La investigación de la UE da prioridad absoluta a la seguridad alimentaria
Como demuestran los recientes sustos europeos en cuestión de alimentos, los consumidores están cada vez más preocupados por la seguridad de su pan cotidiano. Esos sustos pueden tener importantes consecuencias en la demanda, en la rentabilidad y en el empleo. Por ello, la Comisión Europea está acelerando sus actividades de investigación y de legislación en este sector y, ante la preocupación pública, ha adoptado un conjunto de medidas total e integrado para la máxima protección de los consumidores de alimentos en Europa, aprobando un plan de reforma radical anunciado en su Libro blanco sobre seguridad alimentaria. Telón de fondo En los últimos años, se han planteado nuevos problemas sobre productos alimentarios como resultado de un mayor conocimiento científico y de una conciencia popular de la relación entre la nutrición y la salud, junto con preocupaciones sobre las técnicas utilizadas en la agricultura y en la producción de alimentos. Antes de que la Comisión Europea creara la Dirección General XXIV para la política del consumo y protección de la salud (que ahora se llama la DG Sanidad y Protección de los Consumidores), las medidas de la UE para proteger a los consumidores se habían venido tomando de manera desordenada. Pese a ello, mucho es lo conseguido en la legislación del mercado único sobre alimentos y salud que explica que ya exista una armonización de la mayoría de las legislaciones alimentarias nacionales en toda la Comunidad. Hoy día, todo los países desarrollados cuentan con mucha legislación que pretende "garantizar que los alimentos no plantean problemas, que son adecuados para el consumo humano, que las transacciones comerciales se realizan de manera correcta y de que ya existen los necesarios sistemas de control e inspección oficiales" ".(1) La crisis de la vaca loca en 1996 obligó a la Unión Europea a tomar medidas para conseguir una mejor protección del consumidor. En 1997, la comunicación de la Comisión sobre Salud del consumidor y seguridad alimenticia anunciaba la reestructuración de la DG de Política del Consumo y Protección de la Salud del Consumidor y definía el nuevo enfoque de la institución para el sector: la seguridad alimenticia se debe conseguir mediante tres instrumentos complementarios: análisis del riesgo, opiniones científicas y controles e inspecciones. En 1998, en una comunicación ulterior sobre Alimentos, control e inspección veterinarios y fitosanitarios, la Comisión reiteró su promesa de mantener un nivel aceptable de normas de alimentos y de salud pública abogando por una colaboración eficaz y activa entre: la industria alimenticia, que necesitaba sistemas de inspección y autorregulación para garantizar que la producción alimenticia respetara la legislación comunitaria; los Estados Miembros, en los que es necesario crear programas coordinados de control de toda la cadena de producción alimentaria junto con la introducción de sistemas de auditoría; la Comisión, que debe utilizar técnicas de auditoría para controlar el funcionamiento de las autoridades competentes en toda la cadena de producción alimentaria. Huesos que roer El resultado de la encuesta realizada en 1997 por la revista de la Comisión "Eurobarómetro" sobre asuntos de consumidores reveló que la seguridad de los productos alimenticios era un problema fundamental, lo que llevó a la decisión de dedicar las iniciativas de la política de información de los consumidores en 1998 y 1999 al tela de la seguridad alimenticia y salud de los consumidores. En el Programa de Trabajo 1998 de la Comisión Europea se exigían normas más rigurosas de protección de la salud de los consumidores cuando los productos destinados al consumo humano entran en el mercado. Se insistía en las normas de etiquetado, en las pruebas de riesgos potenciales para la salud y en un control pre-venta de los procedimientos de producción. Ese mismo programa desplazó el centro de interés al problema de la calidad de productos alimentarios como reacción ante las exigencias de los consumidores. Alemania anunció al mismo tiempo una serie de iniciativas en el campo veterinario y fitosanitario para aumentar la protección y el control y simplificar la legislación vigente. El Plan de acción en la política de consumidores de la Comisión (1999-2001) se ocupará de las obligaciones que impone el Tratado de Amsterdam, que obliga a la UE a defender los intereses de los consumidores y a garantizar un elevado nivel de protección de los mismos mediante el respeto de su derecho a la información, a la educación y a la organización. El 12 de enero de 2000, la Comisión aprobó el Libro blanco sobre seguridad alimentaria en el que culminan tres meses de intensos trabajos realizados por la institución, desde que fue nombrada el pasado mes de septiembre, y se basa en las consultas que se iniciaron a raíz de la publicación del Libro verde sobre legislación alimentaria de 1997. El citado "Libro blanco sobre seguridad alimentaria" representa una gran