Una alianza entre la UE y Nueva Zelanda para combatir las enfermedades intestinales La enfermedad intestinal inflamatoria (EII) es una dolencia que afecta al intestino grueso y presenta diversos síntomas, como dolor abdominal y malestar general. Científicos de la Unión Europea y Nueva Zelanda se han asociado para investigar las consideraciones bioquímicas que subyacen a la EII con el fin de desarrollar regímenes de tratamiento integrados y optimizados. Salud © Thinkstock Por EII se entiende principalmente la colitis ulcerosa y a la enfermedad de Crohn, dos trastornos inflamatorios diferentes que afectan a la membrana mucosa que recubre los intestinos. Pese a que aún se desconocen las causas exactas de la EII, existen nuevos indicios de que cierta combinación de deficiencias en el sistema inmunitario y de alteraciones en la microflora intestinal, junto con diversos factores genéticos y cambios en la mucosa, contribuyen al desarrollo de esta dolencia. El objetivo primordial del proyecto REINFORCE (Inflammatory bowel disease: An EU-NZ integrated approach for characterizing its molecular multifactorial mechanisms), dotado con financiación de la UE, consistía en ampliar el conocimiento y mejorar la gestión referentes al conjunto de los aspectos asociados a la aparición y la recurrencia de estos trastornos. De cara a formar a los científicos involucrados y ampliar sus conocimientos técnicos, los socios del proyecto establecieron una serie de estancias de investigación para el intercambio de conocimientos técnicos y experiencia investigadora. Empleando la técnica de microarrays de ADN más avanzada de la que se dispone, los investigadores caracterizaron las bacterias intestinales de pacientes con EII. Para ello, se utilizaron muestras intestinales recogidas antes y después de que dichos pacientes se sometieran a una dieta especial con propiedades antiinflamatorias. Asimismo, los investigadores han compilado una lista en la que se incluyen probióticos de última generación. Estas bacterias probióticas, especialmente beneficiosas para el aparato digestivo, contribuyen a mantener la buena salud del intestino. Es más, los investigadores han evaluado el impacto de la disponibilidad de nutrientes en el ambiente de las bacterias comensales del intestino mutuamente beneficiosas, como Lactobacilus ruminis y Akkermansia muciniphila. Los datos preliminares indican que el tipo de carbohidratos determina las propiedades inmunorreguladoras de Lactobacillus ruminis, así como la capacidad de degradar mucina de A. muciniphila. En estrecha colaboración con las instituciones colaboradoras del consorcio, los socios del proyecto REINFORCE están estudiando el efecto de la genética y de la nutrición en el origen de la EII. En concreto, los científicos están investigando las propiedades antiinflamatorias del sulforafano, un constituyente de los brotes de brócoli y otras plantas crucíferas, así como el efecto del calcio en la absorción del hierro. Los investigadores de REINFORCE también se han centrado en el sistema inmunitario innato de pacientes con EII. Estos pusieron sus miras en las firmas químicas presentes en la orina de los pacientes con el propósito de identificar biomarcadores. En líneas generales, la incidencia de trastornos intestinales está aumentando. REINFORCE ha extraído información relevante sobre las condiciones que favorecen el desarrollo de estas enfermedades para crear regímenes de tratamiento novedosos y normalizados destinados a especialistas en EII. De la labor del proyecto se espera que incremente la efectividad de los tratamientos y contribuya a aumentar el grado de conocimiento entre facultativos y el público en general. Palabras clave Enfermedad intestinal inflamatoria, enfermedad de Crohn, mucosa, sistema inmunitario, bacteria
