Mayor confianza en la seguridad de las pilas de combustible de hidrógeno
Cabe preguntarse si la tecnología de las pilas de combustible de hidrógeno ha alcanzado la madurez y si su seguridad es suficiente como para que se utilice en automóviles, estaciones de servicio, aplicaciones de producción combinada de calor y electricidad, etc. El proyecto H2TRUST se ha propuesto dar respuesta a estas y otras dudas y así sentar las bases de su comercialización a gran escala. Los vehículos eléctricos están empezando a comercializarse ya con gran éxito y su infraestructura se está adaptando de forma gradual. Sin embargo, los vehículos equipados con pilas de combustible van más rezagados. Esta adopción más pausada se debe principalmente a cuatro causas, a saber, el coste, la falta de infraestructuras, la seguridad y, en términos más generales, la percepción de la sociedad. A pesar de las múltiples ventajas que ofrece con respecto a la electricidad, como por ejemplo el espacio que ahorran los tanques de almacenamiento de hidrógeno comprimido frente a las baterías, el tiempo de repostaje mucho más rápido y una autonomía mucho mayor, el hidrógeno aún se enfrenta a una falta manifiesta de inversiones y de compromiso político, debido en gran medida a las percepciones distorsionadas que posee la sociedad, en especial en cuanto a su seguridad. El proyecto H2TRUST («Development of H2 Safety Expert Groups and due diligence tools for public awareness and trust in hydrogen technologies and applications») se ocupará del tema de la seguridad y tratará tanto de rebatir convicciones erróneas como de generar un mayor debate en el seno de la administración, la industria y los consumidores. Los socios del proyecto confían en que se produzca una transición fluida y bien gestionada hacia la comercialización generalizada de aplicaciones de las pilas de combustible de hidrógeno en Europa y, en lo tocante a la seguridad, asistir en las labores destinadas a informar a las partes, preparar el terreno y aumentar la confianza en torno a esta tecnología tan prometedora. La Dra. Lourdes F. Vega, coordinadora del proyecto y directora de MATGAS —empresa conjunta compuesta por Air Products, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España y la Universidad Autónoma de Barcelona—, opina que desarrollar tecnologías buenas es tan importante como saber venderlas. En esta entrevista exclusiva concedida a la revista de resultados de research*eu, explica la labor realizada hasta ahora por el equipo al cargo del proyecto, destinada a que los europeos estén mejor informados y puedan decidir sobre el futuro de la tecnología del hidrógeno. ¿Cuáles son los objetivos principales del proyecto? El objetivo general del proyecto H2TRUST consiste en lograr una transición fluida y bien gestionada hacia la comercialización a gran escala de aplicaciones de las pilas de combustible de hidrógeno en Europa. Al mismo tiempo, utilizará la seguridad para asistir en un proceso mediante el cual todas las partes industriales interesadas obtengan la información necesaria sobre la tecnología, se preparen para su comercialización y obtengan la confianza en ella necesaria. H2TRUST es una acción de coordinación y apoyo dedicada a la evaluación de riesgos en industrias dedicadas a los principales ámbitos de aplicación del hidrógeno. Se basa en proyectos anteriores, y sus responsables examinan cuestiones relevantes para la seguridad en las distintas fases del ciclo de vida del hidrógeno, desde su producción hasta su consumo, pasando por el transporte y el almacenamiento, recopilan buenas prácticas y redactan recomendaciones finales. El proyecto se propone informar tanto a especialistas como a la sociedad en general, fomentar la transición hacia una economía basada en el hidrógeno, proporcionar mayor información al respecto, generar un conocimiento más amplio a partir de la información que ya se posee, explicar las ventajas asociadas y aclarar los temas relacionados con la seguridad. En su opinión, ¿cuáles son los principales obstáculos que impiden la implantación de una economía basada en el hidrógeno? Entendemos que algunos de los obstáculos no técnicos dependerán del desarrollo del mercado del hidrógeno, el cual dependerá enormemente del entorno creado por las administraciones y por el apoyo económico que se ofrezca a la producción de hidrógeno. Hoy en día, en el caso del transporte, se carece de vehículos e infraestructuras para el hidrógeno. El coste de los vehículos eléctricos que funcionan con pilas de combustible sigue siendo prohibitivo, aunque se espera que se abarate según avancen los fabricantes hacia niveles de producción comercial. La administración deberá apoyar económica y operativamente la ampliación de la red de repostaje de