iniciativa para establecer sistemas y normas de protección alimentaria de categoría mundial. Ese "Libro blanco" inicia, además, un plan de reforma radical que incluye un programa de reforma legislativa junto con la creación para el año 2002 de una nueva Autoridad Alimentaria Europea. La Autoridad Alimentaria Europea Esta nueva entidad que se trata de crear debe empezar por examinar las debilidades del sistema actual, los fallos en el control de los problemas de seguridad alimentaria, las lagunas en el sistema de alerta rápida y la falta de cooperación científica y de apoyo analítico. Tendrá que orientarse en lo mejor de la ciencia, ser independiente de los intereses industriales y políticos, aceptar un riguroso escrutinio público, tener autoridad científica y colaborar estrechamente con los organismos científicos nacionales para: El establecimiento de evaluación de riesgos mediante una asesoría científica que debe incluir todo los asuntos de consumo de alimentos que tengan un impacto directo o indirecto en la salud y seguridad de los consumidores, incluyendo el riesgo de los problemas elementales nutricionales que pueden plantearse en la producción de alimentos, en los procesos industriales, en el almacenamiento, distribución y venta al por menor; salud y bienestar animales; y evaluación de riesgos. Recopilación y análisis de informaciones, desempeñar un papel proactivo en el desarrollo y operación de programas de control de la seguridad alimentaria, y crear una red de contactos con órganos similares en la Unión Europea y en los países terceros. Comunicación, informando a todas las partes interesadas de sus resultados en relación tanto con las opiniones científicas como con los resultados de los programas de inspección y control, como elemento fundamental para restaurar y mantener la confianza de los consumidores europeos. Alerta rápida, mejorando el sistema actual para incluir problemas de alimentación animal. Legislación de seguridad alimentaria El Libro Blanco enumera más de 80 acciones distintas, y, en particular, los aspectos de la producción alimentaria, incluyendo el sistema de consumo directo de los productos agrícolas, y su intención es colmar las lagunas en la legislación actual. El nuevo marco legal incluirá asuntos de alimentación animal, de salud y bienestar animales, higiene, contaminantes y residuos, nuevos alimentos, aditivos, aromatizantes, embalaje e irradiación. Incluirá también una propuesta de una Ley General de Alimentación que incorpore todos los principios de la seguridad alimentaria. Control del cumplimiento de la legislación Se propone una legislación general para formular de otra manera las diferentes exigencias de control, teniendo en cuenta el principio general de que todas las partes de la cadena de producción alimentaria tienen que estar sometidas al control oficial. La Comisión y los Estados Miembros juntos crearán un marco comunitario general para los sistemas nacionales de control. Información de los consumidores La Comisión cooperará con la Autoridad Alimentaria Europea para promover un diálogo con los consumidores para facilitar su participación en las nuevas políticas de seguridad alimentaria. Se les informará más y mejor sobre las nuevas preocupaciones de seguridad alimentaria y de los riesgos que presentan - para algunos grupos - ciertos alimentos, así como sobre las propuestas de etiquetado alimentario que se formulen. Dimensión internacional Como la Unión Europea es el mayor importador/exportador del mundo de productos alimentarios, las acciones propuestas tienen que presentarse y explicarse con eficacia a nuestros socios comerciales. El Quinto Programa Marco (5°PM) Las investigaciones sobre producción y seguridad alimentarias y salud y nutrición financiadas por la Unión Europea siempre han sido un aspecto muy significativo, y con mucho éxito, de los programas marcos de la Comisión. En el 5°PM, se insiste más que antes en el papel de los alimentos para mejorar la calidad de la vida de los consumidores europeos, no sólo para tener en cuenta la preocupación del público sobre seguridad alimentaria sino también porque, en cuanto el mayor productor del mundo de productos agrícolas y alimentarios, que representa el 16,5% de su producción industrial, la Unión Europea debe mantener su competitividad. En el programa temático Calidad de la vida y gestión de los recursos vivos, los objetivos científicos y tecnológicos de la acción clave Alimentación, nutrición y salud se dividen en tres categorías principales: nuevas y/o mejores tecnologías de producción segura y flexible; pruebas de detección y procesos de eliminación de agentes infecciosos y tóxicos en toda la cadena alimentaria; el papel de los alimentos en la promoción y mantenimiento de la salud. Desde 1998 hasta 2002, el 5°PM tendrá en cuenta los resultados de la investigación de los programas marco anteriores y se concentrará al mismo tiempo en las relaciones entre la alimentación y la salud. (1) Propuesta relativa al Libro verde sobre legislación alimentaria, 