Tendencias científicas: Tiranosaurios, ¿asesinos terroríficos o amantes sensibles?
El estudio, ejecutado por un equipo de Carthage College, Montana, y publicado en «Scientific Reports», no describe al más popular de los grandes dinosaurios, el tiranosaurio, sino a uno de sus parientes más pequeños e igualmente terroríficos, una especie nueva denominada Daspletosaurus horneri. Un hocico sensible El espécimen se extrajo de una roca de 75 millones de años de antigüedad en Montana. Tenía dos metros de alto y unos nueve de largo (la longitud aproximada de un autobús urbano). Sus huesos se conservan con un elevadísimo grado de detalle, sobre todo los de la cabeza y el hocico. Gracias a esto, el equipo logró estudiar con gran precisión sus texturas gruesas y complejas y llegaron a la conclusión de que el hocico del animal estaba cubierto de escamas planas. Si bien el hocico tenía una apariencia rugosa a primera vista, docenas de aberturas de pequeño tamaño en el hocico y la mandíbula apuntan a que bajo las escamas existían cientos de ramificaciones nerviosas (foramen) que dotaban al hocico de una sensibilidad extraordinaria, convirtiendo así el hocico en una «tercera mano». Este tipo de hocico puede observarse hoy en día en cocodrilos y caimanes, los cuales presentan miles de protuberancias diminutas y sensibles (tegumento) alrededor de sus mandíbulas. En 2011, científicos del Museo Peabody de Historia Natural de la Universidad Yale en Connecticut informaron de que estos animales frotaban estas protuberancias en la cara y el cuerpo con profusión antes de aparearse, y descubrieron que el comportamiento «resulta con frecuencia en una sobreestimulación». Dadas estas similitudes en el hocico, el equipo del Carthage College defiende que este rozamiento podría también haber estado presente en los rituales de apareamiento del tiranosaurio. En palabras del investigador principal del estudio, el Dr. Thomas Carr, del Carthage College en Wisconsin: «El foramen idéntico en los tiranosaurios apunta a que estos también tenían una piel supersensible». Una reevaluación del tiranosaurio Daspletosaurus horneri toma el nombre del arqueólogo de fama mundial Jack Horner, quien planteó que Tyrannosaurus rex podría haber sido un necrófago oportunista. Esta afirmación levantó cierto revuelo al oponerse diametralmente a la imagen pública que se había creado de T. rex como un asesino violento y brutal al acecho de sus presas cretácicas. Sin duda, la imagen de un amante afectuoso y considerado no es la asociada a este dinosaurio. Ante la imposibilidad de viajar en el tiempo, este descubrimiento nuevo supone otro paso en los trabajos destinados a reevaluar el día a día de los tiranosaurios y se aleja de los estereotipos populares que suelen centrarse en sus capacidades depredadoras y terroríficas tan arraigadas en el imaginario colectivo. Probablemente fuesen cazadores brutales (a diferencia de lo afirmado por Horner) la mayor parte del tiempo, pero al igual que los animales (y los humanos) modernos también fueron niños, adolescentes, madres, padres y amantes. Dormían, bebían, defecaban y muy probablemente cuidaban de sus crías, y muy probablemente la paleontología descubra más indicios en un futuro sobre su vida cotidiana. De lo que no cabe duda es de que el nuevo y apasionante descubrimiento de Daspletosaurus horneri desvela que los tiranosaurios no eran meros asesinos.
Países
Estados Unidos