Nano: palabreja de última generación en ciencia y tecnología
Este año, la Comisión Europea ha publicado una convocatoria coordinada de propuestas de investigación relacionada con la nanotecnología, o "ciencia de lo diminuto", en el marco del V Programa Marco de IDT (VPM), ascendiendo la dotación comunitaria de los 200 millones de euros disponibles en el IV Programa Marco a 225 millones de euros. Y cuando, en los programas de calidad de la vida, Growth y tecnologías de la sociedad de la información del VPM, se concretaban simultáneamente oportunidades de financiación de líneas de investigación en nanotecnología, la Fundación nacional para la ciencia de Estados Unidos (NSF) anunciaba su propia convocatoria de propuestas, con lo que se preparaban situaciones de colaboración transatlántica. Si a esto se añade el hecho de que la nanotecnología ya se ha destacado como una de las áreas de prioridad científica (junto con la investigación posgenómica) en el concepto de espacio europeo de investigación de la Comisión y la "iniciativa nacional especial de nanotecnología" anunciada por el Presidente Clinton en enero de 2000, no es de extrañar que esta tecnología haya cautivado la atención y embargado los sentidos de científicos y responsables políticos tanto en Europa como en EEUU. Pero, ¿por qué? Porque, aun cuando ya se encuentran en el mercado determinadas aplicaciones nanotecnológicas, como las innovaciones tecnológicas basadas en estructuras del orden de la mil millonésima parte de un metro, esta ciencia interdisciplinaria (que toma de la física, la química y la biología) sigue en pañales. Cuando madure, muchos opinan que será el motor de la próxima revolución industrial: "El mercado nanoelectrónico mundial ascenderá a varios billones de euros entre ordenadores más potentes y memorias con densidades de almacenamiento superiores para utilizar en teléfonos, coches y multitud de aplicaciones industriales y de consumo controladas por un microprocedor", anuncia la Comisión. La nueva tecnología, añade, servirá para mejorar las células solares, revestimientos anticorrosivos, útiles de corte, purificadores de aire, implantes médicos y medios de transporte. "La nanobiotecnología suministrará biosensores y biomateriales. El impacto en la medicina y la salud humana será tremendo, ofreciendo desde chips de ADN cada vez más avanzados y sistemas de administración de fármacos de gran precisión hasta materiales cada vez más biocompatibles", pronostica la Comisión. "Si podemos manejar átomos y moléculas a nanoescala, entonces cabe la posibilidad de que seamos capaces de construir máquinas a escala de la célula humana o crear materiales o estructuras "partiendo de abajo", integrando desde un principio las propiedades seleccionadas", claman desde la Fundación nacional para la ciencia. "La nanotecnología bien podría cambiar el diseño y la fabricación de cualquier objeto, tanto fármacos como ordenadores, neumáticos y lo que queda por inventar". Animadas por el deseo compartido de potenciar la nanotecnología en la agenda política y de fomentar la cooperación entre los mejores investigadores en ambos lados del Atlántico, la Comisión y la NSF organizaron en Toulouse el 19 de octubre un taller conjunto UE-EEUU sobre nanotecnología. Celebrada al amparo del acuerdo UE-EEUU de cooperación científica y tecnológica, y el acuerdo de aplicación entre la Comisión Europea y la NSF, la manifestación tenía definido el objetivo de determinar el estado de conocimiento en ambos lados del Atlántico, intensificar el conocimiento recíproco de las actividades de nanociencia y nanoingeniería, sensibilizar a las comunidades científicas estadounidense y europea sobre las posibilidades que encierra el acuerdo, y solicitar la opinión de los científicos de cara a las áreas en que los proyectos conjuntos UE-NSF puedan producir un impacto especialmente significativo y generar un beneficio mutuo. Se dedicó atención a los principales campos de la nanoelectrónica, nanomateriales y nanobiotecnología, así como los retos de la fabricación a escala nano. Acudieron al taller varias eminentes figuras, entre las que cabe destacar el Presidente de la Cámara de Comercio de Toulouse, señor Junca, el premio Nobel de Física 1998, Profesor Horst Stormer, el Director General del Instituto de Biofísica de la Academia austriaca de Ciencias, Profesor Peter Laggner, el Comisario de Investigación, Philippe Busquin, y el Doctor M. C. Roco, Asesor de la NSF y