hidrógeno en los primeros estadios, cuando todavía sean pocos los vehículos que se sirvan de ella. Es necesario que la cantidad de vehículos sea la suficiente como para compensar la creación de estaciones de servicio y viceversa. Para ello es necesario adoptar un enfoque cohesivo en el que se tengan en cuenta los mecanismos de apoyo a la producción, las obligaciones de los proveedores, el apoyo económico y operativo a las estaciones de servicio de hidrógeno y los incentivos o las obligaciones de los fabricantes de vehículos con respecto a la popularización de los vehículos eléctricos alimentados con pilas de combustible. Además reviste importancia que los usuarios finales y la sociedad sean conscientes de estas limitaciones y no se estanquen en la idea de que la tecnología del hidrógeno no está todavía madura. Si bien las mejoras técnicas por venir reducirán los precios, estas no suponen el obstáculo más prominente, y esta es una información que debe difundirse. ¿Qué les impulsó a adentrarse en este ámbito de la investigación? MATGAS trabaja para generar procesos y productos sostenibles. Estamos convencidos de la necesidad de contar con actividades de I+D para impulsar la economía del hidrógeno, pero también somos conscientes de que es necesario informar sobre estas tecnologías y sus ventajas. Trabajamos en varios aspectos de las células de combustible y sus aplicaciones en distintos sectores como el transporte, la producción combinada de calor y electricidad, etc. Nos percatamos de que los obstáculos para que el hidrógeno sea una alternativa real a los combustibles fósiles guardan relación con el desconocimiento sobre su gestión, lo cual alimenta la percepción de que existen numerosos problemas asociados con el hidrógeno y su seguridad. Nuestra misión es rebatir esta idea. ¿Cuáles fueron las principales dificultades encontradas en el proyecto y cómo se resolvieron? Los aspectos relativos a la seguridad del hidrógeno pueden ser problemáticos en ocasiones y, por tanto, la mayor dificultad a la que nos hemos enfrentado es sin duda la falta de datos e información a escala europea. Existen varias bases de datos, como HIAD, pero sólo informan de datos macroestadísticos y no de los pormenores sobre incidentes, accidentes, etc., ni proporcionan recomendaciones de aplicación. En H2TRUST recopilamos esta información por distintos medios en forma de cuestionarios, encuestas, datos bibliográficos, etc. Además nos pusimos en contacto con otras entidades de distintas regiones como Estados Unidos y Japón. En este aspecto, esos países nos llevan la delantera. Nuestra experiencia fue que algunos expertos no proporcionan información con el suficiente grado de precisión debido a que empresas y agentes interesados la consideran «información confidencial». En este sentido, también descubrimos que en varias zonas se intercambia poca cantidad de datos entre socios industriales, por lo que se resiente la metodología de evaluación de riesgos dedicada a todos los ámbitos de aplicación del hidrógeno. Para dar una solución a todo ello hemos dedicado nuestra atención a varios estudios de casos y revisiones bibliográficas. Generaremos un resumen con nuestros hallazgos en el que señalaremos lagunas y proporcionaremos recomendaciones concretas. Nuestro objetivo es lograr que la UE progrese todo lo posible en este ámbito para que, con las herramientas adecuadas, nuestro trabajo sea retomado por nosotros mismos o bien por otros interesados y se generen conocimientos sólidos sobre las ventajas de las tecnologías basadas en el hidrógeno y la forma de utilizarlas de manera segura. ¿En qué punto se encuentra el proyecto con respecto a sus objetivos? Ya hemos recabado toda la información necesaria de las partes interesadas, la hemos analizado y hemos publicado varios informes sobre la seguridad de las pilas de combustible de hidrógeno, recomendaciones y buenas prácticas industriales, una evaluación de riesgos y otra evaluación sobre seguridad pública. También hemos abierto una página web (h2trust.eu) y una biblioteca en línea en la que se han clasificado varios documentos sobre el hidrógeno (que tratan temas desde la producción hasta su consumo) y la seguridad para facilitar su identificación. Esta labor cubre la mayor parte del trabajo técnico a realizar en el proyecto. No obstante, la próxima y última parte del proyecto es la más importante, pues es la dedicada a la difusión de nuestros resultados. Además del congreso y de las presentaciones en distintas ferias, estamos preparando un libro basado en los hallazgos y las recomendaciones extraídas del proyecto y editando varios vídeos para distintos públicos (formación escolar, expertos y para el público en general) y colaborando con asociaciones similares a