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CORDIS entrevista a Philippe Busquin

Incluso por la forma enérgica con la que da la mano, se puede palpar el entusiasmo del nuevo Comisario de Investigación, Philippe Busquin. Su aspecto le hace parecer más joven de los 58 años que tiene y la forma entusiasta con la que ha abordado su nueva cartera emana un ciert...

Incluso por la forma enérgica con la que da la mano, se puede palpar el entusiasmo del nuevo Comisario de Investigación, Philippe Busquin. Su aspecto le hace parecer más joven de los 58 años que tiene y la forma entusiasta con la que ha abordado su nueva cartera emana un cierto atractivo. Tras siete duros años como Presidente del Partido Socialista Francófono de Bélgica, Busquin parece que esté ahora disfrutando del reto que le supone la UE. Tan sólo ha tenido unos pocos meses para familiarizarse con la cartera y ya ha identificado algunas áreas a las que consagrará sus energías. De estas, la principal es la creación de un espacio de investigación común en Europa que facilite el flujo de información e investigadores. "Personalmente lo que pretendo hacer es desarrollar un espacio común de investigación", dijo. "Es la manera de maximizar el potencial de investigación, a nivel tanto de la Comisión como de los Estados miembros." Opina que "los investigadores deberían poder moverse libremente y trabajar en otros países, pero existe el problema de las diferencias en los sistemas financieros, fiscales y de educación. Hay que desarrollar condiciones propicias para que los investigadores puedan reunirse en cualquier parte de Europa. "Por ejemplo, podemos utilizar los centros de excelencia para el estudio de algunas materias y asegurar, a su vez, una mayor movilidad para los investigadores dentro de Europa. Si existen dos centros de excelencia de la misma categoría, a menudo los investigadores europeos se sienten más atraídos por el centro que se encuentra en Estados Unidos que por el que está en Europa. Deberíamos preguntarnos por qué se produce esta situación y qué tipo de solución podemos darle." Una forma de fomentar la investigación, dice Busquin, es informando más al público. "Creo que el público europeo no tiene conocimiento sobre la importancia de la investigación, y ésta es una realidad que acontece en todos los Estados miembros. CORDIS tiene una función que desempeñar - en todos los países, CORDIS y las nuevas tecnologías, como Internet, pueden sernos de gran utilidad para lograr que las personas estén informadas, por ejemplo sobre PYME, universidades y centros de excelencia. Sólo un cuatro por ciento de la financiación europea para la investigación es asignada por la UE. Busquin sabe las limitaciones de actuación que tiene la Comisión y comenta al respecto: "La Comisión no puede hacerlo todo por sí misma. Tenemos que trabajar en el ámbito europeo, junto con las universidades y otros actores. "Si la Comisión Europea asumiera responsabilidades que son competencia de los Estados miembros, disminuiría la calidad de las acciones, mientras que lo que debemos hacer es aumentarla. La Comisión aporta un valor añadido a la investigación, pero este no puede sustituir los esfuerzos de cada uno de los Estados miembros. Hay radica el principio de subsidiariedad. La función de la Comisión consiste en hacer converger los diferentes niveles de competencias y alentar a las personas para que trabajen juntas." Europa debe colaborar en proyectos de investigación si quiere competir con EEUU, con el que siempre ha estado a la zaga. Busquin, a la par que intenta incrementar los esfuerzos de cooperación también pretende elevar el número de investigadores por cada mil habitantes y detener la "fuga de cerebros" hacia EEUU. Reconoce que para ello se debería mejorar la posición de los investigadores y resolver temas como las condiciones laborales y los derechos de la propiedad intelectual. "Tenemos los recursos y el potencial humanos. Nuestras universidades cuentan con buenos científicos, pero no somos conscientes de este potencial y, como consecuencia, no nos beneficiamos de esta ventaja. En EEUU sí son conscientes de lo que tienen". Una de las tareas es compartir las responsabilidades entre todas las instituciones europeas. Busquin ha manifestado repetidamente su compromiso de trabajar conjuntamente con el Parlamento y el Consejo. "La investigación contempla una dimensión política y por lo tanto esta tiene que ser discutida con el Parlamento y con el Consejo de Ministros." Otra de sus pasiones consiste en animar a los jóvenes para que se involucren en la ciencia. Para Busquin deberían ser más los estudiantes que eligen la opción de ciencias en los institutos y universidades a la vez que se debería aumentar el nivel general de comprensión de la ciencia. "Tenemos que hacer que en Europa la gente le tome el gusto a las ciencias," dijo. "En mi generación, durante los últimos años de los cincuenta y a comienzos de los sesenta, existía realmente una voluntad de avanzar en las ciencias. Hoy en día, a menudo, la ciencia tiene una repercusión negativa, porque los ciudadanos oyen hablar de la desaparición de la capa de ozono, cambio climático, medio ambiente, ensayos con los alimentos y temas similares. Creo que debemos hacer que las ciencias recuperen su imagen positiva ya que estoy realmente convencido de que el conocimiento conduce a la democracia." "Me animo cuando veo iniciativas como el Concurso para Jóvenes Científicos que ha tenido lugar recientemente en Tesalónica, Grecia, en donde jóvenes científicos se han reunido para compartir sus proyectos de investigación." Llegado a este momento de la conversación, el entusiasmo le envolvió y comenzó a dar una descripción detallada sobre la competitividad y los beneficios que conlleva. A pesar de que ha ejercido como político durante los últimos 20 años, Busquin cuenta con una formación científica y reconoce haber seguido de cerca aquellos temas relacionados con la investigación a lo largo de toda su carrera. "Soy un político y un científico a la vez," declara. Nacido en Feluy, cerca de Nivelles, estudió Ciencias Físicas en la Universidad Libre de Bruselas (ULB) y cursó estudios de tercer ciclo en Filosofía y Medio Ambiente. Después, pasó nueve años dando clases de Ciencias en la ULB y llegó a convertirse en el experto para asuntos científicos del Partido Socialista. Al asumir el cargo de Comisario europeo de Investigación, Philippe Busquin está siguiendo las huellas de su compatriota, el Comisario belga Etienne Davignon, quien introdujo el I Programa Marco. Proviniendo de un país relativamente pequeño, ambos son conscientes de los beneficios que se generan a partir de la colaboración con otras naciones europeas. Esta consciencia europea es la que Busquin valora como una de sus principales cualidades que ha aportado al cargo. "Para empezar, hay que tener una fuerte voluntad europea," dice. "Tienes que asegurarte que eres capaz de ver más allá de las restricciones nacionales. No necesariamente suprimirlas, sino avanzar en ellas."

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