Fuertes recompensas para científicos jóvenes
Cifrar informaciones secretas para enviarlas por Internet, analizar las propiedades de racimos de galaxias, calcular la contaminación urbana, he aquí los problemas con que han luchado los galardonados del Undécimo Premio de Jóvenes Científicos de la UE. Telón de fondo La ciencia y la tecnología pueden resolver graves problemas, a veces planetarios, y por eso hay que animar a los jóvenes brillantes a dedicarse a la ciencia. Este es el espíritu del Concurso de la Unión Europea para Jóvenes Científicos, patrocinado actualmente por el Programa de Mejora del Potencial Humano de la DG Investigación de la Comisión Europea. Al Concurso de este año podían presentarse los ganadores (de 15 a 20 años) de los concursos nacionales. Se trata de descubrir y alentar a los jóvenes dotados para la ciencia y de fomentar el espíritu de innovación e intercambio. Descripción, impacto y resultados Se eligieron los proyectos premiados de un total de 57 presentaciones de más de 30 países. Eminentes científicos integraban el jurado internacional, entre ellos, como miembro de honor, el vicepresidente de la Oficina Europea de Patentes de Munich. Durante el concurso los jóvenes científicos recibieron informaciones sobre patentes y derechos de propiedad intelectual. Los primeros premios fueron concedidos a proyectos en matemáticas (Sarah Flannery, Irlanda), física (Sverrir Gudmundsson, Pall Melsted, y Tryggvi Thorgeirsson, Islandia), y ciencia del medio ambiente (Michal Ksiazkiewicz, Polonia). En su trabajo Sarah Flannery compara un nuevo sistema de cifrado (criptografía), a saber, el `algoritmo Cayley-Purser', con el sistema RSA, el más usado hoy. Los expertos en criptografía ya han mostrado interés por su trabajo. El trío de Islandia utiliza dos series de datos para analizar las propiedades de un racimo de galaxias descubriendo una región anular de superdensidad y proponiendo como posible explicación un efecto gravitacional de estratificación lenticular. Michal Ksiazkiewicz presenta una metodología para usar el liquen de las plantas como indicador de la contaminación atmosférica urbana. Fue muy elogiado por su capacidad de trabajo, su claridad de ideas y su excelente habilidad de laboratorio. Socios El Museo de Tecnología de Salónica, bajo los auspicios del Ministerio griego de Educación, fue el anfitrión de este Undécimo Concurso. Hubo candidatos de la UE, de los países de Europa Central y del Este, de Estados Unidos, de la República de Corea y del Japón. Además de los tres primeros premios (dotados con 5.000 3.000 y 1.500 euros respectivamente) hubo premios honoríficos ofrecidos por los Foros Internacionales de Ciencia Joven de Londres y Estocolmo, un Premio Alumni y, por primera vez, premios especiales que ofrecen participación en investigaciones del Centro Común de Investigación (Ispra, Italia) de la Comisión, en los Observatorios de Europa del Norte (Canarias), y en la Royal Geographical Society (Seychelles). El Duodécimo Concurso se celebrará en Amsterdam del 18 al 24 de setiembre del año 2000.