Alto a la putrefacción
Se ha desarrollado el control biológico como alternativa al uso de productos químicos para la protección de cosechas. Los investigadores de cinco países europeos del proyecto Sporefun utilizan una especie de hongos para destruir otra. Telón de fondo El `moho blanco' es una enfermedad de las plantas muy destructiva que puede afectar a cultivos de semillas oleaginosas como colza, soja y girasoles. La causa el hongo Sclerotinia sclerotiorum, que ataca los cultivos produciendo una especie de pelos blancos que hacen que las plantas se marchiten rápidamente y mueran. Para proteger sus cultivos los agricultores los pulverizan con fungicidas. Pero sería mejor para los agricultores y para el medio ambiente encontrar otros métodos para proteger las plantas en vez de esos productos químicos caros y tóxicos. Es la idea del proyecto Sporefun que forma parte del programa Biotech de la Comisión Europea. Los investigadores de ese proyecto, que vienen de cinco países europeos, utilizaron un tipo de hongo para controlar biológicamente otras especies de hongos causantes de enfermedades de los cultivos. Descripción, impacto y resultados En el proyecto se trataba de producir en masa esporas fungales que puedan usarse como agentes de control biológico. Además, se estudió el cultivo, la formulación y la aplicación del hongo Coniothyrium minitans como agente de control biológico. El Coniothyrium minitans es un parásito natural del patógeno Sclerotinia sclerotiorum, que se encuentra en toda Europa. Ataca sólo este tipo de hongo y es inofensivo para las plantas y el medio ambiente. En un proyecto terminado hace poco, se consiguieron sistemas económicos de cultivo capaces de producir fuertes concentraciones de esporas para el Coniothyrium minitans. Los investigadores han producido un reactor patentado (fermentador de estado sólido) usado para este cultivo que produce grandes cantidades de esporas de alta calidad que pueden aplicarse directamente a suelos o restos de cultivos para control biológico. Como los resultados del proyecto eran tan prometedores, se inició un Proyecto de Demostración Unión Europea aún antes de que se terminara la investigación. Esto convencerá al mundo agrícola de que es posible el control biológico, que además puede incentivar a las empresas a producir agentes biológicos de protección de cultivos. Socios Cooperaron en el proyecto trece socios de Francia, Alemania, Grecia, Países Bajos y el Reino Unido. El trabajo se dividió en varios subproyectos para pequeños equipos de investigadores seleccionados de nueve universidades agrícolas e institutos de investigación además de cuatro socios industriales especializados en productos y procesos.