1997. Centro Común de Investigación El Centro Común de Investigación (JRC) es el punto de referencia en todo lo que se refiere a la ciencia y la tecnología en la Unión Europea y tiene la misión de dar un apoyo científico y técnico a la concepción, desarrollo, ejecución y control de las políticas de la Unión. Durante muchos años, el Centro Común de Investigación ha brindado apoyo experto científico y técnico a otras direcciones de la Comisión y al proceso europeo de toma de decisiones en su totalidad. Ese "laboratorio europeo" tiene ocho institutos especializados con sede en cinco Estados Miembros. El Programa de Trabajo 1999-2002 tiene 101 proyectos en cuatro áreas principales de actividad: servir al ciudadano, mejorar la sostenibilidad, apuntalar la competitividad europea y la seguridad de la energía atómica (Programa de Trabajo Euratom). En el contexto de la salud del consumidor y la seguridad alimentaria en el 5°PM, todas las actividades del Centro Común de Investigación se concentran en el establecimiento y convalidación de métodos para controlar la calidad y el análisis de seguridad de la alimentación y de los piensos, así como los peligros de los materiales que entren en contacto con los alimentos. Esta actividad incluye también el trabajo sobre organismos genéticamente modificados (OGM). El Instituto de materiales y mediciones de referencia (IRMM), sede en Geel, Bélgica, promueve un sistema común europeo de medidas realizando mediciones específicas de referencia, produciendo materiales certificados de referencia, organizando programas internacionales de evaluación de mediciones, estableciendo bases de datos transnacionales y llevando a cabo investigación prenormativa. En el campo de la protección de consumidores y seguridad alimentaria, ese instituto pilota varios proyectos de alto nivel como son la investigación de la enfermedad de la vaca loca (EEB) así como sobre mejoras en la capacidad de medir niveles de contaminación bacteriana en los alimentos y en el agua, materiales de referencia para detectar OGMs y para la normalización de los métodos de determinación de dioxina/PCB. El Instituto de la salud y protección del consumidor (IHCP), en Ispra, Italia, se dedica a mejorar nuestra comprensión de los peligros, exposiciones y riesgos planteados por los contaminantes de los alimentos, los fármacos y los productos químicos, mediante el desarrollo, convalidación y aplicación de métodos y estrategias avanzados. En particular, ese instituto trabaja para definir métodos fidedignos y comprobados así como datos analíticos seguros en varias áreas del análisis de alimentos para permitir, por ejemplo, ulteriores evaluaciones de los riesgos. Ha iniciado estudios sobre detección de contenidos animales en los piensos, productos tóxicos naturales como las micotoxinas en alimentos (sobre todo alimentos para niños) y en los piensos animales. El instituto trabaja también en la detección de OGMs en los alimentos y productos alimentarios y mantiene servicios de información para controlar y garantizar la liberación segura en el medioambiente de cosechas y plantas genéticamente modificadas. Actualmente se ocupa intensamente de los materiales que entran en contacto con los alimentos, evaluando y controlando los residuos de los embalajes de productos alimentarios (por ejemplo, materiales reciclados) y evaluando si son adecuados para el uso humano. En 1999, el instituto preparó métodos simplificados para la determinación de bifenilos policlorinados (PCBs), que son la causa de las recientes contaminaciones de los alimentos y piensos belgas con dioxinas. Entre otros proyectos importantes mencionaremos la gestión de una base de datos sobre vinos auténticos europeos (pensando en la posibilidad de proporcionar al público métodos analíticos) para impedir el fraude así como el desarrollo de métodos para controlar el respeto de las normas de etiquetado. El Instituto prospectiva tecnológica (IPTS), en Sevilla, España, analiza los desarrollos científicos y tecnológicos operando redes internacionales, reuniendo expertos y consejeros de alto nivel y difundiendo la información. En la disputa actual entre la Unión Europea y Estados Unidos sobre las hormonas en el ganado vacuno, este instituto sevillano coordinó la rápida movilización de pruebas sobre el impacto en los seres humanos de las hormonas utilizadas en la cría de ese ganado. El instituto desempeña también un papel vital en el control de la contaminación en tierra, mar y aire. Asimismo el Instituto del medio ambiente (EI), en Ispra, colabora en la investigación de apoyo de la política europea de protección del medioambiente y del ciudadano. En este instituto se ha establecido el Laboratorio europeo de referencia para la contaminación de las aguas que proporciona apoyo científico y técnico para la definición y aplicación de la legislación europea sobre calidad del agua, contaminación del suelo y capa freática de los vertederos, la liberación de sustancias tóxicas durante la incineración y el uso excesivo de productos agroquímicos.