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El nacimiento de estrellas «aspira» el polvo cósmico

Un equipo de investigadores financiados por la Unión Europea ha descubierto que la formación de nuevas estrellas se alimenta en parte del polvo cósmico, el cual disminuye gradualmente.

Investigadores de la Universidad de Cardiff, Reino Unido, financiados en parte por el Consejo Europeo de Investigación (CEI) en el marco del proyecto COSMICDUST, se han valido del telescopio espacial Herschel para remontarse en el tiempo 12 000 millones de años y observar los primeros fenómenos de formación de galaxias y compararlos con los otros más recientes. Según sus pesquisas, las estrellas se formaron en el interior de las galaxias primigenias con mucha más rapidez que en la actualidad. Además, este rápido proceso de nacimiento de estrellas comporta un gasto progresivo del polvo cósmico que se encuentra disperso por todo el universo. El polvo cósmico se compone de partículas sólidas diminutas que se encuentran por todo el espacio entre las estrellas. Polvo y gas son las materias primas para la formación de las estrellas y las galaxias. Esta investigación ha sacado a relucir que incluso hace tan solo mil millones de años (una fracción breve de la edad del universo) las galaxias se formaban a mayor velocidad y contenían más polvo cósmico que las galaxias formadas actualmente. Si bien este manto de material resulta crucial para la formación de las estrellas y galaxias, también actúa como esponja que absorbe casi la mitad de la luz emitida por los objetos estelares, imposibilitando así observarlos con los telescopios ópticos comunes. Lanzado en 2009, el telescopio espacial Herschel proporciona a los astrónomos la herramienta perfecta para sondear el universo oculto. Cuenta con un abanico de instrumentos, espejos y filtros de gran sensibilidad, gracias a lo cual este telescopio fue capaz de detectar el polvo a través de sus emisiones en el infrarrojo lejano. Se reveló así la existencia de estrellas y galaxias ocultas por el polvo. La profesora Haley Gómez, una de las responsables del proyecto, presentó los resultados de su equipo el 29 de junio con ocasión del Encuentro Nacional de Astronomía celebrado en Nottingham, Reino Unido. Este equipo científico ha publicado un extenso catálogo de las fuentes de radiación en el infrarrojo lejano existentes en este «universo oculto». El estudio del firmamento, titulado «Herschel Astrophysical Terahertz Large Area Survey» (Herschel ATLAS), proporciona información detallada sobre más de medio millón de galaxias, muchas de las cuales siguen siendo como hace más de 12 000 millones de años, poco después del Big Bang. El equipo confía en que este extenso catálogo se convierta en un instrumento esencial para aquellos astrónomos que pretenden entender a fondo la evolución histórica de las galaxias y el cosmos. En la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society se ha publicado un trabajo al respecto, y esto comentó uno de los firmantes, la Dra. Elisabetta Valiante: «Lo más emocionante de nuestro estudio es que abarca casi toda la historia cósmica, desde los violentos sistemas con estrellas en formación, llenas de polvo y gas, del universo primigenio (que vienen a ser galaxias en proceso de formación) hasta los sistemas mucho más apagados que vemos hoy en día en nuestro entorno». La Dra. Loretta Dunne, otro integrante destacado del equipo científico, señaló: «Antes de Herschel, sólo éramos conscientes de unos pocos centenares de fuentes de polvo similares en el universo lejano, y sólo podíamos verlos en blanco y negro. El Herschel, con sus cinco filtros, nos ha dado el equivalente al tecnicolor, y el color de la galaxia nos aporta indicios acerca de distancias y temperaturas. Ahora disponemos de medio millón de galaxias que nos sirven para deducir la formación de estrellas ocultas en el universo». El proyecto COSMICDUST finalizará en agosto de 2020 y ha recibido de la UE fondos por valor de 1 800 000 euros. Para más información, consulte: Página del proyecto en CORDIS

Países

Reino Unido

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