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La cautela europea puede afectar a la salud empresarial

Los europeos aspiran a lo mejor de ambos modelos de trabajo, según se desprende del informe más reciente de Eurobarómetro sobre espíritu empresarial, esto es, a trabajar como autónomo sin verse obligado a asumir el riesgo que supone crear una empresa. Así se deduce de los dato...

Los europeos aspiran a lo mejor de ambos modelos de trabajo, según se desprende del informe más reciente de Eurobarómetro sobre espíritu empresarial, esto es, a trabajar como autónomo sin verse obligado a asumir el riesgo que supone crear una empresa. Así se deduce de los datos del último informe de Eurobarómetro sobre comportamientos empresariales en Europa y EEUU. El informe ha sido examinado durante la conferencia informal de Ministros de Industria de la UE que acaba de mantenerse en Manchester. Entre otros elementos clave, trasciende del informe la divergencia de actitudes ante el riesgo entre europeos y norteamericanos. Cerca del 45 por ciento de los europeos no apostaría por crear un negocio si le pareciera que tuviera probabilidades de fracasar, frente al 27 por ciento de los estadounidenses. Ahora bien, la aversión al riesgo muestra grados dispares en el propio continente europeo. Las personas encuestadas en Irlanda, la gente más joven y los más instruidos se sitúan por encima de la media de las personas dispuestas a asumir riesgos empresariales. Una de las razones por las que los europeos tienen esa percepción probablemente haya que verla en lo que opinan que significa montar una empresa. Las personas encuestadas en cada uno de los Estados miembros, salvo las de Finlandia, califican la creación de empresas entre "algo" y "muy complicada". Entienden que es difícil obtener los fondos y la información necesarios para ello. Con la notable excepción de Países Bajos, en el que no se considera que estos condicionantes sean ningún problema. En este país se dio asimismo la sola excepción en cuanto a trámites administrativos, siendo el único país convencido de que resultan menos engorrosos que en EEUU. La calificación del clima económico general es otro factor importante; en esto los europeos suelen tener una valoración menos favorable (en el momento de la consulta en otoño de 2000) que los norteamericanos. Un 60 por ciento de los europeos tachó el clima económico de desfavorable para montar una empresa, cuando la cifra equivalente en EEUU era del 40 por ciento. Sin embargo, una vez más surgieron marcadas diferencias en Europa, registrándose los más optimistas en Países Bajos, Irlanda, Finlandia y Austria. Por último, en el deseo de trabajar como autónomo está uno de los factores de mayor división entre Europa y EEUU, así como entre los propios países europeos. Y es que, el 69 por ciento de los norteamericanos optarían por ser autónomos, cuando la cifra correspondiente a Europa gira en torno al 51 por ciento. Sin embargo, el promedio oculta destacadas diferencias. Las personas que eligen el estatuto opuesto, el de empleado, oscilan entre el 68 por ciento en Finlandia y el 28 por ciento en Grecia. De hecho, los tres Estados miembros nórdicos registran una mayoría favorable al empleo asalariado, lo mismo que los del Benelux. Y mientras Alemania y Reino Unido acusan divergencias internas de opiniones, los demás Estados miembros se expresan a favor del empleo independiente.

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