Presidente del Subcomité de nanociencia, nanotecnología y nanoingeniería del Consejo nacional estadounidense de ciencia y tecnología. En su discurso de apertura del seminario, el Comisario Busquin insistió en la importancia económica y social de la nanotecnología. Preconizó la mayor diligencia posible en alimentar los avances en este campo antes de pasar a explicar su compromiso con un espacio europeo de investigación abierto y complejo, abierto a los investigadores de todo el planeta: "Me parece una oportunidad única de proyectar una visión para Estados Unidos y Europa". A las orientaciones políticas siguieron las científicas, con discursos genéricos de los Profesores Stormer y Laggner. Ambos pronunciaron expresivos y ardientes manifiestos a favor del apoyo y la colaboración en materia de nanotecnología. "En el autoensamblaje está la esencia de lo nano, la atracción de complejas moléculas que van formando agregados heterogéneos, capaces de desempeñar una función complicada o de constituir un material de inéditas propiedades", explicó Stormer. "La escala nano parece haber nacido para este juego de construcciones. Nos falta experiencia, pero ahí está precisamente el porqué esta ciencia tenga tamaño potencial tecnológico. Ha llegado el momento de aceptar el reto, al que han de hacer frente la química, la física y la ciencia de materiales con fuertes dosis de ingeniería y sin dejar de echarle un vistazo a la biología que lleva toda la vida ejerciendo este arte". No todo puede "ponerse nano", añade: "Algunas cosas seguirán siendo grandes. Si bien se verán sometidas al influjo de la nanotecnología. Por ejemplo, el avión seguirá teniendo el mismo tamaño, pero con un sistema de navegación y materiales distintos. Es muy probable". En opinión del Profesor Laggner, quien señala que ha vivido en el mundo nano desde que empezara su actividad científica, la nanotecnología ofrece la clave de interpretación de los complejos mecanismos observados en la naturaleza. "Si es cierto que acertamos a estudiar las estructuras, fallamos en lo que es examinar los mecanismos de los procesos. Necesitamos desarrollar herramientas que permitan observar el funcionamiento de las cosas (...) Sin descifrar la dinámica, jamás comprenderemos la función". Dirigió un llamamiento a la colaboración entre disciplinas científicas en universidades y empresas: "Llevamos mucho tiempo siguendo un modelo linear de innovación. Ahora conviene un planteamiento segmentado. Concretamente, hace falta una interconexión temporal y espacial de redes que trabajen simultáneamente en el mismo proyecto. Lo cual requiere estructura. Es complicado saber qué infraestructuras se van a necesitar, aunque podemos suministrar las herramientas, recursos y activos estratégicos necesarios, que conviene mejorar y deben ser accesibles a las PYME (...) La mayoría de los científicos no saben, por ejemplo, el provecho que podrían sacar del sincrotrón". Todo pasa por organizar a la gente y sus dotes, concluyó. Laggner se propone impulsar una fascinación por la nanotecnología equivalente a la que generó la ciencia espacial: "Igual que la biología molecular 30 años atrás... otro extraordinario proceso y nueva disciplina". Ezio Andretta, Director del programa de crecimiento competitivo y sostenible de la DG Investigación, se sumó al entusiasmo expresado: "Una vez que seamos capaces de hacer nanotecnología, será cuando pueda emerger la tercera revolución industrial", dijo. "La nanotecnología, pese a que se encuentra haciendo pinitos, es el motor del futuro". "La investigación fundamental a largo plazo es imprescindible para descubrir nuevos fenómenos, comprender el juego de elementos básicos, desarrollar procesos y herramientas a nanoescala y, por último, formular tecnologías innovadoras y suministrar educación y formación a una nueva mano de obra. La inversión es un componente capital", añade la NSF. En el contexto del V Programa Marco de la Comisión, ya se están subvencionando 15 proyectos de nanotecnología a título del programa de calidad de la vida (nanobiotecnología), 15 en concepto del programa de tecnologías de sociedad de la información (nanoelectrónica) y 20 bajo el programa Growth (nanomateriales para el conjunto de sectores). Entre las iniciativas nanotecnológicas más recientes de la UE cabe citar una encuesta de las actividades de redes que abarcan todos los aspectos de la investigación nanotecnológica en el conjunto de Estados miembros y países asociados.