Los datos ponen de relieve presiones ambientales en la UE
Eurostat, la Oficina Estadística de las Comunidades Europeas, y la Dirección General XI de la Comisión Europea han colaborado en la definición del primer lote de indicadores medioambientales jamás establecido para la Unión Europea. Los indicadores se basan en la información suministrada por más de 2.300 expertos en medio ambiente de todo el territorio de la Unión Europea. Se les solicitó que calificaran y clasificaran, por orden de importancia, las que consideran como las mayores presiones ambientales a las que se ve sometida la Unión Europea. Los resultados de la investigación se presentan en un informe titulado Towards environmental pressure indicators for the EU - Por unos indicadores de presión medioambiental para la UE, en el que se recogen 60 indicadores cualitativos, descriptivos de la presión que ejerce la actividad humana sobre el medio ambiente en 10 áreas estratégicas clave. La Comisión espera que el informe contribuya a la definición de indicadores que permitan medir la efectividad de la integración de los intereses medioambientales en las políticas sectoriales. El proceso de integración constituye una etapa clave en la vía hacia una sociedad más sostenible, coinciden Yves Franchet, director general de Eurostat, y James Currie, director general de la DGXI. Entre las áreas que más preocupan en el informe cabe citar el impacto medioambiental de la contaminación causada por el tráfico en la UE y la presión ambiental inducida por los residuos municipales (esto es, aquéllos no producidos la industria). El grupo de expertos encargado del área estratégica dispersión de toxinas situó en segunda posición de la lista de presiones ambientales las emisiones de contaminantes orgánicos persistentes. Y esto a pesar de los datos del catálogo europeo de dioxinas que, según informa Eurostat, reseña una reducción del 50 por ciento, como mínimo, de las emisiones de dioxinas en la UE desde 1985. Las técnicas de compilación del informe siguen sujetas a modificaciones; mientras, muchos ecólogos confían en ultimar un índice único de presiones ambientales que facilite mejores comparaciones con índices económicos como el PIB.