fin de divulgar nuestro trabajo y aprovechar el suyo. Estas acciones son fundamentales para acelerar la llegada de la economía del hidrógeno. Confiamos también en influir en diferentes normativas, códigos y estándares y en proyectos financiados con fondos europeos en los que se trate la seguridad del hidrógeno. Las ventas de automóviles eléctricos están despegando y cada vez son más los modelos que obtienen buenos resultados comerciales. ¿En qué medida influirá todo este trabajo en otras fuentes de energía limpia como el hidrógeno? Lo cierto es que los vehículos eléctricos alimentados con pilas de combustible son menos populares que los alimentados con baterías eléctricas. De hecho, para la gente tienen connotaciones futuristas pero, contrariamente a lo que se suele pensar, la tecnología está probada y lista para aprovecharse. De hecho, algunos países europeos han tomado la delantera a otros, como por ejemplo Alemania, Reino Unido y Dinamarca. Cabe destacar que, de todas las alternativas posibles a los vehículos alimentados con gasolina, gas o baterías, los vehículos eléctricos alimentados con pilas de combustible son la única opción que ofrece una autonomía, un rendimiento y un tiempo de repostaje equiparable a lo acostumbrado, ya que los vehículos de hidrógeno repostan en menos de cinco minutos y son capaces de recorrer hasta 640 kilómetros con un depósito. Las baterías de los vehículos eléctricos son adecuadas para automóviles pequeños y viajes cortos, pero las células de combustible pueden instalarse en vehículos de mayor tamaño con todas sus funciones y con gran autonomía, y además su repostaje es rápido. De nuevo, su poca penetración se debe en mayor medida a la falta de infraestructuras. Cabe reseñar además que el hidrógeno y la batería son tecnologías complementarias para la automoción. Ambas cuentan con la misma cadena cinemática, por lo que se pueden crear economías de escala si se implantan las dos tecnologías. Varias marcas de automóviles desarrollan vehículos híbridos de pilas de combustible y baterías. En estos, la pila de combustible recarga la batería y reduce el consumo de hidrógeno al tiempo que aumenta la autonomía. ¿Cuál es la postura de la industria con respecto a la seguridad? ¿Se encuentra la tecnología en un estadio cercano a la comercialización? El hidrógeno, al igual que el resto de combustibles, debe tratarse con precaución y respeto. Por ejemplo, al repostar con un coche de gasolina o gasoil, se procede con cuidado y se evita el contacto con cualquier tipo de llama, por ejemplo de encendedores, cigarrillos o cerillas. Si se procede de igual manera con el hidrógeno, es tan seguro como cualquier otro combustible dedicado al transporte. Dicho esto, la seguridad es nuestra prioridad. Por ejemplo, todas las plantas de hidrógeno, estaciones de servicio y cisternas transportadoras de Air Products se ajustan a las normas industriales y cumplen con creces los estándares necesarios. Air Products presenta una prolongada experiencia en la gestión segura del hidrógeno y otros gases y ha obtenido varios galardones que dan fe de ello. El hidrógeno se transfiere a un vehículo mediante un cierre precintado que evita cualquier fuga de hidrógeno. Y si se produjese una fuga, el gas sencillamente se dispersaría, siempre y cuando la zona estuviese bien ventilada o el escape fuera en exteriores. Esto es debido a que el gas hidrógeno es menos denso que el aire. Además, para garantizar la estricta aplicación de la normativa de seguridad en entornos domésticos, Air Products coopera con el resto de la industria, en especial con EIGA (Asociación Europea de Gases Industriales) y BCSA (BC Safety Authority). Para impulsar la industria, ahora hay que acercar la fase de demostración a la de comercialización. Este punto es en el que la administración ha de desempeñar una función más importante, tal y como ya ocurre en varios Estados miembros. ¿Qué etapas restan del proyecto? ¿Tienen algo planeado para después de su conclusión? A continuación será sin duda necesario difundir la información disponible entre los especialistas y también entre la población para que queden claras las ventajas de estas tecnologías. Por supuesto que existen planes para después del proyecto. Mantenemos una comunicación constante con otros proyectos relacionados con el hidrógeno y seguiremos proporcionándoles consejo y apoyo mediante un grupo de expertos. Además prolongaremos la colaboración con varias asociaciones homólogas. Confiamos además en que la UE siga apoyando proyectos y acciones de esta naturaleza para aprovechar el trabajo realizado y desarrollarlo aún más y, de ese modo, generar la confianza que se merece el hidrógeno. Para más información, consulte: H2TRUST http://h2trust.eu/
Países
España