Un lubricante innovador y rentable a base de aceite vegetal
Los lubricantes reducen el calor, la fricción y el desgaste cuando se aplican a piezas en movimiento. En la actualidad, casi el 90 % de los lubricantes los fabrican empresas del sector petroquímico, lo que origina un agotamiento de los recursos naturales y tiene una enorme repercusión en el medio ambiente. Los biolubricantes constituyen un mercado emergente donde las pequeñas y medianas empresas (PYME) son especialmente activas. Sin embargo, a fin de mejorar la competitividad, es preciso aumentar el rendimiento de los biolubricantes y desarrollar simultáneamente procesos de producción rentables. El proyecto Stanlub («Desarrollo de nuevos biolubricantes y revestimientos con aceites de linaza obtenidos a partir de aceites de lino, ricino y tung»), financiado con fondos comunitarios, se diseñó para abordar estas necesidades. Los investigadores identificaron una mezcla de tres aceites vegetales diferentes como materia prima alternativa al petróleo. Posteriormente, desarrollaron un proceso de producción apropiado que se tradujo en un número reducido de etapas y, por consiguiente, en un menor coste de producción. Se realizaron pruebas de campo con los biolubricantes del proyecto Stanlub que demostraron su eficacia en aplicaciones metalúrgicas, agujas de cambio de vía férrea y sierras mecánicas. El desarrollo comercial de los biolubricantes del proyecto Stanlub debería impulsar notablemente la competitividad de las PYME europeas presentes en el creciente sector de los biolubricantes. Además, tiene un gran potencial para el desarrollo económico de las áreas rurales y podría garantizar la seguridad de los trabajadores, así como disminuir la contaminación causada por los hidrocarburos.
