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El clima «siente» el efecto del transporte

El transporte afecta al clima y los expertos afirman que esta situación sólo puede ir a peor. Los datos muestran que el transporte era responsable de casi el 10% del total del calentamiento global antropogénico hace casi una década. El principal contaminante era el dióxido de ...

El transporte afecta al clima y los expertos afirman que esta situación sólo puede ir a peor. Los datos muestran que el transporte era responsable de casi el 10% del total del calentamiento global antropogénico hace casi una década. El principal contaminante era el dióxido de carbono (CO2) seguido por el ozono troposférico (O3). Investigadores del centro CICERO («Centro para la Investigación Internacional Climática y Medioambiental», en Oslo, Noruega) han calculado cómo afectará el transporte al calentamiento global en los próximos años. Los resultados del estudio, publicados en la revista Atmospheric Environment, forman parte del proyecto comunitario QUANTIFY («Valoración del impacto climático de los sistemas de transporte europeos y mundiales»), financiado con 8,39 millones de euros mediante el Sexto Programa Marco (6PM). Jan S. Fuglestvedt, director de investigación en CICERO, aseguró que las emisiones procedentes del transporte triplicarán o cuadruplicarán el calentamiento global en los próximos cuarenta años. El equipo de investigación explicó que, según tres de las cuatro proyecciones que llevaron a cabo, el transporte generará el 15% del total del calentamiento global antropogénico en 2050. Las emisiones también aumentarán en otros sectores. Para finales del siglo XXI, el transporte será el culpable del 20% del calentamiento causado por las actividades humanas. «El aumento de las emisiones se debe a un aumento de los viajes y el comercio», explicó el Dr. Fuglestvedt. «El transporte por carretera es la principal fuente y probablemente siga siéndolo en el futuro.» Los científicos afirman en este estudio que el CO2 es el gas procedente del transporte por carretera que más afecta al clima. También predicen un aumento de estas emisiones y un descenso de las de otros tipos de gases. El sector del transporte emite una gran variedad de gases y partículas modificadoras del clima, y aunque unas enfrían el planeta, otras lo calientan. Además, algunos de sus efectos perduran durante años, mientras que otros poseen una vida más breve. Los investigadores prevén que el volumen de emisiones procedentes del sector transportes puede evolucionar de cuatro maneras, en función de varias premisas relativas al desarrollo económico y al crecimiento poblacional. «Un estudio prospectivo muestra las tendencias posibles teniendo en cuenta lo que se sabe ahora y distintas suposiciones», aclaró el Dr. Fuglestvedt. «Sabemos que el CO2 es el gas de efecto invernadero más importante a largo plazo, pero son relevantes muchos otros componentes y efectos. Algunos conllevan un elevado grado de incertidumbre, sobre todos los relacionados con la aviación.» En segundo lugar en términos de impacto sobre el calentamiento global se encuentra la aviación, en gran parte por el efecto del CO2, las estelas de condensación y los cirros. Sin embargo, debido a que estos procesos poseen mayor ambigüedad que el efecto del CO2, la influencia de la aviación sobre el clima es más incierta que la del transporte por carretera. Los datos indican que la aviación podría ser responsable de un 4% del calentamiento global durante los próximos 40 años. La navegación, por otro lado, ha enfriado la temperatura global desde principios de este siglo debido a las emisiones de dióxido de azufre (SO2). Se prevé que la implantación de nuevas normativas reduciría considerablemente estas emisiones. Según los investigadores, en referencia a medios de transporte más ecológicos, en el futuro saldrán al mercado nuevos combustibles y vehículos sin emisiones contaminantes. En el proyecto QUANTIFY participan un total de 40 socios de Estados miembros de la UE como la República Checa, Hungría, Polonia y el Reino Unido, así como de Rusia y Estados Unidos, y su coordinación recae en el Deutsches Zentrum für Luft- und Raumfahrt e.V. (DLR) hasta su término en febrero de 2010.

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