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Tendencias científicas: Los osos más pequeños del mundo pueden imitar caras como los humanos

Un nuevo estudio muestra que el oso malayo es capaz de comunicarse copiando expresiones faciales, tal y como lo hacen también los humanos.

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Los osos malayos, la más pequeña de las ocho especies de oso, viven una vida solitaria en los bosques del sudeste asiático. Además, no tienen ninguna conexión evolutiva con los humanos. Son estas dos perlas de información las que consiguen que los resultados publicados en la revista «Scientific Reports» sean enormemente sorprendentes. La investigación muestra que los osos malayos son capaces, junto con humanos y gorilas, de expresar sus emociones. «Al parecer hay algunas formas de comunicación mucho más comunes entre especies de mamíferos que lo que se pensaba hasta ahora», confiesa el autor principal Derry Taylor, doctorando de Psicología Comparativa en la Universidad de Portsmouth (el Reino Unido) a Reuters. Osos malayos imitadores Durante más de dos años, los investigadores observaron el comportamiento y las interacciones de veintidós osos malayos en un centro de rehabilitación en Malasia. Horas de vídeo mostraron que los animales utilizaban expresiones faciales para comunicarse, además de una forma muy similar a cómo usan las expresiones faciales humanos y simios. Durante estas sesiones de juego social espontáneo, los osos copiaban las expresiones de otros sobre todo cuando jugaban tranquilamente. Imitaban a la perfección las expresiones faciales que observaban en otros osos durante el juego social. Los osos copiaron con mucha precisión no solo el tipo de expresión sino además movimientos musculares específicos como elevar la nariz y arrugar el puente nasal del hocico. ¿Qué mensajes se querían transmitir los osos? La imitación podría destinarse a ayudar a dos osos a señalar que estaban listos para jugar con menos sutileza o para reforzar lazos sociales. En declaraciones a «Newsweek», Taylor indica: «Los humanos muestran patrones complejos de imitación facial, imitan habitualmente no solo las expresiones faciales de otros, sino también los movimientos musculares sutiles. Está ampliamente aceptado que solo existe una comunicación compleja en especies con sistemas sociales complejos». ¿Hay más animales con formas de comunicación sutiles? Continúa: «Nuestro descubrimiento reciente de imitación facial compleja en osos malayos apunta a que el asunto no es tan sencillo como parece. La imitación facial de estos osos posee mucha más precisión que la de otras especies sociales, pero los osos malayos viven vidas prácticamente solitarias cuando se encuentran en libertad. Esto apunta a la posibilidad de que la comunicación facial sofisticada pueda ser un rasgo generalizado entre mamíferos». Y añade: «Hemos descubierto que la imitación facial exacta era mucho más común en el juego suave que en el violento, y sabemos que este primer tipo de juego suele acabar en el violento. En otras especies, cuando el comportamiento de juego no va acompañado de señales de este, el juego suele acabar en agresión». Taylor explica el modo en el que el estudio podría contribuir a la obtención de un conocimiento más amplio sobre la comunicación animal: «Una de las posibilidades que plantea el estudio es que las formas sofisticadas de comunicación podrían ser más comunes entre mamíferos de lo que se pensaba hasta ahora, lo cual pone entredicho la idea comúnmente mantenida de que la comunicación compleja solo está presente en especies con sistemas sociales complejos». «Por otro lado, podría deberse a que las complejidades más profundas en los sistemas de comunicación de especies más sociales están aún por descubrir».

Países

Estados Unidos

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