Comparecencia del candidato a comisario Erkki Liikanen ante el PE
En el curso de la sesión celebrada en Bruselas el pasado 31 de agosto para la confirmación del candidato a comisario Erkki Liikanen, éste declaró ante los diputados europeos que su prioridad número uno es reducir la inaceptable tasa de desempleo existente en Europa. El Sr. Liikanen, cuya cartera deberá incluir los aspectos relativos a la Empresa, además de la política de la innovación, y la Sociedad de la información, comparó reiteradamente a Europa con los Estados Unidos, en donde la tasa de desempleo es inferior y la Sociedad de la Información ha sido acogida con entusiasmo. Insistió asimismo en la importancia de crear en Europa una nueva cultura empresarial y de mejorar la competitividad de la industria europea. Para ello se comprometió abrir la Sociedad de la Información a los ciudadanos europeos impulsando la formación y favoreciendo la utilización de Internet y el comercio electrónico. Señaló la excesiva carga administrativa existente en Europa, y prometió simplificar los procedimientos y reducir los costes, en especial por lo que se refiere a las pequeñas y medianas empresas, a las que destacó como motor de creación de empleo. No es aceptable que poner en pie una nueva empresa en la Unión Europea resulte tres veces más caro y precise de un tiempo siete veces superior al necesario en los Estados Unidos, declaró. Puso la política europea de las telecomunicaciones, liberalizada a partir de 1998, como ejemplo de éxito para Europa, que muestra cómo Europa puede también estar a la cabeza si se le da la oportunidad. El Sr. Liikanen se comprometió a utilizar ese mismo enfoque cuando se trate de impulsar el uso del comercio electrónico y las tecnologías de la información y de las comunicaciones en la industria, si bien advirtió sobre los peligros derivados de una excesiva legislación europea. No creo que la Comisión esté capacitada para gestionar empresas. Lo que sí podemos hacer, no obstante, es intentar cooperar con los Estados miembros para lograr simplificar los procedimientos legales y reducir las cargas administrativas que recaen sobre las empresas más pequeñas, declaró. La acogida dispensada por los diputados europeos al Sr. Liikanen fue en general positiva, a pesar de las reservas de algunos de entre ellos, y en especial de los conservadores británicos, por haber formado parte del equipo saliente de comisarios. El Sr. Liikanen agradeció la pregunta del diputado europeo del grupo conservador británico John Purvis a propósito de su papel en el asunto van Buitenen y en la administración de los presupuestos en la anterior Comisión, declarando que ello le daba la oportunidad de dejar clara la cuestión. El ahora exonerado Paul van Buitenen, fue suspendido de sus cargos como funcionario europeo tras la publicación de un informe de 34 páginas encargado por los diputados europeos del grupo de los Verdes en el que se demostraba la existencia de fraude en la oficina de asistencia técnica del programa Leonardo da Vinci. El Sr. Liikanen afirmó que la decisión de suspenderle fue tomada por el director general afectado. A él se le informó en ese momento y, cuando dicha suspensión dejó de ser efectiva, él le buscó otro puesto en otra dirección general diferente. El Sr. van Buitenen es libre ahora de solicitar otros puestos, añadió. Cuando la diputada europea del grupo independiente Daniela Raschhoffer le preguntó cuál era su definición de la responsabilidad personal, el Sr. Liikanen respondió que si el Parlamento Europeo así se lo pidiese, él renunciaría a su cargo. A las respectivas preguntas de los diputados Eryl McNally y Astrid Thors sobre como mejoraría la eficacia en la utilización de los fondos de la UE, el Sr. Liikanen, hasta ahora comisario encargado de los presupuestos, abogó por una simplificación de los contratos y por la concentración de los fondos de la UE en un menor número de sectores. Mi experiencia me dice que cuando se intentan hacer demasiadas cosas, se fracasa, dijo. Y añadió que en el futuro él estaría a favor de objetivos más concretos, de la descentralización de la autoridad, de una mejor utilización de las evaluaciones y de la simplificación de los procedimientos administrativos.