Galileo y EGNOS: aplicaciones y servicios para Europa
La Comisión Europea calcula que el 6-7 % del PIB europeo (en torno a 800 000 millones de euros) depende ya de la tecnología de navegación por satélite. Sin embargo, los usuarios europeos no tienen otra alternativa hoy en día que localizar su posición por medio de los satélites de GPS de Estados Unidos o los satélites GLONASS rusos. En los próximos años, Galileo, el sistema europeo de satélites de navegación global, está llamado a cambiar esta situación. Galileo ya cuenta con seis satélites en órbita. Este mismo año se lanzarán más con el fin último de conseguir que comiencen a funcionar en 2016 y que estén a pleno rendimiento en 2020. Cuando todas las unidades estén completamente operativas, ¿qué efectos tendrá para los europeos, en especial en el sector del transporte? Y, por otra parte, ¿cómo influye ya en nuestras vidas el Servicio de Aumentación Geoestacionario Europeo para la Navegación (EGNOS), que ya se encuentra en funcionamiento? Expertos de los sectores espacial y de los transportes, así como representantes de la Comisión, se reunieron en la VII Conferencia anual sobre política espacial europea, celebrada esta semana, para analizar esta cuestión. La misión Galileo se enfrentó a varios problemas el año pasado cuando un par de satélites entraron en una órbita incorrecta debido a los fallos que presentaba una etapa superior. Aunque desde entonces se ha cambiado la órbita de uno de los satélites para permitir la comprobación de su carga útil de navegación, este contratiempo generó un dilatado debate. Según Didier Faivre, director del proyecto Galileo y de actividades relacionadas con la navegación en la Agencia Espacial Europea (ESA), este fallo retrasó seis meses el despliegue de la misión. Dominique Riquet, vicepresidente del comité TRAN del Parlamento Europeo, apuntó que no le inquietaban estos problemas: «No me preocupan los contratiempos que se han producido últimamente; en las iniciativas pioneras, este tipo de cosas ocurren». En cambio, centró su atención en los beneficios que Galileo, junto con EGNOS, aportarán a los europeos cuando esté completamente operativo: «Las aplicaciones de Galileo y EGNOS supondrán una herramienta útil para el desarrollo económico. Basta con echar un vistazo a Estados Unidos para comprobar las repercusiones económicas que ha tenido el GPS. No obstante—advirtió—, no poseemos un plan sólido y creíble para el desarrollo de un sector capaz de aprovechar el potencial de esta tecnología. Sería conveniente comenzar a organizar ya ese sector, por el interés de Europa». Matthias Petschke, director de la Dirección General de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes, respondió a las dudas del diputado Riquet apuntando que la Comisión también desea la creación de una infraestructura que permita a las empresas desarrollar aplicaciones de Galileo. En este sentido, declaró que «llevamos años impulsando la prestación de servicios y el desarrollo de aplicaciones». Asimismo, señaló los avances conseguidos en 2014 para asegurar que Galileo constituya una herramienta útil para los europeos. Por ejemplo, en diciembre se alcanzó un acuerdo político para hacer que los coches nuevos incorporen prestaciones basadas en el sistema EGNOS-Galileo. Mientras tanto, el servicio de seguridad de la vida humana (SoL) de EGNOS ya tiene un lugar asegurado en el sector de la aviación para todas las fases del vuelo, en el área de servicio de SoL EGNOS correspondiente. El principal objetivo de Galileo y de EGNOS, según Petschke, es la prestación de servicios a los usuarios finales. Didier Faivre, de la Agencia Espacial Europea, sugirió que, para garantizar la adopción de esta tecnología por parte de los usuarios, no se debe contemplar Galileo de forma aislada, sino que debe interrelacionarse con los sistemas existentes, como el GPS y, a raíz de esto, el sector público tendrá que colaborar con socios de todo el mundo. Faivre también destacó la necesidad de apoyar estas aplicaciones en fase de desarrollo: «¿Qué se puede hacer? Podemos contribuir a cubrir una parte del riesgo. Podemos ofrecer a los desarrolladores herramientas de validación y bancos de pruebas que transmitan a los inversores seguridad en las aplicaciones». Patrick Ky, director ejecutivo de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), aportó el punto de vista del sector de la aviación y destacó la seguridad como la principal prioridad del sector: «En nuestros requisitos de certificación de componentes y aeronaves de transporte de pasajeros, exigimos una tasa de averías de un caso por cada mil millones de horas de vuelo. Si los componentes espaciales se convierten en componentes esenciales para el sector de la aviación, alguien me tendrá que dar ese mismo nivel de garantía y nos encargaremos de verificar que se basa en datos reales». Ky añadió que «aquí se trata de unir dos mundos diferentes que utilizan las mismas herramientas pero que hablan idiomas muy diferentes». Carlo des Dorides, director ejecutivo de la Agencia del GNSS Europeo (GSA) aseguró que se cumplirían estas estrictas exigencias de seguridad. Está previsto que el sistema Galileo lo compongan treinta y seis satélites. Hay tres casi listos para su lanzamiento, que se unirán a los seis que ya se encuentran en órbita. Mientras tanto, el servicio abierto de EGNOS está disponible desde el 1 de octubre de 2009 y cualquier persona provista de un GPS compatible con EGNOS puede acceder libremente a los datos de posicionamiento de EGNOS desde Europa a través de las señales de los satélites. Para más información, visite: VII Conferencia annual sobre política espacial europea http://www.spaceconference.eu/intro.html(se abrirá en una nueva ventana) Agencia del GNSS europeo (GSA) http://www.gsa.europa.eu/galileo/why-galileo#(se abrirá en una nueva ventana)
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