La Comisión muestra signos de preocupación sobre los preparativos en los Estados miembros de cara al problema informático del año 2000
La Comisión Europea ha adoptado un informe en el que se proporciona una visión de conjunto de las actividades actuales en los Estados miembros que tienen por objeto abordar el problema informático del año 2000 ("Millennium Bug"). Este informe se presentará a los Jefes de Estado en el Consejo Europeo de Viena que se celebrará este mes. El informe centra su atención en las iniciativas relacionadas con la sensibilización de la opinión pública y la promoción de acciones, el grado de preparación de las administraciones centrales y locales y las actividades llevadas a cabo para garantizar que las infraestructuras transfronterizas clave (transporte, energía, finanzas y telecomunicaciones) continúan funcionando con normalidad. En 1998 se ha avanzado significativamente, y la mayoría de los gobiernos han creado organizaciones para prestar apoyo al sector privado y suministrar información al sector público. Tanto el sector financiero como el de telecomunicaciones han demostrado un progreso sustancial mediante la realización de ensayos externos, asistidos en esta tarea por la labor de importantes asociaciones internacionales. Sin embargo, las descentralización de administraciones y de un gran número de infraestructuras y servicios públicos nacionales ha impedido en un gran número de casos la recopilación central de información. La imposibilidad de saber con certeza si los problemas han sido investigados, rectificados y sometidos a prueba suscita una gran inquietud, sobre todo por lo que respecta a las administraciones locales y a los sectores de energía y transporte. El informe tiene por objeto alertar a los Jefes de Estado y a los gobiernos sobre esta cuestión. En el informe se indica que los Estados miembros que parecen encontrarse en una situación más avanzada en la resolución de este problema consideran su nivel de preparación insuficiente y han comenzado a elaborar planes de urgencia para hacer frente a posibles interrupciones de actividades normales. La Comisión ha propuesto al Consejo la creación de un grupo de trabajo "ad-hoc" con el fin de garantizar la coordinación a alto nivel.