Que vivan las motoneuronas
Las proteínas que ayudan a sobrevivir a las neuronas pueden frenar las enfermedades de motoneuronas pero sólo si sabemos a qué neuronas afectan y cómo. Telón de fondo Las motoneuronas controlan los músculos y si mueren, los músculos no funcionan. Es lo que les pasa a los pacientes con enfermedades motoneuronales como atrofia muscular espinal en los niños (la más frecuente enfermedad genética autosómica después de la fibrosis cística) y esclerosis amiotrófica lateral en adultos (tan frecuente como las lesiones de la espina dorsal). Estas enfermedades incapacitan y suelen ser mortales. Se han descubierto proteínas llamadas factores neurotróficos que mantienen vivas esas neuronas. Algunas tienen un valor terapéutico pero las pruebas clínicas han fracasado tal vez porque se administran mal y no llegan a donde tienen que llegar o tal vez el tratamiento se equivoca de neuronas. Es importante saber cómo funcionan esos factores neurotróficos y a qué neuronas deben enviar sus señales salvavidas. Es lo que intenta un proyecto financiado por la UE: "Establecimiento y mantenimiento de innervación muscular: el papel de los factores neurotróficos". Descripción, impacto y resultados No todas las neuronas sufren de la misma manera en las enfermedades motoneuronales: pueden empezar por los músculos faciales o en las extremidades, sin afectar a todos los músculos. La ciencia distingue funcionalmente varios tipos de motoneuronas: rápidas o lentas, las que controlan la contracción muscular o la tensión. Estas diferencias funcionales con cuadros clínicos distintos reflejan sin duda diferencias moleculares entre motoneuronas, que es lo que el proyecto quiere elucidar. Una manera es encontrar marcadores específicos de las neuronas que controlan la tensión muscular. Se ha conseguido etiquetar estas neuronas. Otra manera es estudiar los receptores específicos con quien se combinan los factores neurotróficos y mediante los cuales actúan. Hay un hecho contundente: se diría que cada motoneurona tiene su propia serie de receptores y reacciona a diferentes factores neurotróficos. Se han podido transformar algunos receptores en el ratón y observar los síntomas resultantes. Se ha conseguido también identificar nuevos factores neurotróficos para motoneuronas (factor de crecimiento hepatocítico, persefina) y dos nuevos subreceptores. Los equipos del proyecto han aprendido mucho sobre cómo los factores neurotróficos "les dicen" a las motoneuronas cómo sobrevivir - si hay pequeñas moléculas que causan los mismos efectos que los factores neurotróficos podrían ser más terapéuticas que éstos. El proyecto ha descubierto nuevos métodos para someter a prueba tales moléculas. Aparte del proyecto, los conocimientos y métodos obtenidos serán utilizados por una nueva empresa, TROPHOS, que buscará en las colecciones químicas pequeñas moléculas potencialmente útiles en el tratamiento de enfermedades motoneuronales. Socios Los socios del proyecto se interesan todos ellos por los factores neurotróficos pero sus especialidades son diferentes y, por suerte, complementarias: biología motoneuronal (INSERM U.382 Marsella, Francia), receptores de factores neurotróficos (EMBO, Heidelberg, Alemania), interacciones entre factores y receptores (Istituto di Biologia Molecolare, Pomezia, Italia), conexiones nervio-músculos (Universidad de Oslo, Noruega), señales de receptores (Universidad de Lleida, España), motoneuronas del metencéfalo y factores neurotróficos (Karolinska Institute, Estocolmo,Suecia), neuronas proprioceptivas (Universidad de St Andrews, Reino Unido).