Análisis de nubes de cenizas volcánicas para detectar riesgos
Los volcanes crean nubes de ceniza que se desplazan a gran distancia y que resultan dañinas para el transporte aéreo, la población y las infraestructuras. La capacidad para observarlas y predecir su evolución de manera fiable es fundamental si se desea responder con eficacia a erupciones volcánicas y al desplazamiento de la propia nube de ceniza. El uso acumulativo de radares terrestres y observaciones satelitales en conjunción con observaciones y modelos matemáticos realizado en el marco del proyecto financiado con fondos europeos RASHCAST dio lugar a la definición de parámetros de las nubes de ceniza de elevada precisión espacial y temporal. Sus resultados mejorarán considerablemente las capacidades de vigilancia y predicción actuales. Los miembros del equipo se sirvieron del modelo de penacho volcánico Active Tracer High-Resolution Atmospheric Model (ATHAM) y del modelo de transferencia radiativa Satellite Data Simulator Unit (SDSU) para simular el comportamiento de las nubes de ceniza a mesoescala. La observación de nubes de ceniza mediante técnicas de radar de microondas en tiempo casi real proporcionó los datos necesarios para ejecutar las secuencias de simulación. Los datos reales utilizados en el desarrollo del sistema se extrajeron de la erupción en mayo de 2011 del volcán Grímsvötn, en la región volcánica subglacial de Islandia. Los equipos de microondas utilizados en el proyecto aportaron el beneficio adicional de facilitar estimaciones de la ceniza en el interior del penacho volcánico en lugar de en su periferia, como suele ser norma. De esta forma se pudo calcular las características principales de la nube de ceniza, que incluyeron la forma de las partículas de ceniza y la distribución de tamaños en el penacho, así como el contenido y la densidad de la nube a una resolución espacial y temporal elevada. Mediante un algoritmo se obtuvo una estimación cuantitativa de la concentración de ceniza en la columna a partir de mediciones satelitales de la temperatura de brillo del penacho. Las labores de validación se ejecutarán en adelante en función de la disponibilidad de datos. RASHCAST logró mejorar considerablemente las capacidades disponibles mediante el aprovechamiento de mediciones terrestres y satelitales en el rango de frecuencias de las microondas a fin de extraer información precisa sobre la nube de ceniza contenida en el penacho volcánico. Los modelos matemáticos alimentados con datos reales extraídos de estas observaciones proporcionarán predicciones mucho más precisas de las consecuencias de la nube de ceniza y, por tanto, permitirán generar respuestas mucho más eficaces y oportunas.