuidados de larga duración para personas de edad avanzada en Europa, y tiene como objetivo establecer un modelo de interrelaciones y vínculos entre prevención, rehabilitación, calidad de los servicios y atención de carácter informal. Uno de los primeros resultados indica que el modelo informal que depende de trabajadores inmigrantes o parientes será difícilmente sostenible en el futuro. No resultará adecuado para satisfacer la demanda esperada y no será tan efectivo como debiera. «Vivimos más años y si no hacemos nada ahora, en el futuro la demanda podría superar la capacidad de los sistemas de asistencia sanitaria», advierte el doctor Leichsenring.Los gobiernos están muy concienciados del reto al que se enfrentan pero también reconocen que se trata de un territorio desconocido. Las opciones políticas eficaces y de garantía no son ni fáciles de encontrar ni están claramente definidas. «En realidad estamos realizando investigación fundamental, porque todo el mundo habla de sistemas de cuidados de larga duración pero en realidad nadie tiene uno. Ningún país cuenta con un sistema de cuidados de larga duración», opina. Afirma que en la actualidad los países están lidiando con personas que necesitan cuidados de larga duración de muy distinta naturaleza. Determinados países proporcionan cuidados de larga duración a través del sistema de asistencia sanitaria. Otros proporcionan servicios principalmente a través del sistema de seguridad social, si bien algunos son una combinación de ambos. «Pero sólo un reducido número de ejemplos siguen un plan integrado dirigido a gestionar los cuidados de larga duración de forma eficiente», subraya el doctor Leichsenring. Una vez que se conozcan las posibles opciones políticas, los responsables políticos podrán extender esa cadena de cuidados de larga duración a las primeras medidas preventivas, que se aplican mucho tiempo antes de que sean necesarios dichos cuidados de larga duración. Por ejemplo, la pérdida de movilidad, la depresión y el aislamiento social son señales tempranas de alerta que indican quiénes necesitarán cuidados de larga duración en el futuro. «Todos conocemos personas de 90 años que no necesitan cuidados de larga duración, todavía tienen movilidad y son independientes», señala el doctor Leichsenring. «Y sabemos que personas que tienen vínculos sociales, amigos y familia, que están activos y se preocupan por su salud, necesitarán, como grupo, muchos menos cuidados de larga duración, en el caso de necesitar alguno», añade. «Por otro lado, si vives solo, en el campo y no te has casado, es más probable que necesites más ayuda cuanto más envejezcas.» Estimulando a las personas sociales y activas, y aplicando medidas tempranas a las personas menos activas y asiladas, los responsables políticos pueden dar un gran paso para evitar totalmente la necesidad de cuidados de larga duración. Sin embargo, en caso de que los cuidados de larga duración resulten necesarios, también existen métodos sencillos, efectivos y baratos para reducir esos problemas. En lugar de acceder a una atención hospitalaria cara, deben desarrollarse más aún las actividades y servicios dirigidos a mantener a las personas en su entorno habitual, y ayudar a los familiares que ofrecen prestaciones asistenciales a hacer frente a una presión cada vez mayor, por ejemplo mediante servicios de asistencia intermedia, información sobre alternativas, servicios de apoyo a los familiares u orientación sanitaria profesional. El proyecto Interlinks proporciona opciones altamente rentables mediante la mera comparación de dos resultados extraídos de dos situaciones sociales distintas.Opciones cualitativas El proyecto Interlinks, financiado por la UE, sostiene que si analizamos los sistemas de atención sanitaria de toda Europa, se pueden estudiar todos los elementos posibles y aplicables de un sistema de cuidados de larga duración eficaz y eficiente. «Estamos realizando el inventario de lo que existe en estos momentos», explica el doctor Leichsenring. Este tipo de investigación, constituida por una perspectiva cualitativa sustentada por muestreos cuantitativos, ofrecerá a responsables políticos opciones para diseñar sistemas de cuidados de larga duración. El trabajo ha avanzado a un ritmo rápido. El proyecto ha generado cuatro informes principales, que examinan los