Científicos y funcionarios de la UE debaten los riesgos actuales de alteraciones endocrinas en Europa
El Parlamento Europeo organizó recientemente una audiencia pública para debatir las preocupaciones relacionadas con las evidencias cada vez mayores de que una serie de sustancias químicas sueltas en el medio ambiente perturban el equilibrio de los niveles hormonales de los seres humanos y los animales. Destacados científicos explicaron a los miembros de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Protección del Consumidor del Parlamento Europeo cómo diferentes sustancias químicas hormonalmente activas, llamadas "perturbadores endocrinos", pueden provocar grandes cambios en el cuerpo, que alteran la biología de los órganos y les hacen funcionar mal. Uno de los problemas que los investigadores destacaron es el efecto de la exposición prenatal o infantil a los perturbadores endocrinos, que puede tener serias repercusiones sobre el desarrollo posterior del individuo. Por otra parte, los científicos plantearon la necesidad de que se lleven a cabo estudios mejor planificados, ya que los resultados que han arrojado las investigaciones realizadas hasta el momento, en diferentes partes del mundo, son muy variables. El Dr. Charles Tyler, de la Brunel University del Reino Unido, explicó que se ha observado que perturbadores endocrinos tales como los pesticidas orgánicos DDT, TBT, PVC, los ftalatos y fungicidas tienen efectos adversos sobre las aves, moluscos, peces, caimanes y ranas. Los organismos acuáticos son los que corren mayores riesgos, planteó, ya que se ven expuestos a los perturbadores endocrinos no sólo mediante los alimentos que ingieren, sino también a través de su piel y agallas. Como respuesta a la demanda de los expertos de que se tomen medidas con vistas a identificar y hacer una lista de los perturbadores endocrinos en el medio ambiente, Margot Wallström, Comisaria europea para el Medio Ambiente, describió la estrategia comunitaria relativa a estas sustancias, adoptada a partir de 1999, cuyos dos principales objetivos son identificar los problemas, causas y consecuencias, y decidir qué medidas se deberán tomar, sobre la base del principio de precaución. A corto plazo, se podrá elaborar una lista de estas sustancias, pero será necesario esperar un par de años para imponer medidas jurídicas al respecto. La Comisión espera poder publicar la lista antes de finales de 2000, pero se opone a prohibir productos químicos específicos hasta que se cuente con datos que demuestren sus vínculos directos con determinados trastornos endocrinos.