Realización de un mapa de la investigación alimentaria y agrícola en Europa
La investigación alimentaria y agrícola abarca un sinfín de disciplinas y temas, desde la producción de alimentos hasta la nutrición y la salud, pasando por la gestión de los recursos naturales y el desarrollo rural. Localizar las necesidades de investigación, los escollos y las prioridades de cada país mejoraría el aprovechamiento del potencial investigador y permitiría a los actores enfrentarse a los retos relacionados con el cambio climático y las fuentes de energía alternativa. El proyecto «EU-AGRI Mapping» («Análisis y prospectiva de la capacidad investigadora en alimentación y agricultura en los nuevos Estados miembros y en los países candidatos»), financiado con fondos comunitarios, tenía el objetivo principal de realizar un «mapa» de la capacidad investigadora en Europa. Se llevó a cabo un estudio entre los centros investigadores europeos para realizar un retrato del estado actual y perspectivas de futuro de la investigación en alimentación y agricultura. Los resultados del estudio indicaron que los países del norte de Europa han incorporado nuevas políticas relativas a energía, cambio climático y biodiversidad, así como retos tecnológicos, más rápidamente que el resto de Europa. La difusión de las prácticas y las experiencias podría beneficiar a los países que actualmente están implantando cambios en sus sistemas de investigación. El equipo del proyecto expuso que esto sólo podía lograrse con una base de datos común con información relevante que ayudara a la comunidad investigadora a identificar colaboraciones, organizar consultas e implementar retos emergentes en la materia. Además, se puso de manifiesto que los nuevos Estados miembros de la UE carecen de la infraestructura correcta para apoyar la investigación, y se indicó la enorme necesidad de reforzar dicha área. En general, el estudio de EU-AGRI Mapping confirmó la necesidad de una coordinación más eficiente de la planificación y la financiación de la investigación en toda Europa. Aunque los países pueden presentar diferentes condiciones climáticas, lo cierto es que se enfrentan a retos agrícolas comunes que podrían solucionarse mejor con una política agrícola paneuropea.
