Informe sobre la innovación en el Reino Unido
En un informe nacional elaborado para la DG de Empresa de la Comisión Europea sobrela actitud del gobierno del Reino Unido con respecto al fomento de las condiciones para la innovación, se describe un prolongado proceso en curso que ya ha dado algunos resultados tangibles. El informe comienza por señalar que, en el momento de su publicación (abril 2001), el gobierno tenía que hacer frente a muchas cosas, por ejemplo la fiebre aftosa y la proximidad de las elecciones generales. Debido a estos temas apremiantes, y con numerosas iniciativas ya en curso, el informe más reciente sostiene que el gobierno ha persistido con firmeza en estos planes iniciales y "no ha realizado cambios importantes en su política de innovación", prefiriendo ajustarse al marco que había configurado en su Libro Blanco de 1998 sobre la competitividad, seguido en 2000 por el Libro Blanco sobre ciencia e innovación. Uno de los principales avances políticos de este período fue la publicación conjunta de un Libro Blanco sobre empresa, aptitudes e innovación, denominado "Opportunity for all in a world of change" (Oportunidades para todos en un mundo en cambio), elaborado por los ministerios británicos de Comercio e Industria y de Educación y Empleo. Esto ha servido para exponer los próximos pasos del gobierno en relación con la promoción de nuevas industrias, reduciendo la carencia de aptitudes y elevando el PIB (producto interior bruto) de las regiones inglesas. En el campo de la investigación el gobierno se propone iniciar un estudio independiente sobre la disponibilidad de investigadores preparados, que se publicará en 2002. También está fomentando que los científicos, empresarios científicos e ingenieros extranjeros acudan en mayor número al Reino Unido, especialmente los empresarios del sector de alta tecnología. Se están alentando otros vínculos entre investigación e innovación en los centros del sector público. Incluyen la publicación de nuevas directrices sobre propiedad intelectual y los fondos para comercializarla, la autorización a los funcionarios públicos para que exploten las aplicaciones comerciales de su trabajo, y ya se han iniciado las consultas sobre la mejor manera de definir un marco para la gestión de la propiedad intelectual en las universidades. También se ha llevado a cabo una encuesta sobre las interacciones universidad-empresa, para identificar medios de perfeccionar esta interfaz. El gobierno del Reino Unido continúa otorgando una gran importancia a las empresas de nueva creación con base tecnológica, y con objeto de ayudarlas ha lanzado la nueva iniciativa de investigación para pequeñas empresas (SBRI). La iniciativa se encargará de que los ministerios y los consejos de investigación instauren programas de aprovisionamiento para pequeñas empresas. La desgravación fiscal que se les aplica a estas empresas en concepto de gastos en investigación y desarrollo pasará del 100 al 150 por ciento. En lo que respecta al inicio de pequeñas empresas, el capital riesgo existente en el Reino Unido es muy similar al que existe en el resto de Europa, si se combina el capital semilla, el de nueva creación y el de ampliación. Sin embargo, sigue habiendo necesidades de inversión inferiores a 500.000 libras (alrededor de 800.000 euros), que el gobierno se propone afrontar con la creación de fondos regionales de capital riesgo y del fondo de alta tecnología del Reino Unido. Muchas de las cifras que contiene el informe demuestran que la información referente al Reino Unido no es algo que pueda hacerse constar en negro sobre blanco. Gran parte de las cifras exigen determinadas salvedades si se desea obtener una imagen completa. Si bien el nivel de gasto empresarial en I+D en el Reino Unido puede compararse favorablemente con el del resto de empresas europeas del sector servicios, no ocurre lo mismo en el sector manufacturero. Asimismo, en el Reino Unido se da un nivel de solicitud de patentes inferior al de países como Francia y Alemania, pero esto podría deberse a una menor utilización de patentes nuevas, sustituida por mejoras graduales en invenciones previas. Las empresas del Reino Unido parecen tener menos ingresos procedentes de nuevos productos y servicios innovadores, pero esto también podría explicarse por una mayor dependencia deliberada de los ingresos procedentes de productos y servicios más antiguos. Más de la mitad de las empresas del Reino Unido se definen a sí mismas como innovadoras, pero en realidad la media de empresas británicas innovadoras es inferior a la media de la UE. Hay datos demostrativos de que el Reino Unido es relativamente reacio a asumir riesgos, pero al mismo tiempo posee un alto nivel de empresas de rápido crecimiento y un nivel superior a la media de inversores privados (business angels) en empresas de nueva creación. El informe considera que los elementos principales de los Libros Blancos de 1998 sobre competitividad y de 2000 sobre ciencia e innovación constituirán las claves de la política innovadora del Reino Unido. Sus objetivos principales consisten en lograr que se invierta en la modernización de la base científica y de ingeniería, promover las aplicaciones comerciales de la investigación universitaria, prestar asistencia a las pequeñas empresas, iniciar una nueva ronda del programa Foresight, aumentar el presupuesto del ministerio de Comercio e Industria destinado a innovaciones, prestar asistencia a empresas que hayan tenido fracasos en sus sistemas de comercialización, estimular el desarrollo de agrupamientos, apoyar la difusión de mejores prácticas en las empresas y la industria, y aportar medidas destinadas a mejorar el entorno competitivo.ell'avviare una