Las algas y el plancton emiten sustancias que podrían compensar el calentamiento global, según un proyecto de la UE
Un proyecto financiado por la UE ha descubierto un nuevo enlace entre las algas marinas y el cambio climático. Quince socios que trabajan en el proyecto "Parforce" descubrieron que los vapores de yodo, emitidos por las algas o el plancton, se condensan sobre los océanos para formar aerosoles. Éstos pueden ejercer un impacto significativo sobre el cambio climático y los patrones de precipitación. "Este nuevo descubrimiento constituye un importante avance en la predicción del cambio climático, ya que ningún modelo actual de predicción tiene en cuenta este hecho," ha dicho el Comisario de Investigación de la UE, Philippe Busquin, comentando estos resultados. Los aerosoles son extremadamente importantes para la regulación del clima, ya que conforman el escudo térmico de la Tierra, mediante la creación de capas de bruma y de nubes. Los gases de efecto invernadero atrapan el calor que se escapa de la superficie terrestre y provocan el calentamiento global, mientras que los aerosoles impiden que el calor llegue a la Tierra, y por lo tanto, pueden tener un efecto de "enfriamiento global". Los aerosoles marinos formados sobre los océanos son especialmente importantes ya que los océanos cubren el 70 por ciento de la superficie terrestre. El vapor de yodo que se desprende de las algas asume la forma de moléculas de metil-yodo, que reaccionan ante la luz solar y el ozono para producir partículas de aerosol de óxido de yodo. Los científicos creen que los cambios en la temperatura del océano han provocado un incremento de la actividad biológica oceánica, con el consiguiente aumento en los niveles de emisión de vapores de yodo, y una cantidad de partículas de aerosol mayor de lo habitual. Con el aumento de los aerosoles se incrementará la eficiencia del bloqueo solar que llevan a cabo las capas de bruma y de nubes, provocando un enfriamiento global que podría compensar parcialmente el calentamiento global que es consecuencia de los gases de efecto invernadero. Las nubes también podrían permanecer durante más tiempo en el cielo, ya que la mayor abundancia de aerosoles reducirá las precipitaciones, contribuyendo aún más al bloqueo solar. La investigación inicial se ha llevado a cabo en la costa atlántica de Irlanda. El paso siguiente consistirá en investigar si esta transformación ocurre a mayor escala sobre otros océanos.