sistemas de prevención y rehabilitación en toda Europa, la verificación y gestión de la calidad, y los cuidados informales. Asimismo ofrece un caso práctico en el que se examina la situación de los cuidadores emigrantes en Italia. «La prevención y la rehabilitación constituyen un punto clave para nosotros ya que creemos que la innovación organizativa y el acceso igualitario para personas de edad avanzada a la rehabilitación puede garantizar una atención de una calidad adecuada», subraya el doctor Leichsenring. A la prevención puede aplicársele el mismo caso, pero también puede solucionarse, por ejemplo, minimizando el número de visitas hospitalarias innecesarias. Las personas de edad avanzada son más propensas a tener infecciones y la visita a hospitales incrementa el riesgo. Asimismo la prevención puede centrarse en la pautas de cuidados integradas relativas a procedimientos comunes. Por ejemplo, después de una sustitución de cadera el paciente necesita rehabilitación, fisioterapia y ayuda en el hogar a corto plazo. Esto garantiza que el paciente recupere rápidamente movilidad e independencia. Pero si un sistema de cuidados de larga duración no cumple alguna de esas medidas incluidas en las pautas de cuidados, si la fisioterapia no comienza inmediatamente tras la cirugía, se pueden perder sus beneficios. En esta situación, un sistema de atención fragmentado es perjudicial para la salud y seguridad del individuo y generará costes innecesarios a medio plazo. El doctor Leichsenring indica que el equipo científico ha observado algunos programas bastante efectivos de gestión de cuidados de larga duración a nivel local, pero las mejoras también se pueden percibir a nivel regional y nacional. Por ejemplo, el centro sanitario de Skaevinge (Dinamarca) está obteniendo resultados impresionantes mediante la combinación de asistencia domiciliaria, formación y cuidados a tiempo parcial. Los sistemas regulatorios también pueden tener una enorme influencia. En Suecia, los municipios son responsables de los cuidados de larga duración, pero si no disponen de recursos disponibles deben hacerse cargo de los costes derivados de la hospitalización de las personas que precisan dichos cuidados de larga duración. Esta es una razón de peso para que se creen servicios locales. El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) ha comenzado a adoptar medidas interesantes hacia la financiación integrada de cuidados de larga duración utilizando centros de atención primaria (PCT). La recopilación de estos ejemplos, una ardua tarea «Hay diversos países implicados, y muchos colaboradores que trabajan en diversos sistemas y utilizan diferentes datos para cuantificar sus sistemas», subraya el doctor Leichsenring. «Es como encontrar una aguja en un pajar, por lo que puede resultar bastante complicado.» No obstante, el doctor Leichsenring cree que es un esfuerzo que merece la pena. «Provocará que se establezca un modelo novedoso para la descripción y análisis de la prestación de cuidados de larga duración y ofrecerá un conjunto de herramientas analíticas», explica. «Creará una serie de opciones políticas reformistas aplicables en cada una de las fases del establecimiento de un sistema nacional de cuidados de larga duración. El resultado del proyecto guiará el análisis y diseño de políticas, facilitará la comparación y ampliará de forma sustancial el fundamento científico que sustenta los esfuerzos de los Estados miembros de cara a organizar sus sistemas sanitarios y de cuidados de larga duración. El conjunto de herramientas funcionará como motor político interactivo en Internet en el que los responsables políticos podrán adoptar ciertas medidas para comprobar cómo afecta al sistema en general. Asimismo, el modelo garantizará que se tienen en cuenta todos los vínculos de la cadena de cuidados de larga duración. «Tendremos preparado ese modelo antes de marzo de 2011, momento en que este será examinado de forma interna, y será presentado al público en abril o mayo», afirma el doctor Leichsenring. Por ahora, ese momento marcará el fin del trabajo financiado del proyecto Interlinks y contribuirá al surgimiento de sistemas integrados de cuidados de larga duración en Europa. El proyecto Interlinks recibió fondos del programa «Salud» del Séptimo Programa Marco (7PM) de investigación comunitario.